Marzo amenaza con ser uno de los meses más calientes del año, comenzando mañana con la medida de un grupo de profesionales de la ciencia que realizará frente al Congreso -que inaugura un nuevo período de sesiones-, una feria en la cual denunciarán que 'al recorte de 20 por ciento de las becas doctorales y postdoctorales realizado en 2016, se le suma un ajuste de más del 50 por ciento en los ingresos a la carrera de investigador'.
A eso se suma la medida de fuerza que aplicarán los futbolistas el próximo viernes si los clubes no pagan los salarios adeudados desde hace meses.
La semana próxima será de mayor movimiento. Los docentes, que desde hace meses vienen pidiendo mejores condiciones laborales y salariales, paralizarán durante 48 horas la jornada, que retrasará el inicio del curso escolar, el 6 de marzo.
Este sector pide una negociación salarial justa y aboga por un convenio nacional. Mientras algunas provincias proponen el 18 por ciento de aumento, los maestros reclaman un 35 por ciento para intentar compensar el índice inflacionario en el país. También abogan por una educación de calidad y mejores condiciones laborales.
La víspera, tras otra reunión que no llegó a buen puerto, los docente porteños ratificaron su adhesión al paro y rechazaron una vez más la oferta del 18 por ciento dividido en dos tramos.
La nuez del conflicto es, sobre todo, porque varias provincias reclaman que se vuelva a aplicar el formato de negociación federal para definir el mínimo salarial de los educadores a nivel de país y no como se pretende, que cada gobierno local lo resuelva según sus posibilidades.
A la manifestación de los maestros le seguirá un día después otra importante movilización, la de la Confederación General del Trabajo (CGT), que aunará a miles de personas y que podría incluso desembocar en una huelga general para fin de mes.
Esa central obrera convocó a todos sus gremios y recibió incluso el respaldo de las otras dos grandes centrales, la CTA y la CTA Autónoma, para pedir al Ejecutivo frenar las importaciones, que ha conllevado al cierre de algunas fábricas, parar los despidos y paritarias libres, como se le conoce aquí a las negociaciones salariales.
En días reciente, tras su llegada de una gira por España, el presidente Mauricio Macri llamó a los gremios a superar las expresiones de 'intolerancia' y a recomponer el diálogo como espacio privilegiado para resolver las diferencias.
El día 8 se espera una contundente marcha por el Día Internacional de las Mujer. Desde horas tempranas se realizará primero un paro y después una concentración en la emblemática Plaza de Mayo, a donde se espera acudan miles y miles de féminas de todas las edades y sectores sociales, y también hombres.
Las mujeres argentinas, unidas bajo el colectivo Ni una menos, saldrán con fuerza a gritar basta de femicidios, de agresiones sexuales, de violencia de género y machismo en momentos en que este flagelo golpea con fuerza al país.
Este 8M, como ya lo bautizaron en las redes sociales, por primera vez las féminas de las tres centrales obreras del país se unirán para marchar juntas en un acuerdo político de unidad.
En medio de este panorama, como lo han hecho en estos dos últimos meses, varias organizaciones sociales tienen previsto una nueva concentración el 13 de marzo pese a que el Gobierno ya acordó avanzar con la implementación de la Ley de Emergencia Social, aprobada en diciembre pasado en el Congreso.
El próximo jueves debe definirse la puesta en marcha de esta normativa tras la reunión que sostendrá los representantes de los grupos sociales Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) con la ministra de desarrollo Social, Carolina Stanley.
En esta seguidilla de movilizaciones también se enmarca para el 15 de marzo un Ruidazo nacional, con réplicas en 20 plazas de todo el país, contra los tarifazos que el gobierno viene aplicando en los últimos meses a servicios básicos y contra el ajuste económico.
Por último se espera una gran movilización de organizaciones de derechos humanos y sociales, partidos políticos y sindicatos para el 24 de marzo, una fecha muy significativa para los argentinos: el día de la Memoria, la verdad y la Justicia, que recuerda a las víctimas de la última dictadura militar (1976-1983).
La marcha reviste un día muy significativo, tras la polémica desatada en enero pasado, cuando por un decreto presidencial hacía movibles varios feriados nacionales, entre ellos esta fecha, tan sensible para el país.
El Gobierno Nacional finalmente dictó un nuevo decreto rectificador con la decisión de establecer la inamovilidad del 24 de marzo, el 2 abril y el 20 de junio.