2. El acceso universal
Todos los niños tienen derecho a la educación gratuita. Foto: EFE
Mientras la campaña de alfabetización seguía su curso, el índice de matriculación de los colegios aumentaba considerablemente (y se multiplicó por dos una década después).
El Gobierno presentó programas para las niñas que vivían en el campo, las trabajadoras del hogar, las prostitutas y para aquellas que habían dejado el colegio antes de graduarse. Estos programas, junto con la recién fundada Organización de Guarderías, tenían como objetivo asegurar que la educación fuera accesible para todos. Estas medidas también se centraron en las personas que vivían en zonas rurales aisladas.
El trabajo duro de Cuba ha dado sus frutos. Desde mediados de la década de los 90, el índice de admisión escolar se ha mantenido en un 99% tanto para chicos como para chicas, en comparación con el 87% del resto de la región latinoamericana. En esa época, el 94% de los escolares llegaban al quinto grado, en contraste con el 74% de la región. Los índices de matriculación en las escuelas secundarias variaban de un 78% para los chicos a un 82% para las chicas, mientras que en el resto de la región estos índices eran de un 47% y un 51%, respectivamente.
3. La importancia de los profesores
Cuba presume de ser el país con más maestros per cápita del mundo. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.
Cuba sabe lo importantes que son los buenos profesores. Durante una extensa investigación, descubrí que las instituciones de enseñanza para profesores utilizan, cuando es posible, los métodos y estrategias de enseñanza mejor documentados y más avanzados. Para ser profesor en Cuba hay que ser inteligente, tener un buen carácter, estar dispuesto a contribuir al desarrollo social y tener buena mano con los niños.
A principios de siglo, Cuba presumía de ser el país con más profesores per cápita del mundo: uno por cada 42 estudiantes. En la Conferencia Internacional de Pedagogía que tuvo lugar en La Habana en el año 2015, se reveló que, ese año, la proporción de estudiantes y profesores era de un profesor por cada 12 alumnos.
La educación para el cambio social
El enseñanza llega a todos los rincones de la Isla. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
Los métodos que utiliza Cuba se respetan y se emplean fuera de sus fronteras. Hasta 2010, su método de alfabetización se había adoptado en 28 países de América Latina, el Caribe, África, Europa y Oceanía. Este método ha ayudado a formar a millones de personas sin escolarizar.
Gracias a las conversaciones que he mantenido con los responsables de la educación cubana durante mis viajes de investigación, he descubierto que Cuba quiere que el resto de países que estén pasando por dificultades aprendan de su experiencia. Opinan que es lamentable que casi 800 millones de personas -dos tercios de ellas son mujeres- sean analfabetas. También es imperdonable que casi 70 millones de niños no tengan acceso a la educación básica.
Todos los cubanos defienden que hay que ayudar a desarrollar las mentes de las personas para que luego estas puedan contribuir a un mundo libre de miedos, ignorancias y enfermedades. A fin de cuentas, la educación empodera a los seres humanos y les da la oportunidad de convertirse en buscadores y guardianes del progreso y de la paz.
El firme compromiso del Gobierno cubano con respecto a la educación es innegable. La relativamente modesta situación económica de la isla hace que los triunfos educativos sean todavía más sorprendentes. Esto establece la base objetiva para un estudio más profundo de sus métodos, especialmente por parte de países con dificultades.
Al fin y al cabo, los logros de Cuba no son fruto de milagros o coincidencias. Son el resultado de años de esfuerzo, de trabajo, de sacrificio y de cumplir compromisos cruciales con métodos muy eficaces.
Cada septiembre, el inicio del curso escolar es uno de los acontecimientos más importantes en Cuba. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.
(Tomado de Huffington Post/ Original en inglés en The Conversation)