La ex presidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner llamó a una cooperación internacional en “serio”, para enfrentar la crisis económica, política y social de la región y los retrocesos experimentados por los gobiernos nacionales de América Latina y el avance de la derecha conservadora.
En la primera entrevista colectiva que concede a medios de comunicacíon internacionales como Telesur, Al Jazeera, Sputnik y Reuters y Nodal, Cristina consideró que la región está viviendo un retroceso de los gobiernos nacionales y populares, y un avance de lo que podríamos denominar la derecha conservadora o restauradora en cuanto a exclusión social, en cuanto a nuevos realineamientos y en cuanto a abandonar la idea de unidad regional.
Como parte de su entrevista, la ex mandataria destacó el liderazgo de Fidel Castro.“Los liderazgos de la modernidad eran individuales: Mandela, Fidel Castro, Charles de Gaulle, Kennedy, Perón, Yasser Arafat. El único atisbo de liderazgo muy parecido a la modernidad es el de Vladimir Putin”, consideró.
En referencia a su mandato, dijo: “Si hubiese tenido temor no habría hecho las cosas que hice como gobierno. Posiblemente tampoco hubiese militado desde muy joven. Ser peronista nunca fue fácil en este país. Y nunca fue gratis. Peronista, con la orientación que siempre hemos tenido quienes compartimos este espacio político”.
“Por eso digo que es un mundo muy complejo, y requiere de mucha inteligencia. Fundamentalmente hay que entender que el camino es la cooperación internacional en serio. El mundo de la dominación, donde uno decía ‘así son las cosas’ y todos acataban con un ‘sí, bwana’, se terminó. Por lo menos para una parte del mundo se terminó.”
En su discurso también hizo referencia a “mi amigo, (Hugo) Chávez, Chávez, Chávez”; del injusto encarcelamiento de la dirigente social Milagro Sala, de la Segunda Guerra Mundial y del heroísmo del pueblo ruso; del contrabando ideológico y cultural de Hollywood, y de la frustrada ley de medios; de la imperiosa necesidad de democratizar el Poder Judicial, y de los acuerdos estratégicos con China, Rusia y los Brics.
Dijo que “el partido financiero, el partido judicial y el partido mediático se expanden como una mancha de aceite sobre el mundo”. Que “la política no es corrupta. Puede haber políticos corruptos. Identifiquémoslos”. Y en alusión a Macri, dijo: “¿Imaginan que me encuentren una cuenta en el exterior y yo diga que no me había dado cuenta? ¿Alguien hubiera aceptado que yo dijera esto?”.
Con emoción, Cristina recordó el bicentenario del 25 de mayo de 2010, día patrio de los argentinos, cuando los presidentes Sebastián Piñera, Lula da Silva, Fernando Lugo, Evo Morales, Pepe Mujica, Rafael Correa y Hugo Chávez se miraron, diciéndole: “¿vamos a caminar así, entre la gente por la calle?”.Y ella respondió: “Tranqui…, que no pasa nada”.
En referencia a su despedida como presidenta de Argentina, dijo: “Yo no recuerdo, y, por favor, si ustedes lo recuerdan, díganme, que en Argentina a un gobierno lo despida masivamente el pueblo en su último día, luego de estar 12 años y medio. Nunca tuvimos tanta gente en la plaza. Y no gente organizada partidariamente, dijo Cristina.
“Entonces, si después de 12 años y medio, en un hecho que me atrevo a calificar de inédito, un pueblo (o por lo menos una parte importante de ese pueblo heterogéneo) va a despedir al gobierno que se va, convengamos que aunque haya cometido errores y cosas malas, es un fenómeno que nunca se había visto. Y ojalá que todos los gobiernos, cuando terminen, puedan despedirse con una plaza llena de gente.”
En relación con el tema de los subsidios, dijo Cristina Fernández: “Acá había la idea de que los subsidios eran para los morochos, para la gente pobre, para los villeros, para los negros, qué sé yo, como quieran llamarlos… para los cabezas, como despectivamente decían. Y no, los subsidios eran para toda la economía, para las pequeñas y medianas industrias, y también para las grandes. Los subsidios eran salario indirecto para los trabajadores, para la clase media que podía consumir, que podía viajar, que podía comprarse un auto o cambiarlo o comprarse una casa.”
En referencia a los fondos buitres dijo que los ataques durante toda su gestión fueron por no querer pagar mil 600 por ciento de intereses en dólares. Algo que excedía cualquier concepto de usura, convirtiéndose en despojo. Una cosa es la usura y otra el despojo. Y creo que el hecho de que había división entre los partidos que podían acceder al gobierno alentó a los buitres para seguir exigiendo. Porque había gente que les decía que si ellos llegaban al gobierno se arreglarían con ellos, pagándoles cualquier cosa.
