El acto del 24 de Marzo celebrado por las organizaciones afines al kirchnerismo sorprendió a no pocas personas. El documento leído durante el mismo tomó en cuenta aspectos sobre los que, durante muchos años, se había guardado prudente silencio o habían sido criticados en dosis homeopáticas.
El pedido por la aparición de Jorge Julio López, la celebración de la detención de César Milani o la reivindicación de luchas como las AGR-Clarín o Textil Neuquén, entre otras, entraron en el discurso de manera un poco sorpresiva.
Algunas de estos hechos fueron nombrados -muy esporádicamente y de manera excepcional- en documentos de actos anteriores bajo el kirchnerismo. Pero lo que primó, en todos esos años, fueron los “olvidos” sobre muchas de estas cuestiones.
Ahora, en la oposición política -y en la búsqueda de rearmar el peronismo y su lugar en el mismo-, los referentes de los organismos de derechos humanos afines al kirchnerismo intentan aportar a garantizar el flanco izquierdo de ese rearmado político. En ese objetivo es que hay que analizar este repentino giro discursivo.
La mención a Jorge Julio López choca con el hecho de que la expresidenta Cristina Fernández no hizo nunca -en 8 años- mención a la desaparición del albañil que fuera testigo en el juicio contra el genocida Etchecolatz.
Desde el palco se afirmó que “en esta misma plaza exigimos que la Justicia investigue a Milani y hoy festejamos que se haya avanzado”. Sin embargo, las pruebas comprometían al genocida ya en 2013, cuando fue designado como jefe del Ejército. Algunas de esas pruebas fueron presentadas por el CELS. A pesar de ello, en los dos años siguientes, los actos nunca exigieron su destitución como titular de esa fuerza.
El discurso también habló de la situación de los pueblos originarios y denunció la represión que se ejerce en Neuquén contra el pueblo mapuche. El documento “olvidó” los asesinatos que se cometieran en la Formosa del gobernador kirchnerista Gildo Insfrán. También dejó de lado el acampe de muchos meses que la comunidad QOM llevara a cabo en pleno centro de la Ciudad de Buenos Aires, sin que el anterior Gobierno se dignara a atenderlos.
El giro discursivo llegó al punto de hacer una reivindicación de la militancia de los años ’70 que incluyó, como nunca antes, a una amplia gama de organizaciones, con una lista en la se incluyó hasta al PST. Se trata de los “troskos” que siempre han sido más criticados que reivindicados.
La llamativa reivindicación de las luchas obreras tampoco dejó de sorprender. Sin embargo, la mención a la pelea de AGR-Clarín no alcanza a tapar la ausencia casi absoluta del kirchnerismo en esa pelea. El discurso también “olvidó” el hecho de que fue el mismo Sergio Berni quien reprimió brutalmente, en múltiples ocasiones, luchas de los trabajadores. El caso de la autopartista Lear (2014) está ahí para documentarlo.
Pero este 24 de Marzo, la Plaza de Mayo también fue ocupada por el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia. Un espacio que ha sabido mantener la independencia política frente a los Gobiernos de turno. Un espacio que hizo todas estas denuncias de manera persistente durante años. Por ello mismo, fue muchas veces blanco de los ataques de sectores kirchneristas.
Ahora, en el marco del año electoral y de manera repentina, el kirchnerismo “recordó” algunas peleas en las cuáles solo estuvieron, por mucho tiempo, los organismos independientes, la izquierda y el sindicalismo combativo.
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