LUNES, 29 DE FEBRERO DEL 2016 - 15:16 CET
Evo Morales le pidió este lunes a la familia de Gabriela Zapata, su expareja, quien desde el sábado duerme en una cárcel boliviana tras ser detenida, ver al hijo que tuvo con ella y que creyó muerto desde 2007. “Que me lo traiga, estoy esperando, tengo derecho de verlo y cuidarlo, asumir mi responsabilidad”, dijo el presidente en rueda de prensa. Morales le habló al país 48 horas después de que una señora de nombre Pilar Guzmán se presentará ante las cámaras de televisión como tía de la reclusa y revelara que Ernesto Fidel Morales Zapata tiene nueve años y reside nada menos que en La Paz.
“Quiero pedir a esta supuesta tía que me lo presente y si su familia permite, quiero recoger al niño, no puedo entender, no creo que falsamente me dijeran que falleció, qué interés está detrás del niño, no tengo ningún problema en recogerlo, es una alegría”, dijo Morales. “Ante el pueblo boliviano digo: que si no aparece el niño tengo obligación de acudir al juez del menor, apelar para que se investigue ese hecho”.
Zapata entró llorando al penal de Obrajes, vestida con prendas que denotaban su alto lugar en la pirámide social. Tiene 28 años y trabajaba como lobista y gerente comercial de CAMC Ingineerig, una empresa china que realiza millonarios trabajos en Bolivia. Debe enfrentar cargos por enriquecimiento ilícito “con afectación al Estado” y uso indebido de influencias.
ESCÁNDALO DURANTE LA CAMPAÑA
La relación entre Morales y esta abogada y licenciada en ciencias políticas se hizo pública en el marco de la consulta popular que volvió a polarizar a los bolivianos y que resultó desfavorable para Morales, quien esperaba ser habilitado para una nueva posibilidad de ser relegido en 2019. El Gobierno consideró que la revelación de un asunto de la vida privada del mandatario -el romance y la existencia de un hijo común- era parte de una campaña contra el presidente.
Semanas atrás, Morales reconoció haber tenido una relacióncon ella entre el 2005 y el 2007. “Me informaron que el bebé estaba enfermo. Exigí verlo y me dijeron que no mejoraba, y que después había muerto”. El vínculo, dijo Morales semanas atrás, había concluido tras el deceso del niño. Pero, de inmediato, circuló en las redes una fotografía de la expareja posterior a la ruptura que pareció refutar esa confesión.
En medio de un aire político enrarecido con las formas de un culebrón, la ministra de Transparencia Institucional, Lenny Valdivia, emplazó este domingo a Zapata a que responda a la solicitud del presidente. “Como Gobierno, preocupados por este tipo de aseveraciones. Exigimos que, si es cierto, si es evidente que el niño está vivo, lo que corresponde a la señora Zapata es que en plazo de 24 horas lo presente a un Juez del Menor, cumpliendo los requisitos y las formalidades”. La gran pregunta que los bolivianos quieren saber, dijo la ministra, es “por qué Zapata oculto (a su hijo) ocho años y no le dijo a nuestro Presidente que estaba vivo”. El Gobierno, anunció, iniciará por lo pronto una acción penal paralela en contra de la abogada por los delitos de difamación y calumnia.
EL ABOGADO DENUNCIA AMENAZAS
Y para añadirle mayor confusión al tema, Walter Zuelta, abogado de Zapata, dijo que la señora Pilar Guzmán no es tía cercana sino bastante lejana de la exnovia de Morales. No obstante, el letrado denunció que un importante funcionario del Gobierno visitó a su defendida en su celda y “le dijo que si hablaba más allá de lo debido, no iba a sobrevivir a la detención”. Según Zulueta, toda la familia de Zapata “recibió amenazas”. Los mensajes llegan por teléfono. De acuerdo con las autoridades, la ex gerente de CAMP fue detenida con 10.000 dólares y ante la inminencia de un viaje al exterior
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