La fortuna conjunta de las personas que integrarán la Administración del próximo presidente de EE.UU., el multimillonario Donald Trump, puede alcanzar los 35.000 millones de dólares, eso sin contar con la suya propia, estima el portal Político. Esta cifra equivale, más o menos, al PIB de Bolivia, que, según datos del Banco Mundial, fue en 2015 de poco más de 33.200 millones de dólares, y supera el PIB de países como Paraguay (27.600 millones de dólares) o El Salvador (25.800 millones de dólares).
Entre las personas más ricas del Gabinete de Trump figuran el futuro secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, el de Comercio, Wilbur Ross, el vicesecretario de Comercio, Todd Ricketts, y la próxima secretaria de Educación, Betsy DeVos. A ellos podría unirse el excandidato a la presidencia, Mitt Romney, o el exalcalde de Nueva York, Rudolf Giuliani, ambos millonarios, que aspiran a ocupar el puesto de secretario de Estado.
Steven Mnuchin, elegido para ser el secretario del Tesoro, es un exbanquero vinculado con Goldman Sachs, inversor y productor de Hollywood. Varios medios sugieren que sacó tajada de la crisis hipotecaria comprando el banco IndyMac. Su fortuna oficial se desconoce, pero sus fuertes vínculos con Wall Street son más que evidentes. De hecho, ya anunció que librará el sector financiero de las regulaciones impuestas después de 2008.
Wilbur Ross, el próximo secretario de Comercio, apodado 'el rey de la bancarrota' es un 'inversor buitre' famoso por comprar y reestructurar las empresas fallidas en varios sectores. La revista 'Forbes' estima que su fortuna es de 2.500 millones de dólares.
Todd Ricketts, elegido como vicesecretario del Comercio es copropietario de equipo de béisbol Chicago Cubs, hijo del multimillonario Joe Ricketts, y fundador del gigante de las inversiones en línea TD Ameritrade. 'Forbes' estima la fortuna de esta familia en 5.300 millones de dólares.
Betsy DeVos, la futura secretaria de Educación forma parte de una familia que 'Forbes' califica de "ultrarrica y ultraconservadora". Su fortuna se estima en 5.100 millones de dólares, según 'Politico'. Su marido es el heredero del gigante Amway y su hermano, Erick Prince, es el cofundador de la empresa militar privada Blackwater, de infamerecuerdo por sus acciones en Irak.
Tom Price, elegido por Trump para ser el próximo secretario de Salud, y Jeff Sessions, el futuro Fiscal General, no son tan ricos en comparación con otros miembros del Gabinete. Su 'valor neto' es de más de 14 y 7 millones de dólares, respectivamente, según 'The Guardian'. El primero es conocido por oponerse a la ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible ('Obamacare'), mientras que el segundo mantiene una posición severa en cuanto a la inmigración.
Elaine Chao, llamada a ser la secretaria de Transporte, es hija de un magnate de transporte marítimo originario de Shanghái. Chao ocupó durante ocho años el cargo de secretaria de Trabajo en la Administración de George W. Bush y solo en 2015 ganó un millón de dólares en calidad de miembro de las juntas directivas de empresas como News Corp. y Wells Fargo, entre otras.
Millonarios en cuestión
Mitt Romney y Rudolf Giuliani aspiran al cargo del secretario del Estado. Tanto el primero, excandidato republicano a la presidencia de EE.UU. en 2012, como el segundo, exalcalde de Nueva York, son inversores y consultores que saben convertir sus nombres en dinero. Sus respectivas fortunas, según calculan varios medios, asciende a decenas de millones de dólares.
Harold Hamm, que puede ser el próximo secretario de Energía, ocupa el puesto número 30 en la lista de estadounidenses más ricos de Forbes, con una fortuna de 16.500 millones de dólares. Es un magnate del petróleo y del gas fuertemente involucrado en la política desde el inicio de campaña electoral de Mitt Romney.
"Será un fracaso, pero otros pagarán por ello"
El famoso lingüista y filósofo Noam Chomsky opinó esta semana en un entrevista con RT que la supuesta posición antisistema de Trump, uno de los lemas de su compaña electoral, es "una burla", ya que basta con ver a quiénes ha elegido el para su futuro gabinete para darse cuenta de lo contrario. Desde la elección de Trump, los valores de las acciones, las instituciones financieras y las empresas energéticas "escalaron hasta el cielo", ya que los inversores esperan el fin de las regulaciones, recuerda.
Ello conducirá a otro fracaso, pero "pagarán otros", se lamentó.