Discurso de la canciller de la República Bolivariana de Venezuela Delcy Rodríguez Gómez en el Palacio Municipal de Caracas, el 19 de abril de 2017, con motivo del aniversario de la rebelión de abril de 1810
Acá estamos en la Caracas bonita, en la Caracas valiente, la cuna de la revolución latinoamericana y caribeña, hoy entendemos por qué Caracas es la cuna de la revolución latinoamericana, desde aquí mi saludos a todo el pueblo caraqueño, yo diría al valiente pueblo de Caracas, saludos al Alcalde Jorge Rodríguez, la Jefa de Gobierno de Caracas Carolina Cestari, Nahum Fernández Presidente del Consejo Municipal de Caracas, Freddy Bernal Secretario Nacional de los Comité Locales de Abastecimiento y Producción, a Ministros y Ministras.
Quiero también saludar especialmente al Mayor General Ornella Ferreira, comandante de la Región Estratégica de la Defensa Integral (REDI) Capital y al General de División Martínez Stapulioni, comandante de la Zona Operativa de Defensa Integral (ZODI) del Distrito Capital, al Embajador de Belarus Oleg Paferov y su distinguido Ministro de Industria Sr. Vitalli Vovk.
Vicecancilleres, directores del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores, directores y funcionarios de la Alcaldía de Caracas, pueblo de Caracas, yo diría valiente pueblo de Caracas.
Aquí a 207 años del primer paso decidido y victorioso al proceso de independencia de Venezuela, y también hay que decirlo así, de la Patria Grande, el Comandante Chávez resaltaba esta fecha como un primer paso en el proceso independentista, de unión y de integración de la Patria Grande.
Por aquellos días, en 1810, se gestaba una conspiración antiimperialista que depondría el Gobierno español de Vicente Emparan, gracias a conjunción política de los criollos, de los mantuanos, de la burguesía local, del pueblo llano, los negros, los pardos, el Ejército y la Milicia. Se instalaría así un Gobierno criollo venezolano, fue un movimiento revolucionario, una rebelión popular militar que derrocó al Gobierno español personificado en Vicente Emparan.
Está allí en esta fecha también, el germen del proyecto nacionalista venezolano; con la deposición del Gobierno español de Emparan, se instala la Junta Suprema de Caracas, conformada por la burguesía local incipiente, por los criollos y por líderes populares, siendo una de sus primeras acciones la creación de la Escuela Militar de Caracas, que luego se convertiría en la Escuela Militar de Venezuela.
Esto es importante resaltarlo, porque desde la burguesía nacional se pretende borrar el papel que jugó el Ejército y la Milicia en el germen independentista y antiimperialista.
La unión cívico-militar ha estado presente en todo proceso de rebelión, de insurrección antiimperialista, de la revolución de abril de 1810. La unión cívico-militar siempre estuvo presente en el proceso de Independencia de Venezuela.
La Milicia y el Ejército existen desde que existe la Patria, jugaron las milicias, las milicias pardas, un papel determinante en el proceso de Independencia.
Yo quiero, con mucho respeto, recordarle al presidente Santos, presidente de la hermana República de Colombia, que anda preocupado por las milicias venezolanas, que de allí nació la espada que le daría la libertad, no solamente a Venezuela, sino también a Colombia y a la Patria Grande.
No tiene de qué preocuparse presidente Santos, es una espada de independencia y de libertad; somos un pueblo valiente y así ha quedado marcado por siempre en nuestra historia.
Esta fecha conmemora también el nacimiento del Poder Popular como poder político, poder constituyente, y conmemora el primer paso victorioso a la declaración de Venezuela como una Patria soberana e independiente.
Al canciller de España tampoco; a la España neocolonial no le agrada que existan milicias en Venezuela, y no puede agradarle porque le recuerda atávicamente la derrota contundente que le propinó el Pueblo de Venezuela, su Ejército y su Milicia, al imperio español, en perfecta unión cívico-militar.
Acá, en presencia de los generales patriotas, rendimos homenaje a los soldados de la Patria, al Ejército Libertador, que defienden la sagrada soberanía de Venezuela y su integridad territorial.
Hoy, 207 años después, estamos en perfecta unión cívico-militar defendiendo la independencia, proceso histórico que iniciaron nuestros libertadores y que aun no culmina.
Chávez lo llamó correctamente la independencia imperfecta; no puede haber independencia cabal si solamente tenemos el poder político, hay que ir por la independencia económica, por la independencia tecnológica, por la independencia cultural de los centros hegemónicos.
Tampoco será posible sin la unión de todos los países que estamos llamados históricamente a la unión y a la integración.
Hace 3 años exactamente, en esta capilla sagrada, recinto de soberanía, recinto de independencia y de libertad, estaba un soldado de la Patria, hermano en la vida, hermano en revolución, el soldado Eliécer Otaiza. Estaba acá, dirigiéndose al pueblo de Caracas, al pueblo de Venezuela, con sus sabias palabras, un pensador único, republicano, bolivariano hasta sus huesos; a los niveles que lo llevó a inmolarse por la Patria soberana.
Y nos decía Eliécer que el presidente Maduro también cuando estaba cumpliendo apenas un año de ser electo como el primer presidente chavista de la República Bolivariana de Venezuela, decía: el presidente Maduro nos convoca al espíritu del 19 de Abril, en medio de nuevas conspiraciones e intentos imperiales, nos convoca a través de la paz, la unión, la lucha y la victoria popular, para que sigamos construyendo patria. Palabras sabias de un soldado del Ejército Libertador.
