Alberto Fernández, después, en una entrevista, intentó poner paños fríos.
Pero, aunque él lo niegue, Argentina dió por cierto un informe sesgado de Bachellet repleto de falsas acusaciones contra el Gobierno de Maduro.
"Compartimos" con la intervención conjunta pronunciada por Perú, "la profunda preocupación por la situación de los derechos humanos, así como por la grave crisis política económica y humanitaria que padece Venezuela", empezó diciendo este miércoles Villegas Beltrán durante el 44° período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos, en la que la se presentó el nuevo informe de Bachelet, quien ya ha reportado duramente sobre el trato del gobierno chavista a la población venezolana.
Una vergüenza. Se pusieron del lado de los matones para pegarle al caído.
El Presidente aclaró en AM750 la posición de su gobierno
Alberto Fernández sobre Venezuela: "Hemos dicho lo que siempre hemos dicho"
En diálogo con Víctor Hugo Morales, el mandatario desmintió que la Argentina haya cambiado su postura. Dijo que ante la ONU se pidió que "se preserve el respeto a los derechos humanos" y "el fin del bloqueo". Ratificó que no reconoce a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela y aseguró que "la Argentina no ha renunciado al Grupo de Lima pero no participa”.
En diálogo con AM750, el presidente Alberto Fernández negó que la Argentina haya emitido alguna nueva condena hacia la administración de Nicolás Maduro y salió a aclarar la postura del Gobierno sobre la situación en Venezuela que, según dijo, en las últimas horas fue “sesgada por algunos medios de comunicación”.
Al referirse a la exposición que realizó durante una reunión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas el embajador ante los organismos internacionales en Ginebra, Federico Villegas, Fernández puntualizó que sus planteos fueron “que se preserven los derechos humanos en Venezuela, como en cualquier lugar del mundo”; que se levante “el bloqueo” contra Venezuela porque “condena al pueblo” a la pobreza; y que en la vida política de ese país no haya intromisión “de ninguna potencia extranjera”.
“No soy yo el que tiene que decirle a los venezolanos lo que tienen que hacer. Ni yo ni (Donald) Trump ni nadie”, sentenció el jefe de Estado durante una entrevista con el programa La Mañana de Víctor Hugo Morales.
Sin cambio de postura
Fernández criticó a los medios de comunicación que hicieron hincapié en una supuesta nueva condena del Estado argentino sobre los derechos humanos vigentes en ese país. “Lamentablemente se sesga la información y se termina diciendo solo una parte”, cuestionó.
“La Argentina ratificó su decisión de preservar los derechos humanos en cualquier ámbito y gobierno”, y también se manifestó “preocupada por el bloqueo, porque es un castigo que no merece el pueblo venezolano”. Además, se mostró a favor de “recuperar el diálogo” político “sin intromisión de potencias extranjeras” en la vida institucional venezolana, expresó el Presidente para sintetizar los ejes centrales de la posición expresada en la ONU.
El mandatario aclaró que esa postura fue la misma que él expresó durante lal última reunión por teleconferencia del G-20, ante los líderes internacionales. "Hemos dicho lo que siempre hemos dicho", y en esa ocasión “dije que Argentina veía con mucha preocupación quede que en medio de la pandemia se condene a pueblos como el de Venezuela y Cuba a bloqueos solo condenan a la miseria”, insistió. “Y se lo he dicho a los líderes del mundo, no a los compañeros del partido”, remarcó.
“Lo que debemos hacer los pueblos hermanos es ayudar al diálogo”
“Yo no voy a promover ningún golpe de Estado contra ningún presidente. Por eso no reconocí al gobierno de Bolivia. Yo soy un hombre de la democracia”, sentenció Alberto Fernández.
“Lo que debemos hacer los pueblos hermanos es ayudar al diálogo”, prosiguió y expresó su “preocupación” por lo que ocurre en países como Ecuador y Bolivia. “He recibido refugiados de Bolivia para preservar sus derechos” que fueron afectados por “un régimen que también está cuestionado”, dijo en referencia al gobierno de facto de Jeanine Áñez.
