"Estados Unidos solo esperaba tener un motivo", asegura a RT Adel El Zabayar, diputado emérito y presidente de la Federación de Asociaciones y Entidades Árabes de Venezuela (FEARAB).
"Las informaciones que se manejan sobre el supuesto ataque [químico] son las que suministran los grupos terroristas y sus gobiernos aliados. Eso nos hace presumir que se trata de un montaje más, al estilo del de la Plaza Verde de Libia o de las armas de destrucción masiva jamás encontradas en Irak. Mentiras para justificar una arremetida militar contra Siria", enfatiza El Zabayar.
Para el presidente de la FEARAB, organismo que agrupa a más de millón y medio de ciudadanos de procedencia árabe en Venezuela, un ataque con armas químicas "solo le conviene a los terroristas del Estado Islámico y al Frente Al Nusra", pero también a Arabia Saudita, que venía presionando al gobierno de Donald Trump. "Por eso se sospecha que Arabia Saudita sea el financista de esa operación", explica.
Un conocedor del conflicto
En 2013, Adel El Zabayar, entonces diputado socialista a la Asamblea Nacional, entregó una carta a la directiva del Parlamento solicitando permiso para incorporarse a las Brigadas de Defensa de Siria.
Hasta el presidente Nicolás Maduro saludó públicamente en septiembre de ese año la decisión de El Zabayar, cuando partió a defender la tierra de sus padres.
Buen conocedor el teatro de operaciones en Siria, El Zabayar indica que el más reciente ataque de Estados Unidos ocurre justamente cuando el Ejército sirio (junto a sus aliados) ha protagonizado avances importantes en las localidades de Idlib o Al Raqa.
"Llama la atención que la base militar atacada era la que brindaba apoyo logístico al Ejército para las exitosas incursiones ocurridas entre Al Raqa y Deir ez-Zor. Es bien extraño, porque desde esa base militar se lanzaron los ataques contra los terroristas del Estado Islámico, que abrieron paso a las tropas de Siria", subraya El Zabayar.
Un cambio de política
El pasado 30 de marzo la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, aseguró que a su Gobierno no le interesaba más la destitución del presidente de Siria, Bashar al Assad, como condición para acabar con la guerra civil en ese país.
Pocos días después, el 6 de abril, el presidente Trump dio un giro diplomático y lanzó una amenaza a Siria, horas antes del ataque con misiles.
"La política internacional de Donald Trump fue rápidamente neutralizada por el Pentágono, debido a las presiones de grupos de poder internos de Estados Unidos", según Adel El Zabayar.
Para el presidente de la FEARAB, está claro cuál es el juego de orientaciones políticas que mueve los hilos de esa nación.
"En Estados Unidos no existe un poder absoluto, el poder real está en manos del Pentágono y la industria guerrerista es la que decide cuál es la verdadera política que ejecuta ese Gobierno", concluye.
Ernesto J. Navarro