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General: China responde con dureza a las declaraciones de Trump sobre Taiwán
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De: Ruben1919 (Mensaje original) |
Enviado: 12/12/2016 19:56 |
Si hay un asunto que China considera intocable es Taiwán, la isla que mantiene relaciones diplomáticas con 22 países y que Pekín considera parte inalienable de su territorio. Donald Trump ya lo ha tocado dos veces en diez días. Este domingo amenazaba con no respetar la política de “Una China” que EEUU ha mantenido durante cuatro décadas -el reconocimiento diplomático de Pekín y no de Taipéi-, a menos que China hiciera concesiones en áreas como el comercio. El Gobierno chino ha respondido con una seria advertencia: si Trump fuera a alterar esa posición, las relaciones bilaterales correrían peligro.
El principio de “Una China” es “un asunto fundamental” para Pekín y la base sine qua non para mantener relaciones con otros países, recalcó este lunes el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Geng Shuang en su rueda de prensa diaria. Si se viera “perjudicado o puesto en peligro, no habría posibilidad de un crecimiento sólido y continuado de las relaciones China-EE UU, ni de cooperación bilateral en áreas importantes”.
“Instamos a la administración estadounidense entrante y a sus líderes a reconocer la importancia de este asunto, y a gestionarlo de manera sensata para no perjudicar a las relaciones bilaterales”, insistió.
El consejero de Estado Yang Jieqi —el principal responsable de la política exterior china, por encima del ministro Wang Yi— se ha reunido recientemente con el próximo secretario de Seguridad Nacional, el general retirado Michael Flynn, y otros representantes del equipo de transición de Trump, reveló Geng. La reunión se produjo mientras Yang pasaba en tránsito hacia América Latina. “Intercambiaron puntos de vista sobre las relaciones China-EE UU y otros asuntos importantes que preocupan a ambas partes”.
La aceptación de la política de “Una China” por parte de Washington fue fundamental para el restablecimiento de relaciones entre Washington y Pekín en 1972. Ambos países normalizaron por completo sus lazos en 1978, y en 1979 EE UU rompía su relación diplomática con Taipei. Desde entonces, y aunque Estados Unidos mantiene relaciones informales con Taiwán y le suministra armamento, tanto las Administraciones republicanas como las demócratas han observado ese principio.
Trump ha declarado que no se siente obligado a continuar respetándolo. “No veo por qué tenemos que estar vinculados al principio de una China a menos que lleguemos a un acuerdo con China en el que entren otras cosas, incluido el comercio”, subrayaba en su entrevista con Fox News.
Diez días antes había ya sembrado el nerviosismo en el Gobierno chino al aceptar una llamada de la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, el primer diálogo directo conocido entre líderes de ambas partes desde 1979. Entonces, la respuesta de Pekín fue relativamente moderada, y optó por culpar de la conversación a un “truquito” de Taiwán y la inexperiencia del presidente electo.
En esta ocasión la reacción de los medios oficiales chinos, transmisores en general de la posición de su gobierno, ha sido más agresiva. Si Trump fuera a abandonar esa política, Pekín “no tendría por qué anteponer la paz a la fuerza para recuperar Taiwán”, amenaza el diario “Global Times”, de corte nacionalista y propiedad del Diario del Pueblo.
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El verdadero sentido de los "gestos escandalosos" de Trump sobre Taiwán
Publicado: 14 dic 2016 00:18 GMT
Cualquier intento de revisar el principio de 'una sola China' provocaría una profunda crisis en las relaciones entre EE.UU. y el gigante asiático.
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La posible tensión entre Estados Unidos y China a raíz de las declaraciones de Donald Trump sobre Taiwán ha sido uno de los temas más destacados de los últimos días y ha comenzado diversas especulaciones sobre un posible cambio en las relaciones bilaterales de esos países. En realidad, esos "gestos escandalosos" del presidente electo de EE.UU. persiguen objetivos muy diferentes, según sostiene el periodista y analista político ruso Piotr Akópov en un artículo para el portal Vzgliad.
- El 2 de diciembre, Trump anunció en Twitter que la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, lo llamó para felicitarlo por triunfar en las elecciones de EE.UU.
- Tras conocer esa conversación, China presentó una protesta formal. Su Cancillería señaló que el principio de 'una sola China' es la base de la relación entre Pekín y Washington e instó a "la parte pertinente" a mantener esa política y "manejar la cuestión de Taiwán con cautela para evitar trastornos innecesarios" en el trato entre ambos países.
- Por su parte, Trump afirmó que no quiere que China le diga qué es lo que tiene que hacer y agregó que comprende "completamente" la política de 'una sola China', pero "no sé por qué tenemos que estar ligados por esta política, a no ser que lleguemos a un acuerdo con China que tenga que ver con otras cosas, incluso el comercio".
Con esa afirmación, Akópov estima que el futuro mandatario norteamericano puso en duda el principio de 'una sola China', al vincularlo con la consecución de acuerdos sobre otros asuntos.
Calma en Pekín
De momento, Pekín observa el juego del político republicano "con calma absoluta" porque "nadie cree que Trump realmente vaya a revisar la base de las relaciones entre los dos países", afirma el analista.
Cualquier intento de replantear esta cuestión de manera oficial provocaría una profunda crisis en las relaciones sinoestadounidenses. Asi, Akópov detalla que China no va a negociar el estatus de Taiwán y si, por ejemplo, Washington anunciara la posibilidad de reconocer la independencia de esa isla, inevitablemente rompería las relaciones diplomáticas con Pekín.
La verdadera intención
Este especialista considera que el magnate solo intenta elevar las apuestas en las negociaciones sobre el futuro comercio, algo que demuestran otras de sus acciones, como su promesa de introducir impuestos de un 45 % a los productos chinos.
Por otro lado, el autor del artículo hace hincapié en que, tras su conversación con Taipéi, Trump decidió nombrar como embajador en Pekín al gobernador de Iowa, Terry Branstad, al que el presidente del gigante asiático, Xi Jinping, considera su "viejo amigo" y quien es "el mejor candidato para establecer una relación de confianza con el líder chino", señala Akópov.
Este experto también recuerda las declaraciones del magnate estadounidense sobre la importancia de mejorar las relaciones con China pero, al mismo tiempo, obligar a Pekín a jugar de acuerdo con las reglas. "La única pregunta es, ¿quién va a determinar las reglas con las que no solo jugarán los chinos y los estadounidenses, sino todo el mundo?".
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