“Para cualquier argentino de bien, los derechos humanos son una obligación de la cual tenemos que preocuparnos”, pero esto “no significa que avalemos cuestiones que tienen más que ver con la geopolítica que con la política real de los pueblos”, definió y negó que su gobierno esté a favor de “intervenir en Venezuela para hacer una democracia a medida de otros”.
En este sentido, ratificó “la legitimidad” del gobierno de Maduro y aseveró que por ello la Argentina “no reconoce a (el autodesignado presidente Juan) Guaidó, como sí lo hizo el gobierno anterior”, a cargo de Mauricio Macri.
Por otra parte, evitó referirse al informe de comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michele Bachelet, quien emitió un crítico informe sobre la situación en el país caribeño. “No sé lo que dijo el Alto Comisionado, sé lo que dije yo” y “no es cierta la idea que está ventilándose”, criticó.
Elecciones, Grupo de Lima y ProSur
El Presidente aclaró que cuando en la declaración argentina se habla del proceso electoral venezolano, se refiere al actual calendario aprobado por el gobierno bolivariano. “Hay un proceso electoral, con Consejo Electoral para el cual se convocó a la oposición. Tenemos que ayudar a que los venezolanos encuentren una solución”, definió.
Alberto Fernández también se refirió al rol de la Argentina en la región y cuestionó al Grupo de Lima y al ProSur, los organismos impulsados por los gobiernos de derecha durante los últimos cuatro años, en detrimento de los que ya existían.
“Se crearon con cierta ideología y para dividir al continente, y yo quiero unir al continente”, aseguró y aclaró que “en el Grupo de Lima solo nos quedamos para presentar nuestras diferencias y nunca participé de ninguna discusión del ProSur”.
Alberto Fernández fue títere del establishment durante los años que se dedicó a criticar a CFK y cada una de sus decisiones políticas.
El Poder Económico fue su titiritero.
Y eso, jamás se lo perdonaré. Y la Historia jamás lo olvidará.
¿Porqué asumió el papel de títere?
No lo sé. Espero que alguna vez explique su vergonzosa postura.
Supongo que Cristina sabrá porqué el hombre que estuvo alguna vez tan cerca de Néstor Kirchner, un mal día decidió darse vuelta como una media y operar para el enemigo.
Ojalá que algún día todo salga a la luz.
Ahora volvió al redil. En algunos aspectos está haciendo las cosas bien. En otros, de tan cauteloso, se comporta con mucha tibieza. Pero bueno... no la tiene fácil. El contexto no podía ser peor. Por eso, creo, no se debe ser tan crítico.
Pero con el tema de Venezuela sigue derrapando. Hay que ser muy sorete para hacer leña del árbol caído, en lugar de solidarizarse con él.
A Venezuela hay que defenderla del brutal ataque del Imperio yanqui y el colonialismo europeo. Sumarse a la constante y injusta agresión, es lo más bajo que Argentina puede hacer.
Es una total vergüenza y lo repudio.
Venezuela no viola ningún Derecho humano.
Cumple con su DERECHO a defenderse del colosal hostigamiento de los vendepatria internos y de las potencias extranjeras, ávidas de las riquezas naturales de Venezuela.
Pero, evidentemente, el Ministerio de Relaciones Exteriores, liderado por la mugre de Felipe Solá (aliado de Albertítere y Massa) se mantiene firme en su rol de lamebota de los yanquis.
La cancillería desautorizó a Raimundi y aclaró que mantienen la condena a Maduro en la ONU
El embajador en la OEA relativizó el informe de Michell Bachelet sobre Venezuela. El Gobierno aclaró que de ningún modo retiraron su respaldo. Repudio de Cambiemos.
Es lamentable, pero tuvimos que juntarnos con basuras como esta, para poder frenar a la Derecha oligárquica.
