Después de un mes de emociones, goles, agradables sorpresas, tacos, caños y chilenas; el 10 de julio se definirá en el Estadio de Francia si los anfitriones mantienen su racha de torneos ganados como locales tras la Eurocopa de 1984 y el Mundial de 1998 o si los lusitanos conquistan el título que Grecia les arrebató en el 2004.
En el primer partido se midieron Portugal y Gales. Los lusos llegaban tras vencer a Polonia en los penales e incapaces de obtener una victoria en los 90 minutos reglamentarios. En cambio, los británicos habían tenido un meritorio torneo: terminaron primeros de grupo y en cuartos de final derrotaron a Bélgica 3-1, victoria ilusionante de cara al enfrentamiento de semifinales.
Durante el primer tiempo alternaron dominio del balón sin llegar a hacerse verdadero daño. Bale lo intentó de fuera del área, pero su disparo salió directo a las manos de Rui Patricio; siendo esta la única ocasión clara en 45 minutos.
Finalizado el descanso, Cristiano Ronaldo conectó un medido centro de Raphael Guerreiro para mandar el balón al fondo de las redes. Tres minutos más tarde, el propio Cristiano asistió a Nani para sentenciar la eliminatoria. Fue su noveno gol en fases finales de Eurocopas, con lo que igualó el récord del francés Michel Platini.
Gales intentó remontar, pero la defensa lusitana no cedió. Chris Coleman, entrenador de los británicos, arriesgó todo con la entrada de Vokes, delantero nato, por el centrocampista Ledley; pero no fue suficiente para vencer a los portugueses.
El otro duelo enfrentó a dos selecciones campeonas del mundo. Alemania buscaba consolidar su talentosa generación de futbolistas, mientras Francia iba por dar la sorpresa. Las bajas de Hummels, Khedira y Mario Gómez no parecían tener importancia para los germanos. Su estilo de dominar el balón con paciencia era innegociable.
Así transcurrió el primer tiempo con özil, Kroos y Schweinsteiger manejando el partido a su antojo y los galos fiándolo todo a un contragolpe. Pero, como contra Italia, otra innecesaria mano en el área, esta vez cometida por el capitán de los teutones, supuso un penal que Antoine Griezmann no perdonó.
Francia se fue al descanso con la tranquilidad de la ventaja y los germanos con la desesperación de no encontrar el gol debido a la falta de puntería de su delantero, Müller, quien se ha ido en blanco en las dos Eurocopas que ha disputado.
Segundo tiempo, el mismo guión. Alemania dominaba, pero sin finalizar oportunidades, y los galos esperaban. Alguna oportunidad debía aparecer y apareció. Un robo de Pogba supuso un centro que Manuel Neuer despejó al medio del área y ahí mismo se encontraba Griezmann para sentenciar el partido.
Sexto gol en la Euro para El Principito, habituado a jugar a la contra en el Atlético de Madrid y que se sintió muy cómodo con el inteligente planteamiento de Didier Deschamps; muy similar al que plantea Cholo Simeone frente a rivales de mayor categoría que gustan tener el balón.
Saint-Denis será testigo de una final inédita de Eurocopa en la que Portugal peleará contra la anfitriona y múltiples precedentes que juegan en su contra
Umtiti espera derrotar a Cristiano con la ayuda de Griezmann AFP
ALFONSO CALLEJAS
10-7-2016 | 08:05 H.
El gran día ha llegado. Justo un mes después de que el balón echase a rodar en la ceremonia inaugural, el Stade de France volverá a ser el epicentro del fútbol mundial para acoger la esperada final de la Eurocopa 2016. Ha llovido mucho desde entonces. Francia ha tenido tiempo para confirmar las expectativas sobre su favoritismo como anfitriona pese a tener que esperar a su gran duelo de semifinales ante Alemania para ganar todo el crédito que se le negaba. Un camino distinto al labrado por Portugal. A diferencia de los hombres de Deschamps, los pupilos de Fernando Santos no han acabado de convencer. Es más, el propio seleccionador ha tenido que batallar con la idea de que su clasificación para la gran final no ha sido merecida. Pese a que la duda le incomoda, no quiere perder el tiempo con esas cuestiones. Desde el seno de la expedición lusa se han encargado de trasmitir largo y tendido que esta noche está llamada a ser histórica para el pueblo portugués.
Una historia que, en la teoría, no está del lado de Portugal y sí de la anfitriona. Francia ha derrotado a los lusos en sus últimos diez enfrentamientos y los precedentes en grandes citas son inmejorables: tres triunfos en semifinales; dos en Eurocopas (1984 y 200) y una en el Mundial (2006). Los galos han conquistado el título en dos ocasiones (1984 y 2009) mientras que el mayor logro de Portugal fue alcanzar la final en 2004, cuando cayó frente a Grecia ante su público. Un precedente que apenas sirve a Santos ya que el contexto es completamente distinto. Para bien o para mal, Portugal no quiere mirar atrás sino escribir el capítulo más glorioso de su historia futbolística.
ARSENAL AL COMPLETO
Para el reto de asaltar Saint-Denis el combinado portugués cuenta con un refuerzo de lujo ya que Pepe volverá a estar disponible después de perderse las semifinales ante Gales por problemas físicos. Santos podrá disponer también de William Carvalho, baja en ‘semis’ por sanción. Tanto el seleccionador luso como su homólogo francés podrán contar, a priori, con todos sus hombres para el partido estrella del campeonato. Deschamps deberá tomar la clara determinación de apostar por una hoja de ruta después de haberla variado a lo largo del campeonato en función, básicamente, de algunas sanciones. Las que han provocado que Umtiti y Sissoko hayan dispuesto -y aprovechado- de oportunidades en eliminatorias a cara o cruz. Rami y Kanté son, por contra, los grandes damnificados. Tras el triunfo ante Alemania todo hace pensar que Deschamps volverá a apostar por un mismo once que ante la ‘Mannschaft’ exhibió un arrollador poderío físico en su sala de máquinas. Ante Portugal media final puede decidirse en esa misma franja si el talento de futbolistas como Renato Sanches no lo impiden. Visto lo visto a lo largo del torneo y pese al ambicioso discurso de Santos en la previa del choque, Portugal parece destinada a fiar su suerte a algún golpe de genio de sus principales figuras. Sanches, Nani y, sobre todo, Cristiano Ronaldo son la esperanza de todo un país. El astro de Madeira, cuya presencia supondrá otro examen mayúsculo para el azulgrana Umtiti, revivirá conGriezmann su último duelo en la final de la Champions. El del Atlético, gran favorito para alzarse como máximo goleador del torneo, ha evitado cualquier referencia al respecto pero resulta evidente que la gran final es para él poco menos que una ‘vendetta’ particular. El ex de la Real quiere enterrar uno de los capítulos más negros de su carrera alzando el título ante su público. ‘CR7’ tiene otros planes. París decidirá al campeón.
Francia deposita buena parte de sus esperanzas en Griezmann ATLAS