De acuerdo con Lee Kyu-Chul, portavoz del equipo que investiga el caso, el heredero de Samsung es acusado de soborno, malversación, ocultación de activos en el extranjero y perjurio.
Junto al directivo serán procesados otros cuatro funcionarios de alto rango de la empresa, indicó la fuente.
Desde que la orden de arresto contra Lee fue rechazada el mes pasado, indagaciones adicionales revelaron nuevas pruebas que lo involucran en el caso.
Las investigaciones indican que Samsung firmó un contrato por 22 mil millones de won (unos 18 millones de dólares) con una compañía alemana bajo la propiedad de Choi Soon-sil, confidente de la presidenta Park Geun-hye y principal eslabón dentro del escándalo.
Según los fiscales, el dinero transferido por el conglomerado a esa empresa estaba destinado a fines personales de la confidente, a modo de 'intercambio de favores'.
Asimismo asegura que existen evidencias sobre un desvío de dinero de la transnacional a fundaciones sin fines de lucro vinculadas a Choi, presuntamente a petición de la presidenta.
El empresario permanece en detención preventiva desde el pasado 17 de febrero, tras comparecer por segunda ocasión ante la corte, y niega los cargos en su contra.