Los jóvenes cubanos han dado muestras de heroísmo y sacrificio sin límites en cualquier época y circunstancia histórica. Tal es el caso de Aldo Vivó Laurent, mártir revolucionario cubano quien residía en la antigua Unión Soviética, URSS, y murió en combate durante el cumplimiento de una misión en la Gran Guerra Patria.
Su temprana desaparición física nos ha privado de conocerlo mejor; sin embargo, hay datos imprescindibles de su vida que se conservan y que la juventud de hoy debe dominar.
Nació Aldo Vivó Laurent en La Habana, el 21 de enero de 1924, y partió hacia la URSS con apenas 10 años. Al llegar ingresó en el orfanato de Ivánovo, después realizó estudios en la escuela de Kaluga y cuando terminó el séptimo grado, se trasladó a Leningrado junto con otros cubanos.
Cuentan sus biógrafos que soñaba con ser marino, razón por la cual ingresó en la Facultad de Mecánica de Navegación en la Escuela de Ingeniería Naval de Leningrado. Para entonces ya militaba en el Komsomol Leninista y había recibido el pasaporte que lo acreditaba como ciudadano de la Unión Soviética.
Al estallar la Segunda Guerra Mundial y después de varios intentos por lograr su admisión como combatiente –tenía solo 17 años- se enroló como soldado en la Segunda División de la Guardia de las Milicias Populares de Leningrado.
El 5 de julio partió hacia el frente, y participó en los encarnizados combates que se libraron en el sector de Púlkovo. Más tarde fue enviado al recién creado operativo del Neva.
En 1943, pertenecía al Departamento Político del 53 Ejército. Ese mismo año cayó en combate, víctima del fuego de la aviación fascista.
Por su aporte a la salvaguarda del primer estado proletario del mundo, en los difíciles días en que el fascismo se empeñaba en destruirlo, el Consejo de Estado Cubano le otorgó post mortem a Aldo Vivó Laurent la Orden Ernesto Che Guevara de Primer Grado, y el Soviet Supremo de la URSS le concedió la Orden de la Gran Guerra Patria.
En la ciudad de Ivánovo, cerca de Moscú, se encuentra el orfanato internacional Elena Stasova, fundado en 1933, donde hallaron albergue numerosos hijos de revolucionarios extranjeros perseguidos.
Una placa conmemorativa, hecha de mármol, conserva grabados 16 nombres de jóvenes de diversas nacionalidades que vivieron en ese centro y cayeron heroicamente durante la Gran Guerra Patria. El primer nombre de la columna de la derecha es el de Aldo Vivó Laurent.
(Tomado de Tiempo 21)