La Cancillería salió a aclarar que las declaraciones sobre Venezuela del embajador argentino en la Organización de Estados Americanos (OEA), Carlos Raimundi, no interfieren en el respaldo del Gobierno al lapidario informe de la Alta Comisionada de la ONU, Michelle Bachelet, sobre las violaciones a los derechos humanos en ese país.
"No corresponde a la OEA tomar una decisión", aclaró el secretario de Relaciones Exteriores de la Cancillería, Pablo Tettamanti, en otro cruce entre el Gobierno y el núcleo duro del kirchnerismo sobre Venezuela.
El primero fue, justamente, cuando el Gobierno apoyó el pronunciamiento de Bachelet y fue repudiado por Alicia Castro, cercana al chavismo y candidata a embajadora en Rusia. Su pliego no fue tratado en la Comisión de Acuerdos y tuvo que aclarar que fue por pedido suyo, porque no está dispuesta a viajar a Moscú en medio de la pandemia.
En este caso, Raimundi abrió la polémica con una intervención en un plenario de la OEA en el que surgió el tema Venezuela y pareció apartarse de la postura oficial. "Venezuela ha sufrido un fuerte asedio de intervencionismo. Hubo amenazas de intervención, operativos y cortes de energía a las centrales que han generado serias cuestiones de violación a los derechos humanos", fue una de sus frases, en las que en lugar de enfocar las denuncias de serias violaciones de derechos humanos que enfrenta el régimen de Nicolás Maduro, pareció justificarlo recordado que Venezuela sufre un bloqueo económico.
Raimundi habló de "ciertos países" que ejecutan "una situación de bloqueo a la principal renta de recursos (de Venezuela) que es el petróleo y el bloqueo a sus reservas en Londres". La oposición no tardó en reaccionar.
El diputado de la UCR, Facundo Suárez Lastra, vicepresidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, calificó de "vergonzoso" el discurso de Raimundi por su visión "sesgada de la violación a los derechos humanos en muchos países". Y alertó sobre un pronunciamiento similar por el representante argentina ante la ONU, que Tettamanti se apuró en descartar.
El funcionario aclaró que los comentarios de Raimundi "más allá de la precisión o no del lenguaje en modo alguno puede o debe ser interpretado como un rechazo al informe, palabra que no fue utilizada en momento alguno por nuestro representante en la OEA".
"Los informes de los derechos humanos están siendo considerados en estos momentos en la sede la ONU en Ginebra. Está previsto que las resoluciones del Consejo de Derechos Humanos se tomen entre el 5 y el 6 de octubre. La Argentina está trabajando activamente en el seguimiento de toda la agenda incluyendo las resoluciones que tienen que ver con estos informes, elevados uno por la Alta Comisionada y el otro por los expertos independientes", puntualizó Tettamanti.
El vicecanciller explicó que en la sesión de la OEA en la que habló Raimundi, el objetivo era que los expertos independientes presentaran la experiencia que habían tenido en la confección del informe de Bachelet y "una vez más la posición argentina con respecto a la situación en Venezuela es seguir apoyando la necesidad de que se restablezcan plenamente las instituciones democráticas, tener en cuenta la situación de la población, su sufrimiento, que ha generado una importante emigración de venezolanos que son también síntoma de una causa y que esa causa hay que tratar de revertirla, y que la situación económica no puede ser agravada por acciones que se puedan tener desde países terceros".
"En simultáneo, en consecuencia con la tradicional posición argentina sobre Derechos Humanos, nuestro país entiende que el Gobierno de Venezuela tiene responsabilidad en el pleno respeto a los derechos humanos e incluso en hacer todo lo que está a su alcance para hacer que no sean violados ni por la acción propia ni por la acción de otros", agregó.
"Y hemos manifestado -al igual que el Grupo de contacto del que formamos parte hace pocos días- nuestra gran preocupación por las graves violaciones de los Derechos Humanos que se reportan tanto en el informe de la Alta Comisionada como en el de los expertos independientes, y trabajamos con el Grupo de Contacto para fomentar en Venezuela elecciones libres, justas y creíbles", concluyó Tettamanti.
