Cada barrio a los que ha llegado Silvio Rodríguez y su tropa tiene una magia diferente, una manera de asumir la vida y lo cotidiano con tal autenticidad, que continúa sorprendiendo no solo al trovador y a los músicos que le acompañan, sino a todos aquellos que le seguimos cuando anuncia una presentación, y sobre todo, para quienes este viernes asistimos al concierto 76 de la “Gira por los Barrios”.
El concierto tuvo lugar en el Consejo Popular Villa 2 de Guanabacoa, celebrando el aniversario 6 de una gira que inició el 9 de septiembre del año 2010, en La Corbata, barrio habanero, situado en los límites de los municipios Playa y La Lisa.
Desde temprano en la mañana, los vecinos de la calle Venus entre Doctor Lebredo y Samaritana observaban entusiasmados cómo se montaban el escenario, el sonido, las luces y los instrumentos, para el concierto.
Algunos hicieron dos o tres veces café, otros congelaron pomos con agua para brindarles a utileros, técnicos y personal de producción, ayudándoles con ello a mitigar la sed provocada por las altas temperaturas del verano en Cuba.
Así fueron transcurriendo las horas antes de la hora fijada para el comienzo, en las que vimos a los niños regresar al barrio luego de concluir su horario escolar, a varios trabajadores volver a su casa y a muchos incondicionales a Silvio, no solo cubanos sino de varias latitudes, quienes lograron llegar a la cita agenciados de mapas, unos, y otros, luego de llamar a sus amigos para que les explicaran dónde quedaba el Parque Concha Ferrán.
Silvio subió al escenario acompañado de Niurka González, Oliver Valdés y el Trío Trovarroco (integrado por Rachid López, César Bacaró y Maikel Elizarde), al dar las siete en punto de la tarde y recordó cómo había surgido la gira, el teatro barrial, lo sorprendido que estaba por lo rápido que ha pasado el tiempo, desde el primer concierto.
Aseveró que en cada una de estas actuaciones no había tenido invitados, sino a músicos que se acercaron a él para sumarse y brindar su arte en los barrios. También dijo que en este empeño estaban muchos hombres y mujeres invisibles que han hecho posible estos 76 conciertos.
Lo demás, sigue siendo poesía y música que conmueven por su calidad artística y estética, personas de diversas generaciones coreando: Quien tiene viejo el corazón, El reparador de sueños, Ojalá, La gota de rocío, temas del trovador que, en cada barrio, adquieren dimensiones insospechadas y que conformaron la primera hora de este encuentro.
Seguidamente, el poeta Víctor Casaus, Director del Centro “Pablo de la Torriente Brau” y también fundador de la Gira, tuvo a su cargo el recuento de lo que ha significado este proyecto, y cómo se ha hecho habitual, hizo entrega de una donación de libros a una Escuela Primaria de la comunidad.
El dúo Buena Fe acompañó al autor de Melancolía en la expedición a Guanabacoa y agradecieron esta oportunidad que consideraron vital y que, al decir de Israel Rojas, es uno de los actos más humanistas y generosos que se han realizado en los últimos años, donde Silvio, quien ha sido un referente ético y maestro de varias generaciones de artistas cubanos, ha logrado acercar la vanguardia artística a las grandes masas de una manera entrañable.
Israel y Yoel, en unión de su grupo, durante dos horas interpretaron en su presentación temas antológicos y otros más recientes de su repertorio, como: Dios Salve al Rey, Corazones rotos, Libre, Catalejo, Intimidad, La Culpa, La carta y Acompáñame, los cuales fueron también coreados por los asistentes a un concierto, que formando parte de una gira interminable al decir de su protagonista , alcanzó la cifra de 76 y que como el primero, sigue siendo memorable, porque llega al alma del Barrio. Por eso trasciende.