Argentina como ejemplo de lucha contra el coronavirus
La Organización Mundial de la Salud felicitó la cuarentena obligatoria decretada por el presidente Alberto Fernández
A través de un comunicado que hizo llegar a la presidencia argentina la representante de la OMS, Maureen Birgmingham, la Organización Mundial de la Salud aseguró que las medidas preventivas tomadas por el gobierno argentino “pueden evitar un desborde del sistema y además permiten comprar más tiempo para el desarrollo de mejores tratamientos y vacunas”.
El texto, recibido este sábado, explica además que “La Argentina está llevando adelante medidas de manera rápida, audaz y con firme decisión, que pueden cambiar esta curva de contagios de coronavirus a algo más plana y lenta”.
Birgmingham señaló además que la Argentina fue elegida como uno de los diez países que formará parte del programa “Solidaridad 1”, que se trata de un estudio a nivel internacional para conocer cuáles pueden ser los tratamientos más efectivos para frenar el coronavirus.
Por último, la representante de la OMS detalló que la cuarentena obligatoria “es una decisión que le corresponde al Gobierno de acuerdo a su contexto y a la evaluación que haga de las medidas”.
El gobierno argentino tomó la decisión de decretar la cuarentena obligatoria desde la hora cero del jueves 19 de marzo, cerró las fronteras aéreas y terrestres y garantizó el abastecimiento de productos de necesidad. Los desplazamientos innecesarios en la vía pública se pagarán con multas y prisión.
El acatamiento del decreto que impone la cuarentena obligatoria ha sido alto, aunque por estas horas el gobierno no descarta endurecer aún más las restricciones, decretando el Estado de Sitio.
Destacan las decisiones del Gobierno como una “respuesta humana” ante el coronavirus
Coronavirus: elogios en la revista The Nation a las medidas de la Argentina
El tradicional semanario estadounidense publicó en su última edición un artículo titulado "Argentina le está mostrando al mundo cómo se ve una respuesta humana de Covid-19", en el que elogia el enfoque y las medidas del Gobierno de Alberto Fernández. Afirma que con el caso argentino se observa “cuánto es posible cuando un gobierno pone a las personas antes que a las ganancias".
The Nation, una tradicional revista del progresismo estadounidense, destacó en un artículo la forma en la que el gobierno argentino enfrenta la pandemia de coronavirus y destaca que se trata de una “respuesta humana” ante la crisis sanitaria. La nota habla sobre los cacerolazos contra los políticos, la herencia dejada por Mauricio Macri y el enfrentamiento de Alberto Fernández con algunos empresarios.
El artículo, firmado por el periodista Jacob Sugarman, señala que "al igual que los residentes de Nueva York, Madrid y otras innumerables ciudades" que cumplen con la cuarentena, los argentinos "salen a sus balcones y ventanas todas las noches para aplaudir" a quienes están en el frente de batalla contra la pandemia, como el personal sanitario. Pero también se menciona que "media hora más tarde, comenzaron a resonar otros sonidos en los barrios más ricos de Buenos Aires", como Recoleta y Palermo, con "un aparente objetivo político de presionar a los funcionarios estatales para que aceptaran un recorte en sus salario".
La nota recuerda asimismo que el presidente Alberto Fernández "llegó al poder después de cuatro años de mala gestión neoliberal" de Mauricio Macri. Resalta que al poco tiempo de comenzar la pandemia y la cuarentena, frente al despido inminente de trabajadores de la empresa Techint, el jefe de Estado emitió un decreto de necesidad y urgencia (DNU) que prohíbe los despidos por un período de dos meses, como parte de la política de protección a los trabajadores. "´Muchachos, les tocó la hora de ganar menos´, dijo Fernández a los líderes empresariales del país en ese momento", cita el artículo.
Para el periodista Jacob Sugarman, en ese punto "radica el desafío no solo para Argentina sino también para innumerables democracias liberales en todo Occidente: si bien los contornos de nuestra crisis global apenas comienzan a surgir, está claro que Covid-19 exige que estas naciones vuelvan a imaginar el papel del Estado después de décadas de hegemonía de libre mercado".
En ese sentido, señala que "incluso la junta editorial del Financial Times admitió recientemente que habrá que poner sobre la mesa reformas más radicales como un impuesto sobre el patrimonio y un ingreso básico universal".
