Brasil puede convertirse en la quinta economía del mundo en 2023
Un informe de la consultoría británica CEBR prevé que el país supere a Alemania y Reino Unido dentro de diez años, y que China se convierta en el número uno del planeta en 2028
A pesar del bajo crecimiento del PIB brasileño, el mayor mercado de Latinoamérica está destinado a crecer e incluso a superar a economías desarrolladas, como Reino Unido y Alemania, en los próximos años. Es lo que prevé la consultoría británica Centro de Investigación Económica y de Negocios (CEBR, en sus en inglés), que destaca que Brasil ya pasó en 2011 de séptima a sexta economía global, aunque perdió el puesto por el bajo crecimiento y la devaluación cambiaria.
En un nuevo informe divulgado este jueves, el CEBR prevé que el aumento de productividad en la agricultura y los resultados del acuerdo global de la Organización Comercial del Comercio para impulsar el comercio beneficiarán a Brasil, que en 2023 será la quinta economía del mundo. Para entonces, el PIB de Brasil pasará de los actuales 2,2 billones de dólares a los 3,7 billones.
Otros países emergentes también van a moverse en el tablero económico global, como India, que saltará del número 11, con un PIB de 1,7 billones de dólares, al cuarto lugar, con un PIB de 4,1 billones de dólares, beneficiada por el crecimiento demográfico.
China, por su parte, mantendrá el ritmo de expansión, según el CEBR, y se convertirá en la economía número uno del planeta en 2028, superando a Estados Unidos. Entonces, el PIB chino será cuatro veces mayor que el actual, llegando a los 33,5 billones de dólares. Ese año, India también escalará una posición en elranking, rebasando a Japón y transformándose en la tercera mayor economía del mundo. Las optimistas proyecciones para los países en desarrollo del CEBR apuntan que el Brasil alcanzará un PIB de 5,1 billones de dólares en 2028.
El pueblo brasileño y sus movimientos sociales, protagonistas junto al Partido de los Trabajadores de un proceso democrático de transformaciones hacia la justicia social, están hoy en las calles en defensa de la democracia y la institucionalidad, de su Presidenta Dilma Roussef y del ex Presidente y líder histórico Lula Da Silva, amenazados por el golpe antipopular desatado por la derecha.
Junto a ellas y ellos, desde una América Latina que también ha transitado caminos de cambio en estos años, construyendo soberanía, integración alternativa, dignidad popular, estamos presentes, y expresamos:
– Nuestra solidaridad ante el ataque golpista contra Dilma y Lula, desplegado por sectores antipopulares, reaccionarios, militaristas, neoliberales, racistas. Tenemos la confianza en que, con el apoyo popular, será superada esta nefasta coyuntura y se fortalecerán los caminos democráticos para continuar con una agenda soberana de transformaciones.
– Nuestro reconocimiento a los aportes de los sectores populares y progresistas de Brasil a los procesos de búsqueda activa y solidaria de alternativas en la región y el mundo, como son el Foro Social Mundial, la Marcha Mundial de las Mujeres, el Movimiento Sin Tierra, entre otros.
– Nuestro rechazo a la manipulación mediática, que distorsiona y confunde a nivel internacional, afectando la integridad de Dilma, Lula y de los sectores progresistas y de izquierda, sometidos hoy a un verdadero linchamiento mediático.
¡No al golpe antipopular! ¡Con la democracia, con Dilma y Lula!
Red de Mujeres Transformando la Economia –REMTE- Ecuador
BRASILIA, 11 ene (Xinhua) -- El ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), afirmó hoy que "se preparen", porque si es necesario será candidato a la presidencia en las elecciones de 2018.
En su primer acto público del año, un evento del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) en Salvador de Bahía (noreste), el político adelantó que durante 2017 recorrerá el país para recuperar su imagen y la del Partido de los Trabajadores (PT), "criminalizado por la prensa y por la justicia".
Lula da Silva estuvo acompañado por quien fue jefe de Gabinete de la destituida ex presidenta Dilma Rousseff (2011-2016), Jaques Wagner; por el ex presidente de la petrolera estatal Petrobras, Sergio Gabrielli; y por el teólogo Leonardo Boff, entre otras personalidades.
En alusión a versiones de que adversarios intentarían una operación política para impedir su candidatura a través de inhibiciones judiciales, el ex mandatario resaltó que todos los ciudadanos deben tener derecho a presentar candidatura a la presidencia.
"Si (el presidente) Temer quiere ser (candidato), excelente. Si (el canciller) Serra quiere ser, excelente. Si (el juez) Moro quiere ser, excelente. Si los comisarios quieren ser, excelente. Todo el mundo que quiere ser candidato tienen ese derecho, entra en un partido y sale a las calles", afirmó.
El ex mandatario defendió en su discurso que la economía brasileña, sumergida en una severa recesión, vuelva a crecer a través de inversiones públicas.
Dijo que Brasil necesita una reforma agraria y volver a utilizar los bancos públicos para financiar a la agricultura familiar, los pequeños empresarios y los consumidores.
"La única manera de que este país crezca es que el Estado invierta. La única manera de que la deuda (pública) caiga con relación al PIB (Producto Interno Bruto), es hacer que el PIB crezca", afirmó.
A su vez, el presidente nacional del PT, Rui Falcao, expresó durante el evento que no fue tomada una decisión sobre la posible candidatura presidencial de Lula da Silva, pero que es una "aspiración nacional".