“Esto le dio una fuerza inusitada para que los buitres se plantaran, diciendo: ‘esto o nada’. Y yo me pregunto: ¿cuál hubiera sido la solución para los argentinos si los partidos políticos que tanto hablaban de unidad nacional hubieran llegado a un gran acuerdo entre todos para decir: ‘cualquiera sea el que gane, lo que vamos a pagar va a ser esto’. Estoy absolutamente convencida de que las fuerzas políticas no necesariamente debían tener un tinte progresista o de izquierda. Bastaba con que amasen a su país y concibieran la deuda externa como uno de los principales problemas que durante décadas atravesó nuestro país y la región.”
Cultura
Llamó Cristina a la importancia de conocer la historia, para evitar la subordinación cultural. “No por nada las principales potencias del mundo (si querés te digo: Estados Unidos) hacen películas con su historia. La industria cinematográfica hollywodense es una máquina de transferir cultura y la historia contada por ellos. Ves la Segunda Guerra Mundial y parece que la hubieran ganado los yanquis. Y resulta que cuando vas a los números murieron 400 mil soldados norteamericanos y 26 millones de rusos entre población civil y soldados. Murieron muchísimos más soldados rusos (creo que 8 millones de soldados), y el resto población civil. Sin embargo, preguntás a cualquier persona en el mundo: ¿quién ganó la guerra?, y te dicen: los yanquis. Y es porque la contaron ellos, los norteamericanos.
Denunció que en determinadas regiones se ve claramente la aparición de un partido mediático que juzga públicamente, y un partido judicial que es como el espejo del partido mediático. “En el caso de Brasil se vio claramente la intervención del partido judicial. Acá también. Nuestra gestión fue fuertemente intervenida por el partido judicial. La ley de medios, que fue un modelo contra la monopolización o la hegemonía mediática, fue suspendida por el partido judicial. Intentamos democratizar el Poder Judicial, el último poder corporativizado que resta en Argentina, y que básicamente consistía no en que los jueces, sino los académicos y abogados que integran el Consejo de la Magistratura, fueran también elegidos por el voto popular, como son elegidos los diputados y senadores que conforman ese organismo”.
Sobre las elecciones de Estados Unidos, destacó: “en el sistema norteamericano es lo mismo que gane uno o el otro. No estoy criticando que se piense de esa manera. Toda potencia piensa su desarrollo no con base en la próxima elección presidencial o parlamentaria, sino en su sobrevivencia como tal en los próximos 50 o 60 años”.
“Fijate en lo que allá está pasando: dentro de poco, el primer martes de noviembre, habrá elecciones en Estados Unidos y dos candidatos que pueden llegar: Donald Trump o Hillary Clinton. Según dicen, Trump tiene 57, 58 por ciento de rechazo, e Hillary 52, 53 por ciento de rechazo. O sea que a más de la mitad de los estadounidenses no les gustan los dos candidatos de su país. Con lo cual no van a votar por el candidato que más les gusta, sino por el que les parezca menos malo. Esto es muy malo para la política, porque da a las corporaciones un poder brutal”.
Corrupción
“Si uno lee las crónicas periodísticas durante mi último mandato, casi todos los periodistas, columnistas y editorialistas decían que yo, cuando abandonara el poder, iba a tener serios problemas con la justicia. Está escrito en letras de molde. O eran clarividentes o forman parte de la articulación mediática judicial que ahora están desplegando. Denuncias ya tuve siendo presidenta. Fui denunciada cuatro veces por no ser abogada. Cuatro veces me denunciaron diciendo que mi título de abogada era falso. Y no ahora, durante mi gestión.
“He sido sobreseída en tres casos de enriquecimiento ilícito. Me investigaron desde 1995 hasta casi el año 2012. Siempre con datos vinculados a declaraciones juradas. A mí no me encontraron ninguna cuenta en Panamá ni tampoco en el exterior. No tengo sociedades secretas que me hayan descubierto. Todo lo que dicen está en mis propias declaraciones juradas, firmadas y presentadas por mí, y no solamente frente a la Oficina Anticorrupción, sino ante la Administración Federal de Ingresos Públicos (hacienda).
“¿Puede ser alguien tan tonto de firmar una declaración jurada para que después, con base en los números que están en su declaración, digan: ‘no, cometió un ilícito?’ Y resulta que todos los días encuentran gente que cuando no tiene cuentas en el (banco) HSBC, sacaron dinero del país. Cuando aparecieron los Panamá papers (dicho por los propios comunicadores alemanes), los periodistas argentinos estaban excitados porque pensaban que iban a encontrar a un Kirchner en ellos.”