"Fernández, cuyo predecesor conservador, Mauricio Macri, redujo al ministro de Salud a una posición no perteneciente al gabinete, entiende esto intuitivamente, implementando una respuesta a la pandemia que, si no ofrece un ejemplo para América, es un contraste marcado con los regímenes autoritarios de la región", destaca el autor de The Nation. En esa línea, señala que "mientras el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, han renunciado a la responsabilidad de las respuestas a la pandemia en sus países, y cada uno de ellos critica abiertamente a los epidemiólogos y a los gobernadores de sus respectivos estados y provincias, Fernández emitió una orden nacional de permanecer en sus lugares el 20 de marzo", cuando había pocos contagios.
"Al igual que con las decisiones previas del presidente argentino de cerrar las fronteras del país y colocar a los visitantes de los puntos críticos mundiales en una cuarentena de dos semanas, el objetivo era simple: aplanar la curva antes de que un aumento en los casos pudiera abrumar la red de clínicas sindicales del país, hospitales públicos y proveedores privados de atención médica", destacó la nota.
En ese marco, sostuvo que si bien "es demasiado pronto para considerar las medidas un éxito", los contagios "han estado muy por debajo de las proyecciones iniciales, y hasta el 12 de abril, la tasa de mortalidad de Argentina era de dos por 1 millón de habitantes", en tanto que "Chile, por el contrario, tenía cuatro, y Brasil, cinco".
Coronavirus: Alberto Fernández agradece a la sociedad a un mes de la cuarentena
En el largo texto, el Presidente dice que sabe del sufrimiento del todos por los cambios que supone quedarse en casa, pero compara su política con la de otros países y da cuenta de lo que está haciendo el Estado. Esperanza a futuro.
Los argentinos cumplimos un mes de aislamiento social, preventivo y obligatorio. Sé que no ha sido fácil. Todos debimos alterar el ritmo de nuestras vidas, modificar los hábitos de trabajo, posponer planes, suspender estudios, reprogramar viajes y hasta evitar los abrazos y los besos de aquellos a los que amamos.
Sé que la cuarentena no es fácil y que algunos la sufren particularmente. Pero nunca debe ser un padecimiento cuidar de nosotros mismos. No tenemos ningún bien más preciado que nuestras propias vidas.
Por eso estamos haciendo todo lo necesario para que este tiempo de mayores cuidados que debemos transitar nos afecte lo menos posible. Todos deseamos volver cuanto antes a nuestra normalidad.
Ya llevamos invertido casi un 3% de nuestro Producto Bruto para cuidar los ingresos, la producción y el trabajo en el marco de esta emergencia sanitaria. Esa es la mejor muestra del esfuerzo que hacemos entre todos para sobrellevar el momento.
Aun así, quería aprovechar estas líneas solo para agradecerles. A todos y a todas. A cada argentino y cada argentina que, con responsabilidad y solidaridad, hicieron propia esta lucha y se comprometieron. En primer lugar, a los trabajadores y las trabajadoras de la salud, que son quienes más merecen nuestro reconocimiento. Pero también a todas esas personas que, desde sus actividades esenciales, contribuyeron a que podamos sobrellevar este proceso lo mejor posible. También, claro, a las decenas de millones de personas que se quedaron en sus casas e hicieron posible lo que hoy es un orgullo para todos: que el contagio no se dispare y nuestro sistema de salud pueda estar en condiciones de recibir a cada argentino y cada argentina que lo necesite.
El coronavirus es un enemigo invisible y por momentos indescifrable, pero lo estamos combatiendo unidos, con compromiso y solidaridad. Si seguimos por este camino, no tengo dudas de que tendremos éxito.
Una vez más, gracias. Gracias por comprender que en los momentos más difíciles es cuando más juntos debemos estar y cuando más debemos pensar en el otro. Nadie se salva solo, y este virus es la prueba. Nos necesitamos mutuamente para frenarlo y hemos demostrado estar a la altura de las exigencias.
Mientras algunos en el mundo se burlan e ignoran las advertencias de la comunidad médica y científica, nosotros las observamos y comprendemos la necesidad de quedarnos en nuestras casas. Por eso estoy muy orgulloso de nosotros como pueblo y sé que, cuando todo esto pase, tendremos la fortaleza necesaria para volver a ponernos de pie.
Les agradezco infinitamente por cuidarnos entre todos y los abrazo, como digo siempre, a la distancia pero con el corazón.
