De acuerdo con el estudio, las contribuciones van desde poco más de 550 mil dólares en Montana, hasta 3,1 mil millones de dólares en California, donde viven más de tres millones de los extranjeros en situación irregular.
El informe señaló que los inmigrantes indocumentados en todo el país pagan un promedio estimado de ocho por ciento de sus ingresos en impuestos locales.
Al mismo tiempo destacó que conceder el estatus legal a esas personas como parte de una reforma migratoria integral, y permitirles trabajar de forma legítima, aumentaría sus contribuciones impositivas en un promedio de 2,18 mil millones de dólares al año.
Según el reporte, si estas personas fueran deportadas a gran escala, los ingresos de estados y ciudades sufrirían un duro golpe.
El ITEP indicó que una información exacta sobre las contribuciones fiscales de los indocumentados es más necesaria que nunca, cuando la retórica divisiva y objetable no ha disminuido en los primeros meses de la administración de Donald Trump.
Para el instituto, que se describe como una organización no partidista sin ánimos de lucro, las políticas adoptadas y apoyadas por el nuevo Gobierno caracterizan a las familias indocumentadas como delincuentes y promueven las deportaciones indiscriminadas.
Al igual que no debe ser ignorado el impacto horrendo de la ruptura de las familias, tampoco debe omitirse el costo en contribuciones fiscales del aislamiento o deportación de inmigrantes indocumentados, apuntó.