Manifestación contra la reforma de las pensiones en Río de Janeiro. Foto: M. SCHINCARIOL AFP
Lula vive una semana impresionante. El lunes habló en la apertura del congreso de los trabajadores rurales, a una platea de miles de personas, en Brasilia. El martes tuvo que declarar en un proceso absurdo en el cual es reo, sin ningún argumento. El fue, acompañado de la militancia política, contestó a todo, concluyó con un discurso político sobre su trayectoria, sobre su gobierno y la denuncia de las persecuciones que sufre. Fue tan demoledor, que el principal cronista de derecha, de la revista Veja, dijo que Lula se había comido totalmente al juez, había salido muy bien.
El miércoles fue un día muy importante en la lucha en contra del paquete neoliberal del gobierno de Temer. Fue convocada una jornada de movilizaciones nacionales y de huelga en contra específicamente de la reforma sobre las jubilaciones y de la reforma laboral que el gobierno tramita en el Congreso.
Fue la jornada de movilizaciones populares más grande que Brasil ha conocido desde la ruptura de la democracia. Hubo manifestaciones callejeras en cientos de ciudades por todo el país. En una ciudad como Sao Paulo, por primera vez los servicios del Metro y de omnibús pararon, generando una situación nunca antes conocida en la ciudad más importante de Brasil.
La concentración más grande de la jornada fue en la avenida Paulista, la principal vía de Sao Paulo, donde se concentraron 500 mil personas, las cuales se las arreglaron para llegar, pese a la huelga de los transportes. Líderes sindicales y de movimientos sociales –como los Sin Tierra y los Sin Casa, entre otros– hicieron uso de la palabra, hasta que llegó Lula.
Lula dijo que el pueblo sólo se detendrá cuando pueda elegir democráticamente su gobierno, mientras la multitud que lo escuchaba coreaba su nombre. Criticó las medidas propuestas por el gobierno de Temer y afirmó que debería ser presidente de una empresa, para vender lo que produjera y no los bienes del pueblo brasileño. Agregó: Este país era respetado en todo el mundo; hoy tenemos un presidente que no tiene coraje ni de ir a Bolivia.
Como pasa ahora con todas las reuniones en que participa Lula, terminan teniendo un carácter de campaña electoral, con las consignas tradicionales de las campañas anteriores de Lula. De hecho, el PT ha decidido que lanzará la precandidatura de Lula a la presidencia de Brasil antes incluso del congreso del partido –que se realizará los días 1, 2 y 3 de junio–, para imponer un clima de disputa electoral desde ahora. Para ello Lula prepara un plan de seminarios para discutir su plataforma política para la campana del próximo año.
Un reportaje de Folha de Sao Paulo, de una periodista de Curitiba, a partir de hechos de la Operación Autolavado y los procesos en contra de Lula, dijo que el plan es tratar de sacar al ex presidente de la vida política entre junio y octubre de 2018, es decir, en el auge de la campaña electoral, que se concluirá en octubre de ese año. Es difícil imaginar, a partir del clima de movilización de masas en la perspectiva electoral ya iniciado en Brasil, sumado al desgaste cada vez más grande del gobierno, que sea posible una operación jurídica en contra del líder más popular de la historia brasileña, desde ahora ya el líder de las encuestas en todas las circunstancias, en primera y segunda vuelta.
El día 3 de mayo, el juez Sergio Moro, quien directamente se erigió en el enemigo político de Lula y busca inhabilitarlo electoralmente, el mismo que ha intentado meterlo a la cárcel desde hace un año, convocó a Lula a declarar en Curitiba. Una ciudad que no es el feudo privilegiado de Moro –él la llama república de Curitiba–, a tal punto que una manifestación convocada por sus simpatizantes para apoyarlo, la semana pasada, tuvo la participación de solamente 15 personas.
Por otra parte, se convoca a una inmensa manifestación para acompañar a Lula el día de la declaración, que se anuncia en una circunstancia especial, con el enfrentamiento entre los partidarios del ex presidente y de sus detractores, además de que se verán frente a frente por primera vez Lula y Moro. Por la experiencia de esta semana, Lula, quien ya llamó a los jueces responsables por la persecución a su mujer, no dejará pasar esa oportunidad para no sólo defenderse de las acusaciones, sino también para relatar su trayectoria como líder social y político, recordar las conquistas de su gobierno y denunciar las persecuciones de que es víctima.
Pero antes de ese momento, concluyendo una semana muy intensa, Lula irá, con Dilma, al noreste, a la provincia de Paraiba, hacia donde llega el río más importante de Brasil, el río Sao Francisco, cuya obra es responsabilidad de los gobiernos del PT, pero que Temer fue a inaugurar la semana pasada, bajo protestas de la población local, que sabe que la paternidad de la obra es de Lula y de Dilma. Será una manifestación extraordinaria, para la cual se preparan caravanas de todo el noreste del país. Será un fin de semana simbólicamente muy fuerte y políticamente consagrador para Lula y también para Dilma.
Mientras tanto, si el gobierno ya sufría muchas dificultades con su propia base parlamentaria para aprobar su proyecto de modificaciones del sistema de jubilaciones, a partir de las manifestaciones de hoy las perspectivas son todavía peores para el gobierno. A lo que se suma el inicio de los procesos en contra de por lo menos cinco ministros de Temer, en el Supremo Tribunal Federal.