Entre multitud de banderas españolas, 'senyeres' y algunas europeas, los concentrados gritaron "Puigdemont a prisión"
Los líderes Xavier García Albiol y Albert Rivera, entre los más aclamados, de los partidos que han apoyado la convocatoria, PP, Cs y PSC
Ayer en Barcelona se presentó en sociedad la llamada mayoría silenciosa, los catalanes contrarios a la independencia que no había manifestado su rechazo en la calle. Y lo hizo rompiendo el silencio y reclamando al Govern que preside Carles Puigdemont que pare su intención de declarar de forma unilateral la secesión de Cataluña ya que quieren seguir unidos a España. El centro de la capital catalana vivió la manifestación más multitudinaria de los constitucionalistas catalanes convocada por Societat Civil Catalana (SCC) a la que se sumaron varias entidades como Espanya i Catalans, Empresaris de Catalunya, Llibertats y la Asociación Catalana de Víctimas del Terrorismo así como los partidos constitucionalistas, con representación parlamentaria como el PP, el PSC o Ciudadanos y otros.
Nunca se había llenado Barcelona con tantas banderas españolas que superaron en número a las catalanas y a las europeas. Antes de salir la marcha desde plaza Urquinaona ya estaba llena toda Via Laietana con miles de manifestantes que reclamaban que el Govern no declare de forma unilateral la independencia además de lanzar proclamas como «Puigdemont a prisión», «nosotros también somos catalanes», «Yo soy español», «Viva España, viva Cataluña» o «No somos fachas, somos españoles». Incluso al pasar junto a la Jefatura Superior de Policía, los manifestantes expresaron su apoyo a los agentes con un «No estáis solos» y algunos policías salieron a saludar. También hubo gritos de «Trapero traidor» en referencia al mayor de los Mossos d'Esquadra Josep Lluís Trapero por su actuación durante el referéndum del 1 de octubre.
Muchos asistentes han expresado su miedo a la «fractura social» que consideran que ha provocado el independentismo y acusaron directamente al presidente de la Generalitat de incrementar esta división con su intención de declarar de forma unilateral la secesión. Los manifestantes afirmaron que habían perdido el miedo a manifestarse y a salir con banderas españolas por Cataluña. Al acto acudieron unos 150 autocares de diversas partes de Cataluña y el resto de España, como 12 de Madrid organizados por SCC, aunque la mayoría de los asistentes prefirió el transporte público para acudir como el AVE o los Cercanías de Renfe, que se llenaron de banderas españolas y senyeres, además de cánticos a favor de la unidad.
Como es habitual en cualquier manifestación hubo cifras dispares sobre la afluencia a la protesta. Los organizadores la cifraron en un millón de asistentes, un dato refrendado por Delegación del Gobierno que lo dio por bueno, mientras que la Guardia Urbana de Barcelona rebajó la asistencia a unas 350.000 personas. No se registraron incidentes y cuando la cabecera de la manifestación llegaba a su punto final frente al parque de la Ciutadella todavía había personas que no habían salido todavía de plaza Urquinaona.
La marcha fue lenta por la afluencia de participantes, entre los que había muchas familias, y tardó más de dos horas en llegar a su destino en la Ciutadella donde SCC hizo un acto con el premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa y el ex presidente del Parlamento Europeo Josep Borell. Los dos formaban parte de la cabecera de la movilización en la que se podía leer una pancarta con el lema «¡Basta! Recuperemos el seny (sensatez)». Tras ella se han situado representantes de SCC, como su presidente Mariano Gomà.
Junto a ellos, así como numerosos representantes de partidos políticos como Rafael Hernando, Javier Arenas, Pablo Casado, Andrea Levy, Xavier García Albiol o Cristina Cifuentes, del PP; Albert Rivera, Inés Arrimadas, José Manuel Villegas, Fernando de Páramo, Juan Carlos Girauta, Carlos Carrizosa o Begoña Villacís, de Ciudadanos, y Salvador Illa, Celestino Corbacho, Joan Ferran o David Pérez del Partits dels Socialistes de Catalunya (PSC).
También acudieron el ex fiscal Carlos Jiménez Villarejo, el presidente de la Cámara de España y de Freixenet, Josep Lluís Bonet, el presidente de Naturhouse, Félix Revuelta, los catedráticos de Derecho Constitucional Francesc de Carreras y Teresa Freixes, la portavoz de Libres e Iguales, Cayetana Álvarez de Toledo o el escritor Arcadi Espada, además de representantes de varias entidades.
