Una declaración que se aprueba sin votación. Una reunión que se realiza a pesar de haber sido suspendida. Un «problema» o asunto para debatir que no existe. Cualquiera de estas afirmaciones podrían parecer un sinsentido, y sin embargo fue lo que ocurrió ayer en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Pareciera una comedia del absurdo si el asunto no fuera tan serio. Bolivia, en su condición de presidente pro tempore de ese mecanismo regional, había suspendido la sesión de este lunes que se proponía analizar la situación en Venezuela, específicamente tras la decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de esa nación de suspender los poderes a la Asamblea Nacional.
Lo había hecho en consideración a que la convocatoria de la reunión había sido inconsulta y no se había entregado documentación alguna a la representación de ese país, que debía conducir el debate. A ello podría añadírsele la decisión soberana del TSJ venezolano de no aplicar las sentencias 155 y 156.
Pero la sesión se llevó a cabo. No con la conducción de Bolivia, en su condición de presidente, o de Haití, como vicepresidente; sino bajo la tutela de Honduras, en una maniobra por forzar que se produjera ese debate.
Finalmente participaron en el mismo 21 de los 35 miembros de la OEA; mas, para lograr esa concurrencia, fue necesario antes decretar un receso para avisar a los países ausentes de la sala del Consejo. Así de «seria» era la convocatoria.
Como una ruptura en el orden institucional del mecanismo interamericano calificó el representante de Bolivia a la reunión por la forma en que se llevó a cabo, y en la que, sin que se desarrollara una votación, se adoptó por una supuesta mayoría una declaración en la que se insta al Gobierno de Venezuela a «actuar en los próximos días para garantizar la separación de poderes constitucionales y restaurar la plena autoridad de la Asamblea Nacional».
Bolivia, tras patentizar su protesta, se había retirado de la sesión, como también lo hicieron los representantes de Nicaragua y la propia Venezuela. Otras naciones como El Salvador y República Dominicana, consideraron que la vía del diálogo entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición es la adecuada para la solución de los problemas de ese país y se manifestaron en contra del documento, posición a la que se adhirieron Belice y Bahamas.
Qué se busca con esta declaración… Crear un escenario para una intervención mucho mayor en los asuntos internos venezolanos. Así lo demuestra el texto de la misma donde se dice que se emprenderán, «en la medida que sea necesario, gestiones diplomáticas adicionales para fomentar la normalización de la institucionalidad democrática, de conformidad con la Carta de la Organización de Estados Americanos».
Por lo pronto Luis Almagro, secretario general de la OEA, en la propia sesión, criticó incluso la constitución venezolana, como si este no fuera un asunto que compete única y exclusivamente a ese país y al pueblo que legítimamente la aprobó en 1999.
REACCIONES ANTE EL INJERENCISMO
«Es indignante el papel que están jugando estos gobiernos de la derecha contra Venezuela» dijo el presidente Nicolás Maduro en un discurso durante un consejo de vicepresidentes, respondiendo a la agresión gestada en la OEA al tiempo que agradeció el apoyo de los países que respaldan a la nación sudamericana en esta situación.
Maduro reiteró su llamado al pueblo venezolano a la unión para contrarrestar el golpismo contra la patria bolivariana.
Jamás vi nunca en los casi 70 años de existencia de la OEA un bochorno, un verdadero bochorno (...) le dieron un golpe de Estado a la presidencia y la vicepresidencia del Consejo Permanente que habían asumido el día de hoy Bolivia y Haití, respectivamente, expresó el jefe de Estado venezolano.
Por otro lado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela calificó como «flagrante agresión a la institucionalidad de la Organización» la reunión y declaró que significaba una «regresión oscura al pasado intervencionista de la OEA».
«Esta patria sagrada, soberana, libre e independiente jamás se doblegará ante los poderes imperiales y sus cipayos», así culmina el comunicado del Ministerio.
El representante de Bolivia ante la OEA, Diego Pary Rodríguez, anunció que denunciará el golpe institucional a la presidencia de su país del Consejo Permanente ante todos los organismos internacionales.
«En la OEA se ha perpetrado un golpe institucional, se ha desconocido la presidencia de Bolivia» y la vicepresidencia de Haití, aseveró Pary Rodríguez en una entrevista para Telesur.
Indicó que las decisiones tomadas en la sesión de este lunes sobre Venezuela son «totalmente ilegales y arbitrarias y no responden a la normativa y al derecho internacional».
El pueblo venezolano se movilizará hoy martes en el centro de Caracas, en defensa de la democracia y la institucionalidad del país, informó Adán Chávez, dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).