Raimundi fue votado como embajador en febrero, antes de la pandemia, y Cambiemos no lo votó porque en la comisión de acuerdos, cuando expuso, desconoció el gobierno autoproclamado de Juan Guaidó, posición que sostiene Alberto Fernández.
CON USTEDES : El mercenario argentino Feinmann (disfrazado de periodista) y el mercenario venezolano Guaidó (disfrazado de "presidente") escandalizados ante la exposición de Carlos Raimundi, están al borde de un ataque de nervios al ver que VENEZUELA RESISTE, VENCE y suma solidaridades por todo el planeta.
A llorar a Yanquilandia, ratas de albañal ! ! ! ! !
En sintonía con el voto de Bolsonaro (Brasil), Piñera (Chile) o Lacalle Pou (Uruguay), el gobierno argentino voto a favor de la resolución que condena las violaciones a los Derechos Humanos en Venezuela y que extiende el mandato de la misión de expertos de la ONU que investiga crímenes de lesa humanidad por parte del gobierno. La votación se da poco después de un fallo de la justicia británica, que podría considerarse favorable a Maduro.
Por ANRed.
Acá están : Albertítere y el canciller Solá LA MUGRE reunida para hundir a Venezuela.
El presidente Alberto Fernández dio instrucciones al canciller Felipe Solá sobre la posición por la representación argentina en Ginebra ante los proyectos de resolución en relación con la situación en Venezuela que se tratarán en la reunión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. “Argentina mantendrá su liderazgo en la defensa global de los derechos humanos y sostendrá los principios de paz y resolución política de la crisis venezolana”, sostiene el comunicado de Cancillería.
La votación coincide con la de países como Brasil (Bolsonaro), Uruguay (Lacalle Pou), Perú (Viscarra) o Chile (Piñera), mientras que México, a cuyo presidente Andrés Manuel López Obrador, Alberto Fernández caracterizó como un aliado con afinidad política y con quien participó del “Grupo Puebla”, se abstuvo de dicha votación.
La decisión no fue bien recibida desde algunos sectores del kirchnerismo. como de otros afines a la unidad de gobiernos progresistas de Latinoamérica. Eduardo Sigal, referente en política exterior del Instituto Patria, expresó que “lo mejor hubiese sido abstenerse en la ONU porque este tipo de declaraciones ponen en peligro una posible invasión en Venezuela que no compartimos”.
La ex embajadora argentina en Venezuela durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, Alicia Castro, publicó en la red social Twitter: “Argentina votó la Resolución del Grupo de Lima, condenando a Venezuela, con Bolsonaro, Duque, Piñera, Viscarra, en cuyos países se violan flagrantemente los Derechos Humanos. México votó con Venezuela. Un lamentable giro en nuestra política exterior”.
Por su parte, también el académico Atilio Borón publicó un video donde explica su desacuerdo.
La votación se da poco tiempo después de que la justicia británica anulara una decisión judicial previa que en julio reconoció al líder opositor venezolano Juan Guaidó como el único capacitado para determinar el destino de 30 toneladas de oro depositadas en el Banco de Inglaterra.
Difícil entender la cuestión venezolana. Los puntos de vista se amontonan y dificultan una toma de posición o el posible acercamiento a una verdad. ¿Por qué nos importa tanto Venezuela? Porque es un país de un continente pobre, devastado por dictaduras y golpes de Estado que propulsa el gran poder del Norte. Eso que ellos llaman “América” (y tantísimos otros países también) porque así se consideran. Creen con firmeza que “América” son ellos, solo ellos, nada más que ellos. Sin embargo, siempre se han encargado de dominar el Sur del continente. Hegel decía que en el futuro se vería la lucha entre la América del Norte y la del Sur. Esa lucha no pertenece el futuro, viene de lejos. La conquista de California fue el asalto a un territorio que pertenecía a los mexicanos. México ha padecido largamente su cercanía con EEUU. Hay un dicho –célebre- que dictamina: “Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos”. Hoy, eso nos pasa a todos. Que estamos lejos de Dios no tengo dudas o tal vez diría que Dios se alejó de nosotros. Y en cuanto a la cercanía con el Imperio menos dudas tengo aún. El Imperio tiene en cada país latinoamericano embajadas que funcionan como bases militares. Ahora, nosotros, tenemos a un embajador de apellido Prado que ha decidido retomar la belicosidad del famoso Spruille Braden. Vino para meterse en cuestiones internas. Dijo, sin más, que quería restaurar la Justicia en este país, el que decimos que es nuestro pero se lo roban y gozan unas pocas familias.
