En solo 12 meses el mandatario echó por tierra varias de las conquistas sociales alcanzadas durante los 12 últimos años, primero con Néstor Kirchner, y después con Cristina Fernández, opinan los críticos.
En este primer año de mandato, Macri saldó la deuda con los fondos buitres o holdouts, pero llevó al país a un endeudamiento de nueve mil 300 millones de dólares, una decisión que analistas consideraron apresurada para complacer a los acreedores.
Las cifras hoy preocupan a los argentinos: inflación de 40 por ciento anual, caída del PIB a 3,4 por ciento, aumento hasta del 500 por ciento en tarifas de electricidad y gas, despidos masivos en todos los sectores.
En casi todas sus intervenciones el presidente ha culpado a lo que llama la pesada herencia y ha cargado en no pocas ocasiones contra el gobierno antecesor.
Lo cierto es que desde su llegada al poder, Argentina vive una compleja situación por el ajuste económico que emprendió, que sobre todo afecta al ciudadano común, a ese que de la noche a la mañana se quedó sin trabajo y no sabe como pagar la renta ni la comida para sus hijos.
Al hacer un balance respecto a la economía, el diario El Cronista entrevistó a varios expertos. Marcelo Capello, presidente del Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana, dijo, por ejemplo, que los dos factores que impactaron en 2016 sobre el consumo y la producción fueron la devaluación del peso oficial y la consecuente suba de la inflación, que hizo caer los salarios reales.
Más allá de los decretos de Necesidad y Urgencia que rubricó a inicios de su gobierno, quizás lo más chocante para los argentinos fueron los estrepitosos tarifazos a servicios públicos como la luz, el gas y el agua, y un gran aumento de los precios en todos los sectores con el añadido de miles de despidos.
Solo a una semana de su llegada al poder, el Banco Central habilitó una disparada de 42 por ciento en el precio del dólar. A la tasa actual esa moneda hoy se monta sobre los 16 pesos y un poco más, esto implicó una inflación en todos los productos exportables y los que tienen contenidos importados, subrayan los especialistas.
Las quita de retenciones al campo, el techo a las paritarias, como se le conoce aquí a los convenios salariales, que durante estos meses llevaron a las calles a diversos gremios a protestar, el aumento del precio del boleto del metro en Buenos Aires, de los taxis, la apertura de importaciones y el cierre de varias empresas fueron algunos del efecto Macri.
Vamos a generar más de dos millones de puestos de trabajo, dijo el mandatario el pasado año durante su campaña electoral. El resultado ha sido 200 mil despidos, según un informe del centro de Economía Política Argentina difundido en octubre, pero se contabilizan más.
En mi presidencia la inflación no va hacer un tema, aseguró meses atrás. La inflación hoy sobrepasa el 43 por ciento según el IPC Congreso, que elaboran legisladores a partir de estimaciones de consultoras privadas.
'Estamos combatiendo con éxito a la inflación. Esperemos que cuanto antes lleguemos a tener un dígito anual, como en los países normales. El año que viene el índice estará por debajo del 20 por ciento, cuando hasta hace poco parecía que era imposible derrotarla', afirmó recientemente el jefe de Estado.
Para 2017 Macri expresó su optimismo: 'estoy convencido de que vamos por el buen camino. Los economistas pronostican que el país volverá a crecer en el orden del tres por ciento'.
Uno de los temas en su agenda este año en varios de sus discurso fue lo referido a la pobreza cero pero no hubo mucho cambio al respecto. En septiembre pasado el Instituto Nacional de Estadística y Censos informó que el 32,2 por ciento de los argentinos es pobre y el 6,3 por ciento vive en la indigencia.
Macri, que llegó a la silla presidencial de la Casa Rosada con su alianza Cambiemos, culpó a la 'pesada herencia' de Cristina Fernández e hizo recortes a políticas sociales y educativas que dejaron desvalidos a los más vulnerables.
Uno de ellos fue el programa Conectar Igualdad, nacido en 2010, que beneficiaba con netbooks a estudiantes de escuelas públicas. El ministerio de Educación despidió a los 60 empleados del equipo central y solo dejó a seis.
También hubo un fuerte ajuste en el programa Progresar, paralelo a los despidos que hubo en el ministerio de Hacienda, más de 300 mil jóvenes dejaron de percibir el beneficio económico de 900 pesos (unos 60 dólares) para continuar sus estudios o adquirir un oficio.
Lo mismo sucedió con otras iniciativas como Argentina sonríe, FinEs, Jóvenes por más y mejor trabajo, que ayuda a personas entre 18 y 24 años que no hayan terminado la secundaria, el Plan Qunita, entre otros.
Hace pocos días en una autoevaluación pública, Macri le puso un número ocho a su primer año de gestión y dijo que 'siempre se puede mejorar y el Gobierno está formado por gente capaz, de buena madera, honesta, con las mejores intenciones'.