El pasado martes 4 de abril concluyó la fecha límite para que las compañías interesadas en construir el muro fronterizo entre Estados Unidos y México, propuesto por el presidente Donald Trump, presentaran sus propuestas de diseño.
Entre las condiciones que ha exigido la administración estadounidense para la licitación están que su altura sea entre 5,4 y 9,1 metros, que sean diseños que hagan imposible perforarlo de forma subterránea y que la cara norte del muro sea "agradable estéticamente en color y textura", además de ser imposible de escalar y resistir intentos de demolición.
Aunque la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza no ha desvelado la lista de empresas que se han presentado a la licitación, han trascendido algunos de los proyectos, que van desde muros resbaladizos hasta otros que incluyen el almacenamiento de residuos nucleares o la utilización de paneles solares.
Dark Pulse Technologies, una empresa de Arizona que se presenta como "líder en la distribución de soluciones de sensores de fibra", propone construir un muro de hormigón de alta resistencia, capaz de detener cualquier tipo de ataque. Además, llevaría integrados sensores especiales, que podrían notificar a los agentes fronterizos la ubicación exacta de cualquier sabotaje en tiempo real. Este muro presenta como principal característica que su superficie estará recubierta por una especie de barniz resbaladizo que evitará posibles escaladas.
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Almacén de vertidos nucleares
La compañía Clayton Industries Inc., con sede en Pittsburg, ha presentado un prototipo de muro que almacena vertidos nucleares en fosos de al menos 30 metros de profundidad. Esta propuesta tendría dos importantes características para la administración estadounidense. Por un lado, el dinero que recolecta el Departamento de Energía de EE.UU. a través de los beneficiados por la energía nuclear ayudaría a pagar la construcción del muro y, por otro, incluye la opción de poder utilizar estos residuos para generar electricidad.
Gleason Partners LLC, una empresa con sede en Las Vegas que se presenta en su página web como "un pequeño negocio 100% propiedad de veteranos de Vietnam", propone construir un muro cubierto de paneles solares. Así, conseguirían proporcionar electricidad para la iluminación, los sensores y las estaciones de la policía fronteriza. Según la empresa, el proyecto presenta como beneficio que la venta de la electricidad generada a otras empresas del servicio eléctrico podría cubrir el coste de la construcción del muro en 20 años.
La compañía Crisis Resolución Security Services Inc., con sede en Clarence (Illinois) se ha inspirado claramente en la Gran Muralla China para presentar su proyecto. Se trata de un muro de 17 metros de altura que incluye contrafuertes y torres de castillo. Además, tendría siete metros de ancho en la parte superior que permitiría habilitar un corredor para que los turistas visitasen la zona.
Entre los requerimientos para construir el muro figura que este debe ser estéticamente agradable, aunque solo en su lado norte. Con esta idea, la compañía Concrete Contractors Insterstate, en San Diego, ha propuesto un muro de hormigón pulido ensanchado que se camuflaría en la naturaleza. Además, contempla la decoración del muro con piedras y otros objetos a lo largo de sus más de 3.000 kilómetros y en ambos lados de la frontera, no solo en la parte estadounidense.
Entre las propuestas presentadas, algunas han tenido en cuenta a los animales para diseñar su prototipo. Este es el caso de la compañía Black Security Products, en Austin (Texas), que ha incorporado a su muro agujeros de cuatro pulgadas en la parte inferior para permitir que los animales pasen de un lado a otro de la frontera sin ser detectados. Además, incorpora un sistema de rocas para que las criaturas más pequeñas puedan deslizarse a través de la pared.
Tampoco han faltado las propuestas críticas con la construcción de un muro fronterizo. Este es el caso del proyecto presentado por un grupo de arquitectos e ingenieros mexicanos y estadounidenses, que propone una nación compartida a lo largo de la frontera, "abierta a ciudadanos de ambos países que reciba mantenimiento de México y EE.UU.". Así, entre San Diego y Tijuana, además de otros puntos situados en ambos lados de la frontera, se crearían bibliotecas, museos, galerías y talleres. 'Otra Nation' (Otra Nación) prohibiría también la extracción de petróleo y la minería en la zona, que estaría conectada por un sistema supersónico de tránsito 'Hyperloop'.
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Anti-muro musical o de hamacas
Otro proyecto crítico es el presentado por el estudio JM Design, en Pensilvania. Su equipo de diseñadoras y artistas, todas mujeres, ha presentado varios bocetos que invitan a la reflexión. Una de las imágenes presenta una pared compuesta por tubos de órganos musicales de 10 metros con aberturas cada seis metros para permitir que la gente pueda pasar de un lado a otro. Otro de sus dibujos muestra hamacas colgadas de árboles de más de 9 metros a lo largo de la frontera.
María Jesús Vigo Pastur