En entrevista con el diario La Jornada, Rousseff dijo que si las elecciones de 2018 transcurren en el marco constitucional, Lula ganará la presidencia.
Pero tampoco descartó que por medios neogolpistas se invalide el proceso electoral e irrespete el voto popular. El fantasma del golpe de Estado sigue rondando Brasil, alertó.
Rousseff está de visita en la capital mexicana donde, junto con el excandidato presidencial Cuauhtémoc Cárdenas disertará sobre el tema de la democracia en América Latina.
Brasil está viviendo un proceso acelerado para imponer un Estado de excepción, con medidas específicas que corroen la democracia, apuntó ante la alta impopularidad del gobierno de Michel Temer. La gente se está dando cuenta de la verdad, añadió.
Expresó que en su país se dio el golpe para 'desmantelar las políticas sociales y de desarrollo y para encaminar al país, política, social y económicamente hacia el neoliberalismo. Se han eliminado las políticas sociales, se ha vendido el patrimonio público, se han desmantelado algunas empresas estatales'.
'Por ejemplo, el Congreso ilegítimo aprobó una enmienda que congela durante 20 años el gasto en salud y educación. Es una medida que evidencia su carácter eminentemente autoritario, y más que eso inconstitucional', indicó.
'Por otra parte, ellos ya empezaron a vender el patrimonio nacional, los recursos petroleros, las tierras, a quien quiera que venga, incluso a los capitales extranjeros', acotó.
Según la exmandataria, a medida que se acercan las elecciones de 2018 la situación nacional se torna más contradictoria, con un desgaste grande del gobierno y el aumento de la popularidad y aprobación hacia la candidatura de Lula.
Entre tanto, subrayó-, transcurre toda esta avalancha de acusaciones y juicios por corrupción que han alcanzado ya a ocho ministros, 24 senadores, 39 diputados federales, tres gobernadores y un juez del tribunal de la cuenta pública.
Apuntó que el golpe de Estado en Brasil rompió la relación interregional. 'No están enteros ni la Unión de Naciones Suramericanas, ni el Mercado Común del Sur ni la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, los tres organismos que en ese periodo crecieron bastante'.