Elogios de Adhanom Gebresyesus tras hablar con Ginés González García
El jefe de la OMS destacó el "liderazgo" argentino contra la pandemia
El director general de la Organización Mundial de la Salud, el etíopeTedros Adhanom Ghebreyesus, saludó hoy en Twitter las políticas de contención del coronavirus que realiza la Argentina. Lo hizo luego de una conversación telefónica con el ministro de Salud, Ginés González García.
Adhanon se refirió en la red social al "liderazgo" del ministro argentino y dio la bienvenida al país al ensayo clínico mundial para hallar una vacuna contra la Covid-19. Al mismo tiempo, deseó tener noticias de los eventuales hallazgos de los investigadores argentinos.
El político etíope expresó en otro tuit su agradecimiento a González García "por su gran esfuerzo en una expansión significativa de la vacuna de la gripe", así como de la preparación de la Argentina para el invierno en pleno "desafío de la Covid-19".
Adhanon elogió "la unión política y científica de la Argentina que mantiene sana a su nación y al mundo" y manifestó su deseo: "¡Solidaridad!"
El gobierno ganó tiempo y superó las 10 mil camas de terapia intensiva
En apenas seis semanas, se incrementaron en un 20 por ciento. También se distribuyeron unos mil respiradores. Con la tranquilidad de disponer de la infraestructura para enfrentar un pico de la pandemia, la nueva prioridad son los médicos: se lanzará un plan para el cuidado de los trabajadores de salud.
La Argentina ya cuenta con 10.213 camas de terapia intensiva para la atención de los pacientes más delicados en su sistema de salud, lo que representa un incremento de un 20% desde el inicio de la emergencia sanitaria producida por el Covid-19. Cada una tiene un respirador, por lo que puede ser usada para tratar esta enfermedad. Según datos oficiales, al 2 de mayo, la mitad de esas plazas estaban ocupadas y solo 164 con casos de coronavirus (3% de las disponibles). Adicionalmente, la producción local de respiradores ya permite proyectar que para fines de junio el país contará con unas 12.500 camas críticas, lo que significará un incremento de casi un 50% de la capacidad en cuatro meses.
“Esperamos nunca usar esas camas. Pero de ser necesarias ya están”, explica a Tiempo el secretario de Calidad en Salud, Arnaldo Medina. “Esa situación nos da tranquilidad y nos permite centrarnos en otras prioridades, como es la provisión de equipos de protección personal (algo que siempre estuvo a cargo de los establecimientos y de las distintas jurisdicciones) y la formación de los equipos médicos de apoyo y reservistas”, añade. Al día de hoy, un 15% de los infectados son médicos, y para cuidar a quienes nos cuidan, el Ministerio ya elaboró un plan nacional que se presentará en los próximos días.
Impulso estatal
La emergencia sanitaria puso a prueba la capacidad de reacción del Estado ante una amenaza global de la que aún se sabe poco. En el caso argentino, además, ocurrió con un gobierno recién entrado en funciones y un área de Salud que apenas recuperaba su rol central luego de ser degradada a Secretaría en la gestión de Cambiemos. Por eso, explican desde el Ministerio comandado por Ginés González García, el aislamiento obligatorio fue clave para reducir la cantidad de contagios y aumentar la cantidad de días que toma el virus en duplicarse. Eso le dio tiempo al sistema de salud para aumentar la capacidad instalada y fortalecer a su personal.
Este hecho también puso de relieve la importancia del Estado como sostén de la salud pública. Los números de las camas críticas agregadas sirven de muestra. De las 1026 incorporadas al sistema de salud, 843 correspondieron al sector público (82 por ciento). Al 16 de marzo, por cada cama de terapia intensiva en el sector público había dos en el privado. Hoy la relación es 60% privadas y 40% públicas.
El Estado también fue determinante en la incorporación de respiradores. Según informó Presidencia, este fin de semana se distribuyeron unos 275 respiradores en distintos puntos del país, totalizando unos mil desde el inicio de la pandemia. La producción nacional ya está trabajando con capacidad de entregar 250 por semana.
Encaminada la estructura, el Ministerio de Salud fijó como prioridad el cuidado del personal. Además del Plan Nacional mencionado y la compra de equipos de seguridad, se colaboró en la importación de maquinaria para producir en el país los barbijos N95, los que tienen el mayor nivel de filtrado. Ese modelo es el que el Gobierno de la Ciudad pagó a 3000 pesos la unidad a una firma cuyo titular era también socio de la hermana de Horacio Rodríguez Larreta.
