La liberación de Cruz, que había huido a España, pero fue extraditado de regreso a su país, ha provocado indignación entre los activistas de derechos humanos y ha reforzado la percepción social de que las personas con dinero y conexiones políticas en México están por encima de la ley.
“¿La manoseó, la tocó de una forma abiertamente sexual, pero porque no lo disfrutó, no es abuso sexual?”, se pregunta con ironía Estefanía Vela Barba, activista en temas de género.
“El juez entiende que como no había placer en el acto, entonces buscaban causar humillación. Está claro que ellos la estaban molestando, pero según el juez, si la intención no era el placer, entonces no es una agresión sexual", explica Vela, que trabaja en el departamento de estudios jurídicos del Centro de Enseñanza e Investigación en Economía.
"No soy yo una loca que va diciendo esto. Estas palabras han salido de la boca del juez, que afirma que si te tocan contra tu voluntad, puede que no sea abuso”, remata Vela.
El caso de Los Porkys ha provocado una indignación generalizada en México, sobre todo porque tuvo lugar en Veracruz. Este estado costero se ha convertido en los últimos meses en un símbolo del fracaso del Estado mexicano para garantizar incluso una apariencia de estado de derecho.
Miles de mujeres han desaparecido en el fragor de una creciente batalla entre facciones rivales del crimen organizado. A principios de este mes se descubrieron más de 250 cráneos humanos en lo que se supone que es un cementerio clandestino de cárteles. Mientras tanto, el exgobernador del estado, Javier Duarte, sigue prófugo tras ser acusado de robar grandes cantidades de dinero público.
El caso de Los Porkys es también un símbolo. El del desenfreno y la impunidad de los hijos de la élite mexicana. Quince meses después del ataque, la víctima describió su calvario públicamente en Facebook, en un aparente intento de avergonzar a las autoridades y prersionarlas para que tomaran medidas.
"No tengo nada que arrepentirme –escribió la joven–. He bebido. He ido a fiestas. He usado faldas cortas como muchas chicas de mi edad… ¿Voy a ser juzgada por eso?, ¿Por eso me merecía lo que pasó?”.