En medio de evidentes divisiones, la sesión culminó sin más acuerdo que la suspensión del debate para otra reunión que será convocada antes de la Asamblea General de Cancún, que se celebrará dentro de tres semanas.
Aunque fue una sesión de consultas entre cancilleres, la asistencia de los ministros de Exteriores apenas llegó a 18 de los 35 países miembros. Previo a la reunión, varias delegaciones manifestaron su inconformidad con la convocatoria celebrada tres semanas antes de la Asamblea General de la OEA, prevista para junio.