El Tribunal Supremo brasileño ha publicado las grabaciones que han provocado la mayor crisis en la historia del gobierno de MIchel Temer. En ellas, supuestamente se oía cómo el presidente autorizaba comprar el silencio de un diputado corrupto (lo que equivale a obstruir la justicia). Si bien esto no queda inmediatamente claro en el audio publicado por el Supremo, en él sí se oye al mandatario jactarse que uno de los fiscales que se supone que tiene que investigarle le mantiene informado. En las calles, la sensación de asfixia se agrava. La Bolsa ha cerrado a la baja, en las instituciones se oyen los tambores del impeachment y en las calles de las principales ciudades de Brasil, el pueblo pide unas elecciones adelantadas.
La segunda víctima de estas grabaciones sería el presidente del PSDB, Aécio Neves, principal aliado del gobierno Temer. Según relata Globo, en las conversaciones se escucharía a Neves pidiendo 600.000 euros a Joesly Batista que debería entregar al primo del pesedebista. La Policía Federal filmó la escena y rastreó el dinero que finalmente fue a parar a la cuenta del senador Zeze Perrella (PSDB), viejo amigo de Neves, investigado hace cinco años por el escándalo de un helicóptero que encontraron en el terreno del senador y que llevaba encima una carga de 430 kilos de cocaína.
La tercera víctima de los hermanos Batista sería el ex ministro, Guido Mántega, responsable de la cartera de Hacienda en el gobierno de Dilma Rousseff, y que según palabras de Joesly habría sido su “contacto en el PT para sobornar a los petistas”.
"Estado de extrema fragilidad"
Media hora después de darse a conocer la noticia en la cadena Globo el presidente de la Cámara, Rodrigo Maia, dio por finalizada la sesión del Plenario ante los gritos de la oposición que vitoreaban Fuera Temer y Elecciones directas ya.
En Brasilia el clima era de tensión, gritos y perplejidad, relataban a Público algunos de los periodistas habituales en el Congreso. Alessandro Molon, líder del partido REDE (al que pertenece la ex candidata presidencial Marina Silva) fue el primero en reaccionar y en apenas hora y media presentó un pedido de impeachment en la Cámara de los Diputados.
El contenido de las conversaciones, una vez homologadas por el juez Fachin, suponen un delito de obstrucción a la justicia cometido por el presidente dentro de su mandato (por lo tanto exento de la inmunidad presidencial) que le llevarían a un proceso de destitución casi inmediato.
Diversos periodistas señalaban la situación de “extrema fragilidad” en la que se encontraría el país, en un momento en el que nadie ocupa la vicepresidencia, y el segundo de Temer en la línea sucesoria sería el presidente de la Cámara, Rodrigo Maia, que en cualquier momento podría convertirse en reo de la Operación Lava Jato.
Maia también es quien puede aceptar el impeachment contra Temer. Si éste saliera adelante él sería también quien tendría que convocar elecciones indirectas, en las que el Congreso sería el responsable de elegir a un nuevo mandatario, ya que constitucionalmente –a un año y medio de las elecciones generales- no se podrían convocar elecciones directas.
Tras una hora y media de reunión en el Palacio de Planalto, el equipo del presidente envió una nota de prensa que niega el contenido de las conversaciones: "El mandatario jamás solicitó ningún pago para obtener el silencio de Eduardo Cunha". La nota sí reconoce la reunión entre Temer y los dueños de JBS, pero asegura que "no sucedió nada que comprometiera la conducta del presidente".
Según Esther Solano, profesora de Relaciones Internacionales de la Unifesp, Michel Temer no tendría salida: "Con estas informaciones las únicas posibilidades son que renuncie o que se enfrente a un proceso de destitución". El equipo de Temer adelantó que el presidente "no baraja en ningún momento la posibilidad de renunciar". También lo confirmó su mano derecha, Romero Jucá, el primer ministro del gobierno Temer que también tuvo que dimitir por unas conversaciones telefónicas donde prometía un pacto para acabar con la Lava Jato.
"Directas ya"
Pocas horas después de conocerse el contenido de las conversaciones, cientos de manifestantes se dirigieron al Palacio de Planalto en Brasilia para pedir la salida de Temer. Lo mismo sucedió en la Avenida Paulista de São Paulo, donde una centena de brasileños se concentraban para exigir la renuncia del mandatario y las elecciones “directas ya”.
A pesar de que es la primera vez en la historia que el país pasa por una situación como ésta, según la Constitución no se podrían permitir un adelanto de las elecciones en estos momentos. Constitucionalmente solo serían posibles unos comicios que se llevaran a cabo de forma indirecta, donde el Legislativo sería el responsable de escoger al nuevo mandatario.
Sin embargo en una situación en el que el Congreso brasileño está gravemente comprometido por diversos escándalos de corrupción, tanto expertos como los propios ciudadanos ponen en duda la legitimidad de las Cámaras para tomar ese tipo de decisión.
Este jueves ya hay convocadas manifestaciones a favor de las "directas ya" en las principales ciudades de Brasil. La presión en las calles será clave para ver hacia dónde va el futuro del país: "Tanto el Fuera Temer como el discurso de directas ya son ideas que unen a la izquierda y a la derecha del país, así que pueden sacar a la calle a muchos brasileños", le aseguraba a Público, la socióloga Solano.