Pienso en el año nuevo e imagino lo que me gustaría lograr. Tal vez haga resoluciones para desarrollar nuevos hábitos o para deshacerme de los no deseados. No importa qué camino escoja, haré que mi práctica espiritual sea parte de todos mis cometidos.
Oro, sabiendo que Dios me guía hacia el sendero que es el correcto para mí. Doy gracias por las ideas divinas que me inspiran, y afirmo que tengo la determinación y la habilidad para ir en pos de mis sueños hasta lograrlos. No importa qué dirección elija, sé que expresaré mi divinidad innata en todo lo que haga. Qué gran regalo es poder crecer y contribuir al mundo.
Saludo cada día respirando profundamente y sintiendo gratitud por poder compartir mi ser sagrado mediante mis obras.