Uno de los 50 intelectuales más influyentes de Iberoamérica.
Cuando no pueden poner en duda la inteligencia de alguien que piensa distinto, siempre útilizan los mismos argumento de difamación,... terroristas, agentes de la CIA y otras babosada que ya casi nadie cree. Aunque el régimen lo difame, todo el mundo sabe que el cubano exiliado, Carlos Alberto Montaner, es un destacado periodista, escritor y político, que tiene, además, la nacionalidad española y la estadounidense. Ha ganado varios premios relevantes y colaborado con periódicos de renombre internacional. Ha publicado unos 28 libros, algunos han sido traducidos a otros idiomas, los últimos dos son las novelas Tiempo de canallas y Otra vez adiós, editada por Alfaguara (Santillana). Algunos medios especializados han calculado en 6 000 000 el número personas que semanalmente leen sus columnas en todo el mundo, (even up) inclusohasta en inglés. Su trabajo ha sido distinguido por instituciones como la Comunidad Autónoma de Madrid, y el Instituto Juan de Mariana. Fue, además, hasta 2011, vicepresidente de la Internacional Liberal. El gobierno de Cuba, sin embargo, considera a Montaner un agente estadounidense, y ha llegado a relacionarlo con actividades terroristas en su juventud, acusaciones que Montaner ha negado en diversas oportunidades, considerando que se trata de una campaña difamatoria, como ha explicado en el libro, El otro paredón, publicado en 2011 por la editorial Eriginal Books en Estados Unidos. En octubre de 2012 la revista Foreign Policy lo eligió como uno de los 50 intelectuales más influyentes de Iberoamérica.
Carlos Montaner es un cubano ejemplar, que ama la tierra donde nació, y un orgullo para los exiliados cubanos que vivimos por todo el mundo.
La muerte por decisión propia de Carlos Alberto Montaner
Eutanasia. “Me jubilo sin júbilo alguno”, escribió Carlos Alberto Montaner en su última columna publicada hace menos de dos meses en varios medios. Parece un verso, pero en realidad era la metáfora de una decisión: quería morir a su manera.
Padecía parálisis supranuclear progresiva. Y él mismo la definió como “una enfermedad rara del cerebro. Me la diagnosticaron tras una resonancia magnética. Tres personas por cada 100.000 la padecen. No es contagiosa, ni heredada. No hay cura para ella”.
Su hija Gina explicó: “Mi padre es un hombre que defendió la libertad para vivir y para morir, y quería morir dignamente en sus términos, y lo hizo, es una decisión muy meditada”.
Carlos Alberto Montaner tuvo muchas polémicas, entre otras cuando apoyó a los Contra, grupo paramilitar de extrema derecha en Nicaragua, pero una de las más comentadas últimamente fue su intercambio con Silvio Rodríguez, el ícono cultural de la Revolución. “Si los miles de cubanos que perdimos familia en atentados de la CIA hiciéramos una carta denuncia, ¿la firmaría Carlos Alberto Montaner?”, escribió el cantautor.
Así respondió el escritor: “Por supuesto, Silvio: yo firmaría esa denuncia. La CIA, como todos los servicios de inteligencia, ha hecho cosas deplorables que merecen ser censuradas. Y las ha hecho el ejército norteamericano cuando maltrató cruelmente a los prisioneros. Y las sigue haciendo el Departamento de Justicia de Estados Unidos, y hasta la Corte Suprema, cuando priva a ciertos detenidos del amparo de la ley. Todo eso, incluida la pena de muerte, me parece abominable y contrario a un verdadero Estado de Derecho en el que se respeten las libertades individuales”.
El intercambio de mensajes fue subiendo de tono: “Atrévete un día a respetar al prójimo. Atrévete a expulsar la soberbia. Atrévete a merecer un pueblo como este”, escribió Rodríguez.