Los estudiantes negros están subrepresentados en los programas de educación para superdotados
Nota
del editor Jamaal Abdul-Alim: En medio de los numerosos artículos sobre
el retraso de los estudiantes negros con respecto a los demás en el
rendimiento educativo, de vez en cuando se oye hablar de un joven negro
"prodigio" que fue aceptado en la universidad a una edad temprana. Según
Donna Y. Ford, profesora de educación de la Universidad Estatal de
Ohio, podría haber muchos más prodigios negros. Pero haría falta el
apoyo adecuado de las familias, que pueden no estar familiarizadas con
algunas de las características de los estudiantes superdotados y la
existencia de programas para superdotados, y de los educadores, que a
menudo pasan por alto el talento de los estudiantes negros. De hecho,
aunque los estudiantes negros representan el 15,5% de la población
estudiantil de EE.UU., sólo representan el 9,9% de todos los estudiantes
en programas para superdotados y con talento. En las siguientes
preguntas y respuestas con el editor de educación Jamaal Abdul-Alim, el
profesor Ford -que ha sido asesor de familias negras que piensan en
enviar a sus hijos superdotados a la universidad antes de tiempo-
sostiene que las escuelas públicas están reteniendo el talento negro en
lugar de cultivarlo. Las preguntas y respuestas han sido editadas para
mayor claridad y brevedad.
Jamaal Abdul-Alim: ¿Por qué las escuelas públicas no identifican con tanta frecuencia a los estudiantes negros superdotados?
Donna
Ford: La razón número uno de la subrepresentación de los estudiantes
negros en la educación para superdotados es la falta de referencias de
los profesores, incluso cuando los estudiantes negros son muy dotados.
Definitivamente creo que los estereotipos y los prejuicios impiden a los
educadores ver los dones y el talento de los estudiantes negros. En la
mayoría de las escuelas de Estados Unidos, si no te remite un educador,
no pasarás por el proceso de identificación de los programas y servicios
de educación para superdotados, así como de la colocación avanzada.
Todo empieza y termina con los profesores.
Por
eso las familias negras se han puesto en contacto conmigo. Dicen: "Esta
disciplina predominantemente de mujeres blancas" ‒se refiere a los
profesores‒ "está cometiendo una injusticia con mi hijo".
Aportamos
la experiencia de los docentes al público. Ellos dicen cosas como:
"Estoy frustrado, no sé qué hacer más que sacar a mi hijo y educarlo en
casa". No se ven muchos negros educando en casa. Si los padres pueden
hacerlo, tienen los medios.
Abdul-Alim:
¿Estos niños son realmente prodigios o simplemente tienen padres que se
involucran activamente y se preocupan por la educación de sus hijos, y
reconocen que las escuelas públicas les están haciendo un flaco favor?
Ford:
Hay mucha controversia en el campo sobre cómo los niños se convierten
en superdotados, nada menos que en un prodigio. Para mí, no es sólo
naturaleza o crianza. Son ambas cosas. La naturaleza es que tienen la
capacidad, el potencial. Y luego la crianza es que tienen la
experiencia, la exposición, la oportunidad, el acceso. Y eso incluye a
las familias que tienen los medios y los recursos para defender a sus
hijos o para alimentar cualquier potencial. Pero, personal y
profesionalmente, creo que el factor más importante ‒para los alumnos
muy dotados y prodigiosos‒ es el entorno. Es decir, sus familias y su
capital cultural, social y económico.
Abdul-Alim:
¿Pero eso no desvirtúa la idea de que estos niños sean "prodigios"?
Porque si lo que tienen en común son unos padres bien educados y con
altos ingresos, parece que casi cualquier niño en esa situación podría
lograr resultados educativos similares.
Ford:
Un prodigio sólo significa que hay niños que rinden al nivel de un
adulto; ésa es la definición básica de un prodigio. Así que no tiene
nada que ver con sus ingresos y sus familias, su educación, etc. Se
trata de la forma en que actúan. Tocan el piano como un adulto que ha
tomado clases. Han adquirido estas habilidades y destrezas con mucha
facilidad. O están inventando fórmulas matemáticas que sólo verías hacer
a los adultos. Están en la escuela media y pueden hacer el trabajo de
estudiantes de nivel universitario. Puedes tener este potencial, pero si
no tienes estas oportunidades en casa, en la escuela, incluso en la
comunidad, entonces los dones y talentos que tienes pueden no llegar a
fructificar al más alto nivel.
Abdul-Alim:
Cuando las familias acuden a usted sobre la conveniencia de matricular o
no a su hijo pequeño en la universidad, ¿qué suele aconsejarles que
hagan o tengan en cuenta?
Ford:
Es preciso tomar en cuenta numerosas variables. Una de ellas es la
madurez emocional y social del niño. Creo que esta dimensión es
importantes. ¿Son pequeños para su edad? Eso puede contribuir a algunos
problemas sociales y emocionales, en particular el acoso o el
aislamiento. ¿Tienen hermanos mayores que puedan sentirse intimidados o
afectados negativamente por la rapidez con que avanza su hermano menor?
Abdul-Alim:
¿Cuál es su consejo para las familias que no pueden permitirse educar
en casa, pero que tienen hijos que podrían tener un mayor rendimiento si
se les diera la oportunidad? ¿Cómo puede la sociedad ofrecer
oportunidades a los niños que entran en esa categoría?
Ford:
Quiero que las familias aprendan a identificar las barreras. De modo
que cuando las familias negras se ponen en contacto conmigo porque su
hijo no ha sido identificado como superdotado o no se le han planteado
los mismos retos que a sus compañeros blancos, les remito a la página
web de Recolección de Datos sobre Derechos Civiles, administrada por el
Departamento de Educación de Estados Unidos. Les pido que miren
específicamente lo que dicen los datos sobre la representación en los
programas para superdotados y en las clases de nivel avanzado. Les pido
que se fijen en las suspensiones y expulsiones por raza y en los
castigos corporales, si es que existen en sus escuelas, como ocurre en
algunos estados, y por último, que examinen con rigor y espíritu crítico
todos los datos.
Pueden
ir directamente a los datos del distrito o del edificio escolar de su
hijo. Y así, pueden venir munidos de estos datos demográficos que
muestran la subrepresentación en superdotados y en Colocación Avanzada,
pero la sobrerrepresentación en ciertas categorías de educación
especial, así como las medidas disciplinarias, tales como la suspensión y
la expulsión. Y cuando vienen informados, entonces a veces ‒no siempre‒
los educadores se ponen sobre aviso. Y hacen lo que se supone que deben
hacer de todos modos, que es compartir información con las familias
sobre cómo obtener los recursos y las oportunidades que sus hijos
necesitan.
Traducido del original en inglés por Ricardo Soca