Venezuela también está cerca de los Estados Unidos… y para colmo tiene mucho petróleo. Ya se sabe de qué es capaz el Imperio cuando de petróleo se trata. Ahí está la devastación de Irak y Afganistán. Con Venezuela intentan (hasta ahora) otro camino. Pusieron al payasesco Juan Guaidó de presidente. Y todo el Occidente democrático y civilizado (según creen y dicen) lo respaldó. O sea, Venezuela tiene a medio mundo en contra. Apoyando, para colmo, a un irresponsable cuyo golpe de Estado fracasó en el ya alejado verano de 2019 pero aún sigue intentando las vías antidemocráticas y destituyentes. Sólo este encuadre geopolítico bastaría para apoyar al gobierno de Maduro. Toda la derecha lo ataca. Aquí, fue un blanco predilecto de MauMac y todavía lo sigue siendo. De él y de su aliada Bullrich, que directa y sencillamente llamó a la “rebelión” en el país del petróleo. Si en Venezuela sólo hubieran arvejas y rabanitos el país no estaría bloqueado ni asediado por la comunidad mundial del capitalismo financiero. Bullrich no estaría llamando a la rebelión. Y tendrían una saludable existencia económica. Si Maduro viola los derechos humanos, quienes lo atacan violan los derechos soberanos de las naciones. Y aún no tengo certezas sobre esa ultradenunciada violación. No me gusta Maduro. Me gustaba Chávez. Pero no se justifica el bloqueo ni el ataque sistemático a un gobierno que está ahí por el voto popular. Todo es parte de un plan impiadoso contra los populismos latinoamericanos. Cuando Bullrich llama a la rebelión no sólo habla de Venezuela, habla de Argentina. Aún no lo ha dicho pero en eso están ella y los suyos. El gobierno de los Fernández debe entender que su destino está unido antes al de Venezuela que al del Grupo de Lima, que juega para el Imperio tal como lo hace la OEA. Debió abstenerse. Insisto: no me gusta Maduro. Su poder ya no se basa en el pueblo sino en los militares. Lo quieren voltear igual que a Evo Morales. Pero Maduro no es Evo. Nada, sin embargo, justifica lo que le están haciendo. Jeanine Añez y Guaidó son dos caras de una misma moneda. Ni Maduro ni Venezuela se merecen este asedio destituyente internacional. Argentina votó mal, no se puede estar con el Grupo de Lima, que apoyaría cualquier intento de hacer aquí lo que se hizo en Bolivia.
Corren malos tiempos. La pandemia sube sus números en nuestro país. Y los destituyentes se alegran porque quieren que el gobierno fracase. Embisten con el maldito dólar y con la muerte pestífera. Si salen a la calle no es porque la ganen. Lo que ganan es visibilidad. Todos los graban o los filman. Si se apestan, mejor. Más números para tirarle por la cabeza a Alberto F. Ahí lo tienen: es un ineficaz. No frena al dólar blue ni evita los contagios. ¿De qué sirve? Además, votó contra Venezuela. ¿Le vamos a creer? se preguntan divertidos los destituyentes. Claro que no, dicen. Si él es Venezuela. Es un dictador, un populista peronista. Y con él está la figura maldita de esta tierra, Cristina. Mejor si vota contra Venezuela. Lo vamos a felicitar. ¿Qué le va a decir a los suyos de nuestras felicitaciones? ¡Son nefastas para él! Como si a nosotros nos felicitara ella, la yegua comunista.
