Hay un factor importante que resalta al analizar los contextos en los que más sufren los primates no humanos: la pobreza de los primates humanos. "El denominador común de estas regiones son los altos niveles de pobreza y desigualdad, la pérdida de capital natural debido a las demandas del mercado global, la mala gobernanza, la falta de seguridad alimentaria y la escasa alfabetización. Atender a estos aspectos es una prioridad para asegurar la conservación de los primates", defiende el especialista.Este estudio, además de ser el primero en proporcionar una descripción global del estado de conservación de los primates del mundo y de las presiones antropogénicas que afectan su persistencia, también da ideas y soluciones para mitigar la pérdida local, regional y mundial de especies. "Si bien abordar las principales amenazas que afectan a las poblaciones de primates requiere políticas globales, un enfoque local sería constructivo", explica Estrada, investigador de la Universidad Autónoma Nacional de México. "La deforestación, la caza insostenible y el comercio ilegal podrían abordarse rápidamente", asegura, "con el objetivo de sensibilizar a la población de las zonas urbanas y rurales de que los primates son un componente importante de su capital natural. Que conservarlos con sus hábitats y detener el comercio ilegal significa invertir en el futuro".
"Estamos seguros de que en muchos casos la difícil situación en la que se encuentran nuestros compañeros primates no es conocida por la comunidad global, incluidos los gobiernos locales y nacionales", afirma el investigador, y esa es la razón por la que publican su estudio. Las últimas frases del artículo científico son una llamada a la acción: "Tenemos una última oportunidad para reducir o incluso eliminar las amenazas humanas a los primates y sus hábitats, para orientar los esfuerzos de conservación y para aumentar la conciencia mundial de su situación. Los primates son sumamente importantes para la humanidad. Después de todo, son nuestros parientes biológicos vivos más cercanos".La importancia va mucho más allá de la belleza de los primates, de su diversidad y de nuestra capacidad de reconocernos en su mirada. "Debemos nuestra humanidad a una historia evolutiva compartida", dice Estrada. Numerosos trabajos recientes certifican el papel fundamental que estos primates desempeñan en sus ecosistemas, y protegerlos supondría invertir en el efecto paraguas, en el que salvar una especie implica defender muchas otras porque se mantiene el equilibrio del ciclo natural de su entorno.