Fotografía Enfoque Rojo
¿Qué reflexión tenés sobre el acto que acaban de hacer en la cancha de Atlanta?
El acto del Frente de Izquierda fue un gran hecho político nacional. Fue histórica la convocatoria. Hacía más de tres décadas que no hacíamos una convocatoria de la izquierda tan fuerte, con tanta gente.
Creo que dejó planteado, de forma muy contundente, al Frente de Izquierda como una alternativa no solo al ajuste de Macri sino también a aquellos que han colaborado con esa política, como es el Frente Renovador en la Cámara de Diputados y el Frente para la Victoria, en el Senado. Se confirma que el FIT es la única oposición consecuente al Gobierno de Macri.
El acto también dejó claramente planteada la denuncia a la CGT por la tregua que le brindó a este Gobierno, dejando pasar los despidos, la caída del salario y los tarifazos. En ese marco, se planteó fuertemente la necesidad de un paro nacional activo y un plan de lucha.
El acto tuvo una nutrida concurrencia desde todo el país
Sí, fuimos más de 20.000 personas y hubo una gran participación de delegaciones de todo el país.
Me parece importante destacar la participación de la juventud. En el acto mismo hicimos hincapié y reivindicamos la movilización de los jóvenes y los fenómenos que hoy existen a nivel internacional, por ejemplo en Estados Unidos. Ahí ya se está movilizando la juventud, después del triunfo de Donald Trump, lo hace solidarizándose con los inmigrantes.
En ese marco, en el acto planteamos una perspectiva de lucha anticapitalista y socialista, de clara diferenciación con aquellos agrupamientos reformistas que existen a nivel internacional. Por ejemplo Podemos en España o Syriza en Grecia.
¿En qué sentido hablás de diferenciarse?
Me refiero a que se trata de agrupamientos que no se plantean un programa de un Gobierno de los trabajadores, de ruptura con el capitalismo. Por el contrario, lo que sostienen es una perspectiva de gestión del Estado capitalista.
Y eso tiene sus consecuencias. Si miramos lo que ocurre en Grecia, vamos a ver cómo Syriza terminó aplicando el ajuste que exigían tanto el FMI como la Unión Europea. Eso pasó, pese al masivo rechazo del pueblo griego a ese ajuste.
Precisamente, para forjar una alternativa anticapitalista, es necesario tomar en cuenta la existencia de fenómenos de movilización y lucha de la juventud. Por ejemplo, lo que ocurre en Francia, donde a lo largo de gran parte del año vimos importantes movilizaciones que, incluso, fueron duramente reprimidas. O procesos como el del movimiento estudiantil chileno, o el de Brasil. Hablando de Chile, en el acto nos acompañó nuestra compañera Bárbara Brito, que acaba de ser electa para la directiva de la Federación Estudiantil de Chile, la FECh.