Maryuris Márquez Santiesteban, guía base del colectivo pioneril Ciro Redondo García, en la provincia de Las Tunas, fue la primera de las 42 personalidades e instituciones que durante este año reciben el premio Los zapaticos de rosa, máxima distinción que otorga la Organización de Pioneros José Martí (OPJM) a quienes contribuyen de manera sostenida a la formación y desarrollo de la niñez y adolescencia en nuestro país.
Entre los méritos de esta maestra de profesión se destacan sus buenos resultados en el proceso docente-educativo y lograr junto a los pioneros que sus asambleas sean verdaderos espacios de debate y conocimiento. Desde el inicio de las presidencias municipales, su colectivo se integró aportando ideas y soluciones a los planteamientos de los alumnos, a la vez que ha potenciado el protagonismo pioneril con el desarrollo de actividades tanto en la escuela como en la comunidad.
Según Aymara Guzmán Carrazana, presidenta de la OPJM, como Maryuris, quienes reciben el galardón han ayudado con su ternura y esfuerzo a la formación de generaciones más cultas, creativas, sanas y fuertes, a su desarrollo moral, estético y espiritual, y sobre todo, a una elevada educación integral.
Homenajeamos a quienes como José Martí en su quehacer cotidiano han demostrado sentir frente a un niño «gran ternura por lo que es y profundo respeto por lo que pueden llegar a ser», detalló la dirigente juvenil. Añadió que muchos premiados llevan más de 15 años vinculados directamente con los pioneros.
El premio Los zapaticos de rosa se instituyó en 1988, en ocasión del centenario de la revista La Edad de Oro, como símbolo de la actitud que ante los niños asumió en su vida el Apóstol. Los reconocidos con este galardón son aprobados por el Buró Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas, a propuesta de la Presidencia Nacional de la OPJM. Los tres primeros se entregaron a Fidel, Raúl y Vilma.