Saber que soy miembro de la familia humana y que pertenezco a una comunidad mayor de fe despierta mi sentido interno de fortaleza y poder espirituales.
James Dillet Freeman, quien fue director de Silent Unity, el ministerio de oración de Unity, una vez describió a las secoyas como la metáfora perfecta para la fortaleza espiritual que compartimos. “Sabes, nunca vas a encontrar una secoya sola,” dijo. “Se necesitan varias de ellas para mantenerse en pie. Sus raíces son poco profundas, y están entrelazadas haciendo que los árboles sean más fuertes. Encuentran la fortaleza en su unidad”.
Mis raíces espirituales están entretejidas con toda la humanidad. Soy fortalecido por medio de mi interconexión compartida en Dios.