La manifestación fue espoleada también por los partidos constitucionalistas y por el Gobierno, representado ayer por la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, y el delegado del Gobierno en Cataluña Enric Millo. En declaraciones a los medios, Montserrat avisó de que el Gobierno «dará un paso para hacer cumplir la ley», aunque mantuvo la incógnita sobre si se refiere a la aplicación del artículo 155 y calificó la movilización de «histórica». Más vehemente fue el líder del PP catalán, Xavier García Albiol, quien comparó la marcha de ayer en Barcelona con las manifestaciones en toda España tras el asesinato en 1997 de Miguel Ángel Blanco a manos de ETA. «Hoy [por ayer] es el segundo momento histórico en el que toda España está saliendo a la calle para defendernos de un golpe de Estado», dijo.
Ciudadanos aprovechó el éxito de la manifestación para presionar al presidente del Gobierno Mariano Rajoy para que aplique cuanto antes el artículo 155 y convoque elecciones en Cataluña. Albert Rivera, líder del partido naranja, sostuvo que la manifestación evidencia que «España se manifiesta» aunque el presidente del Gobierno «ha parado» ante el procés. Rivera no escatimó adjetivos contra el Govern, a cuyos miembros calificó de «golpistas» y les acusó de «quitarnos nuestros derechos, nuestra nacionalidad y nuestro pasaporte». La líder del partido en Cataluña, Inés Arrimadas, también reforzó la imagen de que ayer quien se manifestaba era la mayoría silenciosa, «esas personas que durante años han sido silenciadas y a veces despreciadas por el Govern».
El secretario de organización del PSC, Salvador Illa, afirmó que «hasta el último momento vamos a intentar evitar esta declaración» en referencia a la independencia unilateral que previsiblemente quiere anunciar Carles Puigdemont el próximo martes en el Parlament. Illa pidió al presidente que convoque elecciones autonómicas para que los catalanes elijan «entre la independencia, que divide a Cataluña en dos mitades, o un nuevo acuerdo entre Cataluña y España». En este sentido remarcó que el PSC quiere acabar «negociando un nuevo pacto entre Cataluña y España». Los socialistas catalanes no habían realizado un llamamiento oficial de apoyo al acto pese a que ganaron espacio por la intervención final del ex ministro Josep Borrell, informa Javier Oms.
El vicepresidente de SCC, José Domingo, también instó a Puigdemont a no cometer «la insensatez y la provocación» de declarar la independencia, por lo que pidió «recuperar el sentido común». Para Domingo la manifestación de ayer demuestra que «otra Cataluña existe» por lo que considera que una independencia unilateral dejaría como «principal perjudicado al pueblo catalán» además del «embrión de un enfrentamiento ente catalanes».
«La Cataluña silenciosa que no se ha manifestado que ha estado prudentemente en su casa, dice que basta porque ha visto que el grado de insensatez de los políticos catalanes está alcanzado un nivel que fundamentalmente está deteriorando a la sociedad catalana», remarcó Domingo. Por eso, destacó que esta declaración unilateral no tiene ni base legal ni social, ya que ha dicho que el referéndum del pasado 1 de octubre se hizo contra el ordenamiento jurídico, sustentado en una ley suspendida por el Tribunal Constitucional y con «la mayoría» de los catalanes «ausente» en la votación. Domingo también considera que «es posible» reformar la Constitución para cambiar la relación de Cataluña con España.
Uno de los asistentes a la manifestación fue el ex presidente de la ONCE, el abogado Miguel Durán que fue el primero en poner una denuncia ante el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona contra una presunta desobediencia del Govern al organizar un referéndum y que tiene una veintena de imputados. «Cuando la pusimos no creí que tuviera esa derivación pero si hubiera sabido que era exactamente esa la hubiera puesto 100 veces. El Poder Judicial debe asumir sus competencias como las viene asumiendo y yo creo que los que han transgredido la ley deben responder de esa transgresión», dijo Durán.
El ex fiscal anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo afirmó que «Cataluña no es un estado democrático y de derecho normal, porque Puigdemont y su gobierno están sometidos a un proceso penal por delitos. Que no nos hablen de leyes o justicia, porque son unos descarados ignorantes» y quiso mostrar su apoyo a los jueces y fiscales que están sufriendo presión por parte del independentismo.
Villarejo fue uno de los encargados de leer el manifiesto de SCC junto con Mariano Gomà y el vicepresidente de la entidad Àlex Ramos. En el documento se afirma que «los nacionalistas han llegado hasta el mismo borde del precipicio y ahora quieren lanzar a la sociedad catalana al vacío» por lo que destacan que «hay tensión social y para muchos es difícilmente soportable». Por eso recordaron que «Cataluña somos todos, no es de los nacionalistas» y pidieron al Govern, Parlament, Gobierno, todos los partidos políticos sindicatos y patronales «que cuando hablen en nombre del pueblo de Cataluña no se olviden intencionadamente de nosotros».
Con la manifestación concluida se registraron incidentes. Un grupo de personas insultaron a agentes de los Mossos e incluso llegaron a lanzar latas a una furgoneta policial. También hubo una agresión a un fotógrafo aficionado por parte de varios ultras.