Ya sabemos que amamar okoye admira a todos los criminales fascistas.
Este pájaro es el filipino Duterte:
Oriundo de una familia privilegiada y convertido en un político populista, el presidente de Filipinas impulsa una guerra contra las drogas tras admitir que ha abusado de ellas. Y su obsesión con la muerte ha convertido su visión violenta en política nacional. ¿Qué marcó su carrera?
Las víctimas son mayoritariamente de clase baja, seleccionados mediante listas negras a menudo redactadas sin criterio donde se dirimen venganzas personales, y son abatidas incluso si se rinden dado que, según desvela el informe, los policías cobran incentivos por cada asesinato, como lo hacen los sicarios a sueldo de los agentes. Algunos oficiales estarían incluso confabulados con funerarias para recibir una suma por cada cliente, y son muchas las denuncias de robos en los domicilios de las víctimas que caen en oídos sordos, dado que los policías actúan con total impunidad.
Filipinas: La sangrienta guerra de la policía contra los pobres