Crisis global pone
de moda a Marx, mientras Sarkozy
quiere refundar el capitalismo
La crisis financiera que se inició en EEUU generando desempleo, desplome de Bolsas bursátiles, Bancos, Financieras y propiedades, muy rápidamente se extendió a Europa y otros continentes.
Gobernantes, periodistas y estudiosos recurren a encontrar una explicación al fenómeno. Uno de los hechos más significativos es como ha emergido a la consideración o la negación en los múltiples análisis Carlos Marx. En todos los continentes pero especialmente en EEUU y Europa sus principales trabajos sobre el capitalismos son repasados o leídos por primera vez por decena de miles que buscan saber
si lo que escribió explica lo que esta sucediendo.
No todos piensan en Marx, pero si son muchos los que piensan en que el capitalismo tal como lo conocemos por estos días debe ser reformulados entre estos esta el presidente francés, Nicolas Sarkozy que le acaba de proponer a su par norteamericano, George W. Bush, la necesidad de convocar una cumbre internacional para refundar las bases del capitalismo y buscar una respuesta internacional a la actual crisis.
Una experiencia que ahora se recuerda bien
Dos décadas después de la caída del Muro de Berlín, el mayor teórico del comunismo, Karl Marx, vuelve a estar de moda en el este de Alemania, tracias a la crisis financiera global.
Su análisis crítico del sistema capitalista de 1867, "El capital", ha salido de la sepultura para situarse como un improbable "best-seller" para la editorial académica Karl-Dietz-Verlag.
"Todos pensaron que no habría demanda para 'El capital' nunca más", dijo el director ejecutivo de la empresa, Joern Schuetrumpf, después de vender 1.500 ejemplares en lo que va de año, el triple que en 2007, una cifra que represente una multiplicación de las ventas por 100 desde 1990.
"Incluso los banqueros y los directores están leyendo 'El capital' ahora para intentar entender lo que han estado haciéndonos. Marx está definitivamente de moda ahora", aseguró Schuetrumpf.
El renacer del tratado de Marx refleja un rechazo más amplio al capitalismo presente en muchas personas en Alemania del Este, que hasta 1989 gozó la protección de una estado comunista y ahora se ve afectada por la pobreza y el desempleo.
Un mes de intensa confusión en el sector financiero ha hecho caer a los bancos en Estados Unidos y ha precipitado una seria de rescates financieros en muchos países, incluyendo Alemania, reforzando el sentimiento anticapitalista.
Una encuesta reciente reveló que 52 por ciento de los alemanes del este creen que el libre mercado es "inadecuado" y que un 43 por ciento afirma preferir el socialismo ante el capitalismo.
"Leímos sobre 'los horrores del capitalismo' en la escuela. Ellos lo entendieron. Karl Marx estaba por delante", afirma Thomas Pivitt, un trabajador de 46 años originario del este de Berlín.
"Yo tenía una vida bastante buena antes de la caída del muro", agregó. "Nadie se preocupaba por el dinero porque el dinero no importaba. Tenías trabajo incluso aunque no quisieras uno. La idea del comunismo no era tan mala".
El desempleo en la antigua zona comunista alcanza el 14 por ciento, el doble que en las zonas occidentales, y los salarios son significativamente más bajos. Millones de trabajos se perdieron después de la reunificación. Muchas empresas del Este fueron compradas por competidores occidentales y cerraron.
"No creo que el capitalismo sea el sistema correcto para nosotros", expresó Monika Weber, una empleada del ayuntamiento de 46 años.
Como muchos ciudadanos de la extinta república, Ralf Wulff dijo que estaba contento con la caída del muro, pero su euforia fue efímera.
"Me tomó pocas semanas darme cuenta de lo que se trata la economía de libre mercado", afirmó Wulff. "Es materialismo desenfrenado y explotación. Los seres humanos se pierden. No teníamos las comodidades materiales pero el comunismo todavía intentaba conseguirlo".
Nicolas Sarkozy y muchos europeos
tienen la ilusión de reformular el capitalismo.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, viajó el último 18 de octubre con la misión de convencer al presidente estadounidense, George W. Bush, de la necesidad de convocar una cumbre internacional para refundar las bases del capitalismo y buscar una respuesta internacional a la actual crisis, en línea con lo acordado por los Veintisiete en el reciente Consejo Europeo de Bruselas.
Sarkozy viajo a Norteamérica acompañado del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, con la intención de persuadir al actual inquilino de la Casa Blanca de que no se puede esperar al resultado de las elecciones norteamericanas para comenzar a trabajar en los pilares del nuevo Bretton Woods, la conferencia en la que el actual sistema financiero internacional vio la luz en 1944.
Bush luego de la reunión eludió pronunciarse sobre la propuesta concreta de Sarkozy, aunque subrayó, ante la prensa, que “es esencial que preservemos los fundamentos del capitalismo democrático”. Agregando que en esta crisis y en un nuevo orden global financiero “es esencial que preservemos los fundamentos del capitalismo democrático, el compromiso de mercados libres, empresas libres y libre comercio”.
El presidente estadounidense, a quien restan tan sólo tres meses de mandato, añadió que “es importante que resistamos a la tentación de aislamiento económico y que continuemos con las políticas de mercado abierto”, una opinión que compartió Sarkozy.
No obstante, el mandatario galo dijo que “no podemos continuar en la misma línea porque los mismos problemas desatarán el mismo desastre. Tenemos que analizar las reglas que se aplicarán al siglo XXI. Vivimos en el siglo XXI, pero seguimos aplicando las normas del siglo XX”.
Entre las propuestas que llevará a esa futura cita, el presidente francés plantea acabar con los «paraísos fiscales», regular los 'hedge funds' -fondos de inversión de alto riesgo y escasa
Otra de sus iniciativas se centra en repensar el papel de las agencias de calificación de riesgos -que han cosechado sonoros fracasos en el análisis de los bancos ahora en apuros-, reflexionar si es conveniente que todas sean norteamericanas y qué hacer para prevenir conflictos de interés. Sarkozy insiste además en la necesidad de regular la remuneración de los directivos y revisar el sistema monetario internacional. "Esta cumbre Europa la quiere, Europa la pide y Europa la tendrá", dijo Sarkozy en Bruselas.
Lo que falta por venir
La crisis financiera se cobrará cerca de 165.000 puestos de trabajo en Nueva York en los próximos dos años, casi el doble de lo previsto en julio pasado, aseguró hoy el contralor (fiscal de cuentas) de la ciudad, William Thompson.
"Lo ocurrido en las últimas semanas hacen presagiar un clima económico mucho más difícil para la ciudad en el futuro cercano", aseguró Thompson en un artículo publicado hoy en la página web de su departamento.
"Nuestra previsión anticipa que nada menos que 165.000 empleos del sector privado se perderán en la economía de la ciudad durante los próximo 24 meses, frente a los 85.000 que se preveían en julio", reconoció el contralor neoyorquino.
De ellos, al menos 35.000 empleos pertenecerán al sector de los servicios financieros, una cifra que en julio situó en 25.000 puestos de trabajo.
Además, la crisis financiera hará que la ciudad ingrese por impuestos en este año fiscal unos 2.400 millones de dólares menos que en el ejercicio anterior, lo que supone el 6,2% del total, según los cálculos más recientes efectuados al respecto, que datan de julio, aunque serán revisados en noviembre.
En 2007, los servicios financieros representaron el 25% de los salarios que se pagaron en la ciudad, el doble que hace doce años.
Fuente: agencias y periódicos.