de los dos se quedaría con las Gallinas. Al fin uno
echo al otro de la Granja y quedo como jefe.
Resignadamente se retiró el vencido
a un matorral, ocultándose allí.
En cambio el vencedor orgulloso,
se subió a una loma alta
dándose a cantar con gran estruendo.
Mas no tardó un águila en caerle y
llevárselo por los cielos.
Desde entonces
el gallo que había perdido la riña
se quedo con todo el gallinero.
Fábula de Esopo
Moraleja: "Hacer alarde de lo que tienes, demuestra lo poco que posees"