CARACAS.— Este 23 de mayo también entra como un día grande en la historia del pueblo venezolano: ha sido el de la gran marcha de hombres y mujeres que aman la paz y la vida y que llegaron hasta el Palacio Presidencial de Miraflores, donde el jefe de Estado, Nicolás Maduro, dio lectura y firmó el Decreto que pone en marcha el nacimiento de una nueva Asamblea Nacional Constituyente.
Ante una multitud conformada por venezolanos de todas la edades, Maduro estampó su firma sobre las bases comiciales que permitirán la elección de 540 constituyentes. Hay dos opciones, dijo: la de quienes queremos paz y vamos por las vías constitucionales y electorales a una Constituyente que recomponga al país, y la de los que quieren guerra, golpe, intervención.
«¿Quién va a ganar esta batalla?», preguntó el Presidente bolivariano. En más de un momento de su intervención el lenguaje con los presentes fue a través de interrogantes y respuestas. Al «hermoso pueblo de Venezuela que quiere paz, respeto, concordia», Nicolás Maduro preguntó por qué camino ir: si el de los votos o el de las balas. Al unísono, miles de voces se alzaron por la vida.
«¿Qué quiere el pueblo?», indagó Maduro, para luego exclamar que Venezuela irá a elecciones ya. «Basta de odio, de fascismo, de bandas armadas que amenazan, que saquean y que roban», afirmó.
Sobre la nueva Constituyente que se abre paso, el mandatario expresó que es «la más democrática, la que logra el sueño que tenía el Comandante Chávez de darles la voz a los trabajadores, a la clase obrera, a los campesinos, a los comuneros, a los empresarios, a las personas con discapacidad, a los cultores, a los artistas, a las mujeres, a los estudiantes, a la juventud».
Seguidamente explicó que el Decreto Constitucional es resultado de consultas hechas por la Comisión Presidencial Constituyente, durante 23 días, a todos los sectores de la vida social, política, económica. Solo dos sectores, comentó, se negaron a dialogar: Fedecámaras (Federación de Cámaras, y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela) y la autodenominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Sobre esta última, reflexionó que sus respuestas fueron las guarimbas, fue quemar a unos jóvenes, lo cual es inédito en Venezuela.
La reacción de la MUD, denunció Maduro, fue «incendiar calles, avenidas del país; la respuesta fue la violencia, la intolerancia, llamar a la insurrección armada, llamar a la intervención del imperialismo gringo en Venezuela».
«Ellos, alertó, quieren volver al tiempo del racismo y del esclavismo, y no lo vamos a permitir».
Al leer el Decreto Constitucional, el Presidente bolivariano compartió con el pueblo un texto en cuyas primeras definiciones queda explícito que los integrantes de la Asamblea Nacional Constituyente «serán elegidos y elegidas del ámbito territorial, y del sectorial, mediante el voto universal, directo y secreto, sin perjuicio de los y las integrantes de los pueblos indígenas que serán elegidos y elegidas de acuerdo con sus costumbres y prácticas ancestrales».
Los sectores comprenden a trabajadores y trabajadoras, campesinas y campesinos, pescadoras y pescadores, los y las estudiantes, las personas con alguna discapacidad, los pueblos indígenas del país, pensionados y pensionadas de la patria, empresarios y empresarias, las comunas y consejos comunales. Esa, enfatizó Maduro, es la primera decisión de la base comicial.
En manos del ministro del Poder Popular para la Educación y presidente de la Comisión Presidencial para la Constituyente, Elías Jaua Milano, avanzó el histórico documento. Se abría paso por las calles, escoltado por el pueblo, rumbo a la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Maduro se presentó allí en breve, saludó al pueblo y entró al recinto donde entregaría las bases comiciales al Poder Electoral. Afirmó que siempre lo dará todo por el diálogo, y que cree en la fe de un pueblo amante de la paz.
Ante los hechos espeluznantes de seres humanos incendiados, se preguntó si en verdad esa es la naturaleza del venezolano. Llamó a generar una gran conciencia, gran fuerza espiritual, de valores. «O triunfan los violentos con su intolerancia indiscriminada; o triunfamos nosotros, la Venezuela que quiere trabajar, que quiere democracia, que quiere Constituyente», alertó.
Al entregar el histórico documento a Tibisay Lucena Ramírez, presidenta del CNE, Maduro declaró dejar sentadas las bases comiciales para que se postulen miles de hombres y mujeres y que sea el pueblo, pronto, el que elija la Asamblea Nacional Constituyente.