Y la mala sombra que oscurece a Venezuela nos cubre también a nosotros. Esa sombra es el gobierno de derecha republicana de Donald Trump. ¡Dejó libre al policía que mató a George Floyd! Y aquí la justicia del poder antidemocrático se prepara para darle un beso de salvación al policía Chocobar, con el apoyo y la alegría de Bullrich y MauMac. Malos tiempos. El informe de Bachelet no es confiable, ella no lo es. Durante su gobierno no tocó la Constitución de Pinochet ni reemplazó a los carabineros como fuerza de represión por una policía democrática. Además, no hizo un informe sobre la violación de los derechos humanos en su país, ahora, bajo Piñera, cuyo apellido empieza con P de Pinochet. A la realidad le gustan las simetrías, escribió Borges en “El Sur”. Si es así, este (¿nuestro?) país es claramente simétrico con el destino de Venezuela y no con los gobiernos obedientes del Grupo de Lima.
Se dice que Alberto votó como votó para caerle bien al FMI en momentos de negociar la deuda. No es así. Se negoció formidablemente con los bonistas y sin agacharse ante nadie. Se puede negociar con el Fondo sin perjudicar la estabilidad democrática e institucional en América Latina, cuyas venas se abren y se cierran, se abren y otra vez se cierran. Hoy se están abriendo peligrosamente. Hay que luchar y gobernar por cerrarlas. Y el voto contra Venezuela no ayuda a esa tarea soberana.
Opiniones de Diosdado Cabello sobre Albertítere, a las que suscribo.
Tibio no, frío.
Alberto Fernández tiene la piel delicadita.
Yo afortunadamente soy libre.
Da tristeza en el escenario donde Venezuela y Argentina van juntas y ahora la tibieza que les da por andar separadas.
Al presidente de Argentina no le gusta que le digan tibio, pero sí le gusta hacerse el loco cuando a Venezuela la llaman dictadura.
Su canciller, Felipe Solá, cada vez que puede, declara contra Venezuela.
Ellos saben que aquí no hay una dictadura, aquí ganó un presidente.
No se moleste, señor Fernández, si usted es tibio, asúmase.
En Venezuela somos revolucionarios calientes, hervimos, no andamos con medias tintas ni con el guabineo. Aquí en Venezuela, si no sabe qué es guabineo, es dar vueltas, seguro alguien se lo puede explicar.
No obstante y para ser justos... debo reconocer que no todo son espinas en la política zigzagueante de la Cancillería argentina.
25 de marzo de 2021
Denunció que desde allí se quiso "aislar al Gobierno de Venezuela"
La Argentina se retiró formalmente del Grupo de Lima
A partir de hoy, Argentina no será más parte del denominado Grupo de Lima, la alianza insignia de la derecha regional, integrada por 14 países, incluidos Brasil, Colombia, Paraguay y Chile. Después de cuestionar sus últimas declaraciones y tras negarse a firmarlas, el gobierno de Alberto Fernández renunció al grupo por considerar que las acciones que se impulsaron desde allí "no han conducido a nada" y tenían como objetivo "aislar al Gobierno de Venezuela y a sus representantes".
Cancillería emitió un comunicado en el que destacó que, desde la llegada de Fernández a la Casa Rosada, "la Argentina nunca participó en reuniones ni firmó documentos" del Grupo de Lima y destacó que su gestión "lo único que hizo" respecto de esa alianza fue "tomar distancia".
Recientemente, el Presidente había remarcado la necesidad de fortalecer la Unasur, al diferenciar el espíritu y los objetivos del otro bloque regional. "El Grupo de Lima se creó por motivos ideológicos y está obsesionado con Venezuela, mientras Unasur está obsesionado con que crezca América Latina", había dicho Fernández el domingo pasado.
