Las relaciones con el presidente, la experiencia profesional y la eficacia de su equipo: estos tres parámetros determinan la influencia y el papel a desempeñar del vicepresidente de cualquier Administración, asegura Josh Rogin, analista del diario 'The Washington Post'.
Mike Pence, que ocupa actualmente dicho cargo en Estados Unidos, está teniendo "imperceptiblemente" mucho éxito en todos estos ámbitos, opina el periodista.
Rogin pone como ejemplo lo siguiente: Pence está a menudo presente en las conversaciones que el presidente Donald Trump mantiene con otros líderes mundiales, recibe el correo diario del mandatario y ha desempeñado un importante papel en los nombramientos de Dan Coats como futuro jefe de la Inteligencia norteamericana, de Mike Pompeo como jefe de la CIA, y de Nikki Haley como embajadora de EE.UU. ante la ONU.
Asimismo, Rogin recalca que Pence ha elegido a personas muy experimentadas para las posiciones clave de su equipo de Seguridad Nacional, como su consejera en este área, la coronel retirada Andrea Thompson, que tiene una gran experiencia en Inteligencia, o Joan O’Hara, exmiembro del Comité de Seguridad Interior de la Cámara de Representantes.
Además, el periodista opina que Pence sabe "mantener su credibilidad" ante el mandatario, de modo que la puede utilizar con efectividad cuando lo cree necesario. Entre otros ejemplos de ello, Rogin recalca que el vicepresidente aconsejó a Donald Trump obligar a su asesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn, a renunciar a su cargo.
Por todo esto, el analista concluye que si Donald Trump sigue confiando en su vicepresidente y si este logra obtener más experiencia y evitar una excesiva participación en política interior, Pence podrá alcanzar cada vez más influencia a nivel internacional.