WASHINGTON, junio 2.— Además de las reacciones de rechazo de numerosos gobiernos, entidades internacionales, grupos ecologistas y multitud de personas en todo el planeta, el mundo de la medicina y de las ciencias, gobernadores, alcaldes, rectores de universidades y empresarios estadounidenses se han mostrado extremadamente alarmados por la decisión del presidente Donald Trump de salirse del Acuerdo del Clima de París.
«Sin duda aumenta las posibilidades de que los esfuerzos generales de otros países para reducir las emisiones de monóxido de carbono no sean suficientes para evitar consecuencias catastróficas para la salud humana», dijo Jack Ende, presidente de Colegio Médico de Estados Unidos, lo que fue corroborado por el director de la Asociación de Enfermedades Pulmonares, Harold Wimmer.
«El cambio del clima, ya en curso, está haciendo que la salud humana se vea afectada y las consecuencias serán aún más dramáticas sin el Acuerdo de París», advirtió, por su parte, el nuevo Consorcio Médico de Salud y Clima, que incluye grupos de la sociedad, pediatras y alergólogos.
Minutos después del anuncio de Trump, los gobernadores de los estados de Nueva York, California y Washington —que representan a 68 millones de personas— anunciaron la creación de una «alianza por el clima», que buscará cumplir la meta estadounidense prometida en 2015 en el acuerdo de París, dijo AFP que, además, cita un reciente sondeo del programa de cambio climático de la Universidad de Yale, donde se muestra que una mayoría de estadounidenses en cada estado —69 por ciento de los votantes del país— está a favor del acuerdo. Mientras, se producen manifestaciones frente a la Casa Blanca, en Washington y frente a la Trump Tower en Nueva York, agregó la misma agencia noticiosa.
«Los estadounidenses honrarán el acuerdo de París liderando de abajo hacia arriba, y no hay nada que Washington pueda hacer para detenernos», declaró el exalcalde de Nueva York y multimillonario, Michael Bloomberg, quien habló a nombre de un grupo organizado con ese propósito.
Al menos 83 alcaldes, entre ellos los de Nueva York, Los Ángeles, Boston, Houston, Seattle y Chicago, aseguraron en un comunicado conjunto que «aumentaremos nuestros esfuerzos para cortar las emisiones, crear una economía de energía limpia y defender la justicia ambiental. Y si el Presidente quiere romper las promesas hechas a nuestros aliados (...) construiremos y fortaleceremos las relaciones alrededor del mundo para proteger al planeta de los devastadores riesgos climáticos».
Pero ANSA cita al jefe de la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU., Scott Pruitt, quien aseguró que fue «una decisión muy valiente» tomada por el presidente Donald Trump, quien «puso a Estados Unidos en primer lugar, no hay nada de qué disculparse», amplió el funcionario tajante en una conferencia de prensa en la Casa Blanca.