Pero aunque puedan reducirse los contagios entre el personal de salud, todos saben que habrá equipos enteros que tendrán que ser aislados. Por eso se abrió un registro de voluntarios que ya cuenta con unos 5000 profesionales. De ellos, según detallaron a este diario, hay unos 1200 kinesiólogos, 1500 enfermeros y 2300 médicos. Los listados fueron puestos a disposición de todas las jurisdicciones para que puedan ser convocados.
Entre estos voluntarios, un grupo de 500 médicos se ofreció para cubrir suplencias en cualquier punto del país. El grupo de “elite”, como le llaman internamente, ya fue capacitado y 120 fueron asignados. Entre ellos, hay 22 que están trabajando en Chaco, 20 en Esteban Echeverría, 20 en el Hospital Favaloro de La Matanza y 20 en Santa Cruz. Por último, el ministerio también extendió la residencia de los 3000 médicos que finalizaban su especialización entre abril y septiembre para no debilitar los establecimientos.
Bioética y nueva normalidad
A mediados de abril, la cartera sanitaria conformó una comisión de bioética integrada por referentes internacionales (OMS, Unesco, FLACSO) y nacionales (Fundación Huésped, Hospital de Clínicas, Sociedad Argentina de Medicina, etc) para analizar las políticas públicas tomadas en este tiempo: desde el aislamiento obligatorio hasta las salidas recreativas; pero también las decisiones que tienen que ver con la priorización del Covid respecto de otras enfermedades. “Porque habrá que adaptarse a una nueva normalidad con estas cosas”, explica Medina. “Hasta que no aparezca la vacuna, esto va a seguir como un problema, ya sea real o latente. Hay que pensar que esta pandemia es un claro producto de la globalización. Así que este tipo de amenazas llegaron para quedarse y tenemos que estar preparados”. A mediados de abril, la cartera sanitaria conformó una comisión de bioética integrada por referentes internacionales (OMS, Unesco, FLACSO) y nacionales (Fundación Huésped, Hospital de Clínicas, Sociedad Argentina de Medicina, etc) para analizar las políticas públicas tomadas en este tiempo: desde el aislamiento obligatorio hasta las salidas recreativas; pero también las decisiones que tienen que ver con la priorización del Covid respecto de otras enfermedades. “Porque habrá que adaptarse a una nueva normalidad con estas cosas”, explica Medina. “Hasta que no aparezca la vacuna, esto va a seguir como un problema, ya sea real o latente. Hay que pensar que esta pandemia es un claro producto de la globalización. Así que este tipo de amenazas llegaron para quedarse y tenemos que estar preparados”.
Un diario británico resaltó el "éxito" de la cuarentena argentina
El diario The Guardian elogió las medidas tomadas por el Gobierno argentino para combatir la pandemia del coronavirus y comparó los resultados obtenidos con lo ocurrido en Brasil, donde se subestimó la peligrosidad de la enfermedad.
El diario británico The Guardian elogió las medidas tomadas por el Gobierno argentino para combatir la pandemia del coronavirus y destacó el éxito de la cuarentena comparando los números de Argentina con los de Brasil, donde se subestimó la peligrosidad del virus.
El artículo destaca que Brasil atraviesa "un devastador brote de coronavirus impulsado por la actitud despectiva" de su propio presidente hacia la pandemia.
El periódico británico remarca que las "diferencias entre las experiencias" se deben a las "personalidades contrastantes de sus presidentes", criticando la irresponsabilidad de Jair Bolsonaro en muchas de sus actitudes y apariciones públicas.
En la nota, The Guardian hace un repaso cronológico sobre la actitud de ambos gobiernos a medida que avanzaba el virus en la región y destaca que "el presidente brasileño minimizó la crisis, calificándola como histeria de los medios", además de haber rechazado "en repetidas ocasiones las recomendaciones de distanciamiento social de su propio gobierno", incluso cuando se disparó la cifra de muertos, que ya supera los 10.000.
"Por el contrario, Argentina impuso rápidamente una cuarentena nacional y parece haber aplanado con éxito la curva de contagios", destacó el diario inglés.
"Cinco meses después, es Brasil el que se dirige hacia una emergencia humanitaria, en medio de un devastador brote de coronavirus impulsado por la actitud despectiva de Bolsonaro hacia la pandemia", sostiene el diario británico.