El comunicado de Cancillería señala que "la participación de un sector de la oposición venezolana como un integrante más del Grupo de Lima ha llevado a que se adoptaran posiciones que nuestro Gobierno no ha podido ni puede acompañar".
El Grupo de Lima, impulsado notoriamente por el gobierno de Mauricio Macri, se estableció tras la denominada Declaración de Lima del 8 de agosto de 2017 en el que representantes de 14 países americanos suscribieron el primero de varios documentos criticando la situación política y de derechos humanos en Venezuela.
"Una vez más, reiteramos que la mejor manera de ayudar a los venezolanos es facilitando que haya un diálogo inclusivo que no favorezca a ningún sector en particular, pero sí a lograr elecciones aceptadas por la mayoría con control internacional", señala el escrito del Palacio San Martín.
Con el mismo énfasis, afirma que las autoridades venezolanas no pueden desconocer "que producir las condiciones para un diálogo que resulte productivo es primordialmente su responsabilidad".
"Un diálogo del que deben formar parte, pero del que no puede apartar a la oposición en su conjunto. Un diálogo que sin duda se vería enriquecido con voces provenientes de los principales actores sociales del país, como la Iglesia, el sector empresario y las organizaciones no gubernamentales, sin exclusiones", destaca el comunicado.
La Argentina sostiene además que, en "un contexto en el que la pandemia ha hecho estragos en la región, las sanciones y bloqueos impuestos a Venezuela y a sus autoridades, así como los intentos de desestabilización ocurridos en 2020, no han hecho más que agravar la situación de su población y, en particular, la de sus sectores más vulnerables".
Las sanciones, según entiende la Cancillería, "han afectado el goce de los derechos humanos de la población venezolana, de acuerdo a lo que se constata en el informe de la Relatora Especial sobre las repercusiones negativas de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos".
Jose Cruz Campagnoli, ex Diputado e integrante de Espacio Puebla, celebró la decisión tomada por el gobierno argentino, al recordar que "el difunto Grupo de Lima fue "inspirado por Trump, Duque Piñera y Macri para desestabilizar a Venezuela".
"La decisión es un paso muy importante para reconstruir las instituciones de la Patria Grande como la UNASUR y la CELAC. Ahora precisamos avanzar un paso mas y nombrar un Embajador en Venezuela que represente los intereses de la unidad continental", agregó.
El comunicado completo
En el día de la fecha, la República Argentina formalizó su retiro del denominado Grupo de Lima, al considerar que las acciones que ha venido impulsando el Grupo en el plano internacional, buscando aislar al Gobierno de Venezuela y a sus representantes, no han conducido a nada. Por otro lado, la participación de un sector de la oposición venezolana como un integrante más del Grupo de Lima ha llevado a que se adoptaran posiciones que nuestro Gobierno no ha podido ni puede acompañar.
Una vez más, reiteramos que la mejor manera de ayudar a los venezolanos es facilitando que haya un diálogo inclusivo que no favorezca a ningún sector en particular, pero si a lograr elecciones aceptadas por la mayoría con control internacional. Es claro que no pueden las autoridades venezolanas desconocer, sin embargo, que producir las condiciones para un diálogo que resulte productivo es primordialmente su responsabilidad. Un diálogo del que deben formar parte, pero del que no puede apartar a la oposición en su conjunto. Un diálogo que sin duda se vería enriquecido con voces provenientes de los principales actores sociales del país, como la Iglesia, el sector empresario y las organizaciones no gubernamentales, sin exclusiones.
En un contexto en el que la pandemia ha hecho estragos en la región, las sanciones y bloqueos impuestos a Venezuela y a sus autoridades, así como los intentos de desestabilización ocurridos en 2020, no han hecho más que agravar la situación de su población y, en particular, la de sus sectores más vulnerables. Es importante señalar que las sanciones han afectado el goce de los derechos humanos de la población venezolana, de acuerdo a lo que se constata en el informe de la Relatora Especial sobre las repercusiones negativas de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos.
