En una declaración divulgada en Montevideo, la fuerza política de izquierda subraya que esa ofensiva va dirigida 'a afectar los mecanismos de integración regional, construidos en los últimos 15 años en América Latina y el Caribe', que se llevaron adelante sin la exclusión de países por diferencias políticas o ideológicas.
El texto respalda la actitud del presidente Tabaré Vázquez 'de responder afirmativamente' a la entrevista que le solicitara su homólogo venezolano, Nicolás Maduro.
También apoya la voluntad del Gobierno nacional 'de encontrar los mecanismos de superación de las controversias a nivel del dialogo entre las partes', en el marco de los reglamentos contenidos en las disposiciones del Mercosur, particularmente en el Protocolo de Olivos.
El Frente Amplio (FA) enfatiza que el objetivo político de excluir a Venezuela del bloque de integración sudamericano 'es parte de una ofensiva' dirigida a golpear al gobierno de Caracas y debilitar la integración regional no sólo a nivel del Mercosur, sino 'muy probablemente a otras instancias de integración como Unasur y la Celac'.
Remarca que resistir a esos intentos 'es un imperativo para quienes consideramos que la integración regional y su ampliación es la mejor alternativa para lograr la inserción en un mundo globalizado'.
Al referirse al comunicado divulgado el pasado 2 de diciembre sobre la suspensión de los derechos de Venezuela como Estado parte del Mercosur, la declaración puntualiza que ese mecanismo tiene vigentes mil 227 normas.
Explica que 68 de ellas no requieren adopción o incorporación por parte de Venezuela 'por tratarse de normas relativas a un Estado parte o por ser normas sólo derogatorias', por lo cual totalizan mil 159 vigentes.
En ese sentido, precisa que de esa cantidad el gobierno de Caracas 'notificó la adopción y/o incorporación de 931 normas, restando por adoptar o incorporar 228'.
La Mesa Política Nacional del FA recuerda que el 29 de julio último Brasil, Paraguay y Argentina invocaron motivos políticos y, 'sin ningún sustento jurídico', pasaron por encima de las normas que rigen al Mercosur e impidieron la transferencia de la presidencia pro témpore a Venezuela.
Resulta claro, dijo el documento, que el cambio de las correlación de fuerzas al interior de los países del bloque subregional llevaron a los que antes criticaban un supuesto 'pacto ideológico', a utilizar ahora 'sus afinidades ideológicas' para afectar la integración.
Menciona, al respecto, el golpe de Estado parlamentario a la mandataria brasileña Dilma Rousseff y la llegada de un gobierno contrario a la integración regional, con lo cual se instala en el Mercosur y en la región 'una ofensiva conservadora y reaccionaria' que pretende revertir los avances de los últimos 15 años.