Bolsonaro "despidió a su ministro de Salud y se enfrentó con los gobernadores regionales", resalta el artículo, que también menciona al alcalde de la ciudad brasileña de Manaos, Arthur Virgílio, quien había observado "con horror" la llegada al poder del Frente de Todos y ahora reconoció los resultados obtenidos por la cuarentena argentina.
"Los resultados son resultados", dijo el alcalde, quien elogió a Fernández por tomar "la única opción sabia que cualquier país puede tomar, que es determinar el aislamiento social".
El Presidente llamó a "cuidar lo conseguido" en la lucha contra el coronavirus
La carta de Alberto Fernández: "Es tiempo de evidencia científica, no de rumores"
El mandatario destacó el "esfuerzo colectivo" ante la pandemia y aseguró que los argentinos y argentinas "hemos hecho un contrato para cuidarnos". Sobre la nueva etapa del aislamiento, advirtió: "Si cumplimos, podremos seguir avanzando. Si hay incumplimiento, deberemos retroceder". Volvió a criticar a quienes piden levantar la cuarentena.
Queridos argentinos, queridas argentinas
Quiero reiterar mi agradecimiento a cada uno y cada una de ustedes por lo que hemos logrado unidos en estas semanas. Soy muy consciente de que es un esfuerzo colectivo y conozco las dificultades que genera la pandemia en las familias y en cada persona. Todos extrañamos mucho a nuestros seres queridos.
Los argentinos y las argentinas hemos hecho un contrato para cuidarnos. Un contrato para que el impacto de la pandemia sea compatible con nuestro sistema de salud. Ese fue el objetivo que siempre nos propusimos para salvar vidas. Por eso desde el primer día de la cuarentena hemos trabajado para construir nuevos hospitales, preparar camas de aislamiento y contar con los insumos críticos necesarios. Hemos avanzado mucho y seguimos trabajando.
También desde el primer día hemos tomado medidas para mitigar el impacto económico y social de la pandemia. Soy muy consciente de esa realidad y expliqué la situación que teníamos cuando asumí. Y sabemos cómo se agrava ahora la crisis económica en todo el mundo. Por eso hemos tomado medidas económicas dirigidas a apoyar a todas las familias, a los más vulnerables, a los trabajadores, a los monotributistas y también a las pymes. El Estado está presente, acompañando y cuidando a todos los argentinos.
Desde que comenzó la cuarentena, hace más de 50 días, hemos hecho un gran trabajo colectivo y hemos obtenido los primeros logros. El más importante es haber podido reducir la velocidad del contagio. Ahora debemos cuidar esos logros.
Para saber cuál es la situación hay un parámetro muy importante: saber cuántos días demora en duplicarse la cantidad de casos. Cuando iniciamos la cuarentena, la cantidad total de casos en el país se duplicaba cada 3,3 días. Hoy, a nivel nacional, hemos logrado que se dupliquen los casos cada 25 días. Más de dos tercios de los nuevos casos son en el Área Metropolitana de Buenos Aires.
En los últimos días hemos visto y escuchado a voceros de la apertura económica presionando con cualquier argumento para ponerle fin a la cuarentena, una medida que se ha tomado en muchísimos países del mundo. Pero ninguno ha logrado jamás demostrar que el fin del aislamiento haya servido a la economía. Porque, en realidad, solo ha servido a aumentar el contagio y las muertes, sin evitar el deterioro económico.
Para tomar noción basta con mirar lo que ocurre en el mundo. La pandemia tiene características inusitadas. No hay país capaz de impedir la entrada y la expansión del virus. Ya los contagiados se cuentan en millones y los fallecidos en cientos de miles. Además, se están produciendo consecuencias gigantescas en la economía global. Este año habrá una enorme caída de la producción, muchas empresas pierden valor en días o semanas, se han destruido millones de puestos de trabajo y ha bajado intensamente el consumo.
El mundo ya no será igual. Pero, a pesar de la incertidumbre, tenemos una certeza: sabemos que ha fracasado un modelo basado en la especulación financiera global. Un modelo que desprecia a la producción real, a los seres humanos y al medio ambiente. Sabemos que también ha fracasado el menosprecio por lo público y por estados preparados para proteger a sus ciudadanos. Estamos convencidos de que en el mundo por venir deberán estar en el centro los seres humanos, la justicia y la igualdad.
