El miércoles que viene el oficialismo, con el apoyo del semi-oficialista Sergio Massa, buscará desplazar a Julio De Vido como diputado de la Nación. También dará su apoyo el Bloque Justicialista de Diego Bossio, uno de los hombres que Cristina Fernández supo poner en las listas legislativas.
La agenda que el oficialismo y estas fuerzas pretenden imponer es completamente contraria a los intereses de amplias capas del pueblo trabajador. Mientras siguen los despidos y crece la desocupación, la Cámara Baja quiere hablar solo de la corrupción de De Vido. Clarín y La Nación acompañan esa campaña, como buenos voceros deCambiemos.
Pero, como ya se sabía de antemano, los números para poder hacerlo están aún lejos de poder ser alcanzados. El oficialismo y sus aliados necesitan que los dos tercios de los legisladores presentes en la sesión voten por la salida de De Vido. Pero no tiene esos números.
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A raíz de eso, desde los grandes medios aliados al oficialismo se ha lanzado una campaña contra los que votarán en contra o se abstendrán del desafuero.
Entre los destinatarios de esa campaña se encuentran el Frente de Izquierda, que tiene 4 legisladores en la Cámara: Nathalia González Seligra, Pablo López, Soledad Sosa y Juan Carlos Giordano.
Este lunes, en una nota de su edición, Clarín habla de la “la impensada ayuda desde la izquierda” para con De Vido.
No existe ninguna “ayuda”. El intento de ubicar al FIT en el mismo bando con el kirchnerismo no resiste la prueba de los hechos. El Frente de Izquierda ha sido la única fuerza que se ha mantenido independiente tanto de este Gobierno como del anterior.
La posición del FIT es clara. Se trata de una maniobra que mañana podrá ser utilizada contra legisladores de otras fuerzas por diversos motivos. Por ejemplo, por apoyar luchas obreras como la de PepsiCo.
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Ayer domingo, más brutal aún, el periodista Joaquín Morales Solá, en su columna dominical, escribía que “la izquierda se deja llevar por su atávica paranoia. Teme que el antecedente de De Vido pueda justificar luego la expulsión de diputados de izquierda por sus ideas. ¿Qué partido con representación parlamentaria cometería hoy el monumental error de proponer la expulsión de un legislador por razones ideológicas? Ninguno (…) Votará en contra de la expulsión de De Vido no por complicidad (nadie puede suponer eso), sino por un sentido innecesario de preservación”.
El “monumental error” que Morales Solá dice nadie cometería se empezó a llevar a cabo en Mendoza. Ahí, el oficialismo de Cambiemos, encabezado por el gobernador Alfredo Cornejo, pretende desaforar a legisladores del Frente de Izquierda por haber participado de las movilizaciones del paro nacional que tuvo lugar el pasado 6 de abril.
¿A quién se le podría ocurrir que los diputados de la izquierda que están en las luchas de los trabajadores y que ganan como un maestro van a apoyar o colaborar con un ex funcionario acusado de corrupto como De Vido?
El discurso de Clarín y La Nación no resiste el menor análisis. Es completamente funcional a Cambiemos y a sus aliados como Massa y Bossio.