Entre los días 22 al 31 de enero de 1962 —en Punta del Este, Uruguay—, había sesionado la VIII Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores que fuera convocada por el Consejo Permanente de la OEA con el vil propósito de promover nuevas sanciones económicas y políticas contra el Gobierno Revolucionario cubano.