Retomamos sus palabras republicanas, patriotas y antiimperialistas, para exaltar el deber de todo venezolano, de todo revolucionario, de defender, con sus huesos si es posible, la Patria soberana e independiente.
Este 19 de Abril marca no solamente el primer paso de la Independencia de Venezuela sino también de la Patria Grande. Ambos procesos sometidos, 207 años después, a graves amenazas que perturban su consolidación como proyecto histórico, pero que no vislumbran una victoria imperial.
La llegada de mercenarios de la política a Gobiernos que pretenden imponer el modelo neoliberal y de las oligarquías locales para satisfacer las apetencias de sus amos imperiales, se ve confrontado al poder de los pueblos; hoy, salvajemente reprimidos por fuerzas de seguridad antipopulares.
En todo el proceso de independencia, desde nuestros pueblos originarios, el pueblo de Venezuela jamás, ¡jamás!, se ha rendido; y hoy en una jornada también histórica, el pueblo de Venezuela no se rendirá porque vamos a propinar una contundente derrota a las fuerzas fascistas, a las fuerzas de la crueldad, a las fuerzas de la oscuridad, que pretenden intervenir a Venezuela.
Es el papel que juega la oposición venezolana, es el papel vergonzoso, apátrida, que juegan diputados de la oposición venezolana. Una oposición antidemocrática, una oposición violenta, una oposición que promueve y procura la intervención de nuestro país.
Hoy el pueblo de Venezuela les va a demostrar de qué estamos hechos, estamos hechos de más de 200 años, estamos hechos de más de 500 años, en insurrección permanente frente a los poderes imperiales.
500, 200 años después y más, henos aquí, como pueblo defendiendo la libertad, la soberanía y la independencia. El presidente Maduro, hace apenas unas horas señaló las graves amenazas imperiales que se ciernen sobre nuestro país, hoy sometido también a graves agresiones multiformes, que prefiguran un proceso intervencionista por los procesos imperiales.
Ahí está el papel de los cipayos, que andan por el mundo vociferando sobre Venezuela, como si con ello podrán tapar la vil traición a sus pueblos.
Hoy vi también a un canciller malinche, una vergüenza para la América Latina, los pueblos de Nuestra América se encargarán de pasar factura. Traición a los proyectos históricos simplemente por vender unos aguacates y ubicarlos en los mercados a las condiciones menos favorables para su pueblo.
Solo atienden las órdenes que sus amos imperiales les dictan, sus amos imperiales dirigidos desde los Estados Unidos de Norteamérica.
Hace apenas unas horas el presidente Maduro advertía de la gravedad que vive hoy el mundo, no solamente Venezuela está amenazada, el planeta entero, la humanidad, los pueblos del mundo están amenazados por un sistema de extremistas que conjugan los peores poderes bélicos con los poderes fácticos, mediáticos y financieros.
Ahí está la OEA también, como la llamó el Comandante Fidel Castro, el “ministerio de las colonias”, o el “cónclave inmoral” que excluyó en el año 1962 a nuestra hermana Cuba; ahí están jugando otro papel vergonzoso, a esta misma hora debe estar reuniéndose un Consejo Permanente Ordinario de esta Organización, y Venezuela dará la batalla, frente en alto, con su conciencia y su moral intacta, frente a este grupo minoritario de gobiernos que pretende promover una vergonzosa intervención en nuestro país.
El Departamento de Estado de los Estados Unidos, como bien lo dijo anoche el presidente de la República, llamó abiertamente a un golpe de Estado y tuvo la vergonzosa posición de amenazar a nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana, de amenazar a nuestras policías, a nuestras fuerzas de seguridad ciudadana, como si eso iba a acabar o iba a tapar más de 200 años de victorias contundentes del pueblo de Venezuela a los poderes imperiales. Nuestro Ejército jamás se doblegará, y cuando digo Ejército digo pueblo de Venezuela.
El pueblo de Venezuela, nuestros ancestros, nuestros libertadores, son ejemplo que marcan con acero nuestras conciencias libertarias y cubren nuestros corazones con la pasión patria.
Hoy conmemoramos 207 años del movimiento revolucionario cívico-militar; el pueblo de Venezuela siempre ha estado en unión cívico-militar para defender a la patria, para defender su libertad y su independencia.
Conmemoramos también y celebramos, los 4 años de la juramentación del primer presidente chavista, del presidente Nicolás Maduro Moros, quien con firmeza, valentía y temple, ha defendido la Patria frente a estas graves amenazas imperiales.
Pero además, estamos, el pueblo de Venezuela de pie, en las calles, defendiendo nuestra dignidad; de pie, frente a esos poderes imperiales y sus cipayos locales que pretenden imponer un modelo que el pueblo de Venezuela jamás, ¡jamás entiéndase!, volvería en su retorno a esa oscuridad cruel y penosa.
Yo digo con nuestro Libertador, pueblo de Venezuela, pueblo de Caracas como dice nuestro glorioso Himno Nacional, “seguid el ejemplo que Caracas dio”. Vamos todos a la calle a la defensa de Venezuela, que no se quede nadie. Y con nuestro Libertador decimos: “Cuando el clarín de la patria llama, hasta el llanto de la madre calla”.
Aquí estamos Venezuela, te amamos por sobre nuestra propia vida y estamos dispuestos a ofrendarla, si es necesario, para que sigamos siendo una patria independiente, soberana y libre, como fue marcada por nuestros ancestros y nuestros libertadores hace más de 200 y 500 años.
Muchas gracias.