El 6 de diciembre de 2015, cuando la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) triunfó en las urnas electorales, ganó el control de la Asamblea Nacional, pero se dejaron atrapar por la arrogancia y creyeron que esa posición los colocaba a un paso de la toma total del poder, comentó el exvicepresidente.

'A partir de ese momento, la directiva parlamentaria se comportó como un macropoder que inició una política orientada a avasallar a los restantes poderes del Estado', acotó.

Señaló que con el dominio de ese organismo, la derecha desafía a las restantes autoridades de Venezuela, e incluso arremetió contra instituciones como la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.

Añadió que la MUD desperdició la oportunidad de actuar como escenario plural, instancia de diálogo confiable, para rescatar la noción perdida de órgano necesario para la paz y de esta manera la conducción de la Asamblea se convirtió en un fiasco.

Rangel consideró que el resultado de estas circunstancias es la confrontación abierta y brutal con el Ejecutivo, la guerra en vez de la paz y la exaltación de la violencia en lugar de la normalidad democrática.

Afirmó que esta fue una oportunidad excepcional perdida y confirma la errática política practicada en el curso de este año 2016 por los dirigentes de derecha.

Por otra parte, el comunicador opinó que en cualquier momento la MUD va a estallar, pues a duras penas el organismo coordinador de la oposición logra disimular la lucha que internamente libran diferentes facciones.

La actitud frente al diálogo profundizó las diferencias, al igual que la posición ante el revocatorio, explicó.

Igual pasa con el tema de la salida a la actual crisis, de un lado los que abogan por actuar cívicamente y del otro los que consideran que no hay otra opción que el derrocamiento de Nicolás Maduro, subrayó.

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