Con este espíritu, la Argentina continuará sosteniendo su compromiso con la estabilidad en la región, y buscará encaminar soluciones pacíficas, democráticas y respetuosas de la soberanía y de los asuntos internos de cada Estado.
Argentina recuerda a la CPI que no integra el Grupo de Lima y retira su apoyo al expediente de acusación contra Venezuela
En marzo pasado, Buenos Aires envió una carta a la Fiscal de la Corte Penal Internacional, Fatou Bensouda.
El mismo día en que el Gobierno de Argentina oficializó su salida del Grupo de Lima, por considerar que sus acciones "no han conducido a nada", la embajada de ese país en Holanda envió una carta a la Fiscal de la Corte Penal Internacional, Fatou Bensouda, para pedir el retiro de todas las gestiones emprendidas contra Venezuela ante ese tribunal.
En una carta a la que tuvo acceso RT, Argentina recordó que ya no era parte del grupo –conformado por varios países con el propósito de aislar al Gobierno de Nicolás Maduro–, por lo que retiró su apoyo a la demanda interpuesta contra Venezuela en septiembre de 2018.
"El Gobierno de la República Argentina se retira de dicha remisión como así también de toda presentación realizada en ese marco, incluyendo la Nota OI 48/2019 del 30 de septiembre de 2019 vinculada a un informe elaborado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Argentina", refiere la carta.
La remisión a la que alude la carta es la petición que interpusieron Canadá, Chile, Colombia, Paraguay, Perú y Argentina –en ese entonces gobernada por el derechista Mauricio Macri–, en 2018, para que se investigara al Gobierno de Venezuela por la presunta comisión de delitos de lesa humanidad. En su momento, la denuncia fue una acción sin precedentes, ya que una agrupación de Estados nunca había demandado a un tercero ante esa Corte.
En la misiva, Argentina recalca que ese retiro es "sin perjuicio de las acciones que la Fiscalía lleva a cabo relativas a la situación de Venezuela conforme a lo establecido en el Estatuto de Roma, respetando la independencia judicial".
Cambio de política
Si Macri fue en su momento uno de los impulsores de la arremetida diplomática contra Caracas, que cobró más fuerza después de que los miembros del Grupo de Lima desconocieran la elección de Maduro y apoyaran la autoproclamación del exdiputado opositor Juan Guaidó como "mandatario interino", la llegada de Fernández ha implicado un giro en la política exterior con respecto a Caracas.
El fracaso del 'interinato' de Guaidó y el retiro de apoyos vitales a su gestión, como el de la Unión Europea a principios de 2021, se ha unido al "efecto devastador" de las medidas coercitivas unilaterales de EE.UU. en contra de la población venezolana, según constató Relatora Especial de los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Alena Douhan. En este contexto, Argentina ha pedido su exclusión de las gestiones contra Caracas ante la CPI.
La postura de la Administración de Fernández, según consta en el comunicado en el que anunció el retiro del Grupo de Lima, es que la solución a la crisis venezolana se dé en el marco de un "diálogo inclusivo que no favorezca a ningún sector en particular", y que permita la realización de "elecciones aceptadas por la mayoría con control internacional".
Además, tras el embate de la pandemia, Buenos Aires ha insistido en el efecto nocivo de "las sanciones y bloqueos impuestos a Venezuela y a sus autoridades", especialmente porque lesionan "el goce de los derechos humanos de la población".
Entretanto, en las últimas semanas el Gobierno venezolano ha pedido a la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) que recurra a la "primacía de la realidad" y tenga cautela con la información que toma en cuenta para realizar el examen preliminar, iniciado contra el Estado venezolano y altas autoridades de la nación suramericana, por su presunta responsabilidad en crímenes contra los derechos humanos.
A principios de este mes, la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, ofreció una rueda de prensa en la que denunció que tras un estudio realizado por expertos de Big Data, se determinó que a través de las redes sociales, principalmente Twitter, se construyó una matriz de opinión contra Caracas, generada con noticias falsas y manipuladas desde EE.UU.