Humanos a ver quién les daba más beneficios a los internos.

El salario mínimo perdió la razón fundamental por la que había nacido. Dejó de ser un fondo de reserva para el preso que salía en libertad. La idea era que cuando saliera a la calle tuviera recursos para mantenerse hasta que consiguiera un trabajo. Los liberados delinquen inmediatamente.

La actual gestión que ha intentado ordenar las cárceles, de hecho eliminó la superpoblación, se encuentra con este enorme poder que tienen los presos con dinero contante y sonante en sus bolsillos y con familiares que además reciben subsidios del Gobierno.