Un día, cuando esta situación haya pasado y recuperemos todos los aspectos de nuestra vida, podremos celebrar los logros que hayamos alcanzado como sociedad. Y también habremos aprendido nuevos hábitos de cuidado y de salud. En ese momento, recordaremos esta crisis inmensa, quizás más que otras que nos han tocado vivir. Pero atravesar la crisis es el momento más difícil. No solo por las restricciones económicas y de movilidad o por los temores por la salud de nuestra gente. Es el momento más difícil porque cuesta mucho ver que finalmente nos vamos a reponer, vamos a salir, todos juntos y más fuertes que antes.
Ahora entramos en una nueva etapa de nuestro plan. Hay restricciones que continúan vigentes en todo el país, pero podemos iniciar una apertura progresiva, cuidadosa y responsable. Cuidadosa porque iremos paso a paso, de modo paulatino. Cada semana podremos ir sumando algunas actividades comerciales, productivas o de servicios para ir activando la economía. Y es responsable porque las salidas siguen siendo exclusivamente para las actividades autorizadas.
Cuando una persona sale a la calle hoy, sale a una calle donde está presente el virus. Para ser más claro: salir a la calle es salir a buscar el virus. Todo ha cambiado desde inicios de marzo y debemos prepararnos para aprender a convivir con él.
Aprender a convivir con el virus significa que antes de construir una nueva vida cotidiana sin las restricciones actuales, necesitamos fortalecer la prevención para evitar el contagio. Por eso, es clave respetar las normas de distanciamiento social y continuar con el hábito de lavarnos las manos, evitar tocarnos la cara, usar barbijos cuando salimos, ventilar ambientes y comunicarse por teléfono con un médico o una autoridad sanitaria si tenemos síntomas. Esto último es muy importante para no producir aglomeración en los hospitales.
Todos y todas somos responsables del cuidado y cada paso que demos depende de cada uno y cada una. Si cumplimos, podremos seguir avanzando. Si hay incumplimiento, deberemos retroceder.
Cada actividad que se reinicie debe rediseñarse con criterios sanitarios. Cada persona que se reintegre a la actividad laboral o social deberá extremar los cuidados, tanto al salir de su casa como en la calle, en el trabajo y al regresar a su hogar.
Debemos hacer todo lo posible para evitar el transporte público. Todas las personas que deban desplazarse y puedan hacerlo en su propio medio de transporte estarán menos expuestas al virus. Por eso, las grandes empresas tendrán que asegurar por sus propios medios el desplazamiento de sus empleados.
Cada jurisdicción tendrá que habilitar y fiscalizar estos nuevos procesos productivos. Los grandes centros urbanos tendrán que reorganizar los horarios para evitar aglomeraciones.
El Gobierno nacional tiene la capacidad de monitoreo de los casos en todas las provincias y municipios del país, y vamos a fortalecer los mecanismos de control epidemiológico. Allí donde debamos cerrar la actividad, no tendremos dudas en hacerlo.
No será un camino lineal hacia la reapertura. La experiencia internacional indica que en algunas ciudades, establecimientos o instituciones donde hoy no hay contagio, puede haberlo en el futuro. Sabemos que tendremos más casos y que se acerca el invierno, que es cuando crecen las enfermedades respiratorias.
Ante situaciones de contagio, hay que ocuparse rápidamente de cada caso, se trate de una localidad, una institución o un barrio. Hay que seguir las recomendaciones de aislar a las personas contagiadas y a sus contactos.
Nadie quería vivir este tiempo doloroso, pero no nos queda más remedio que convivir con el virus. Por eso, lo que iniciamos es un proceso dinámico donde habrá que reducir y a veces incrementar las medidas de cuarentena.
Este es el nuevo desafío que nos pone a prueba como sociedad.
Es tiempo de cuidados, no de temores infundados. Es tiempo de evidencia científica, no de rumores. Es tiempo de solidaridad, no de estigmas.
Este es un acuerdo que hemos construido los argentinos: cuidar a todos, a todas y a todes.
Nadie se salva solo. De esta situación saldremos juntos.
El “NEOKIT-COVID-19” permite obtener resultados en menos de 2 horas
Coronavirus: nuevo test argentino para detectar el virus
El presidente Alberto Fernández encabezó en la residencia de Olivos la presentación de un test de diagnóstico rápido y económico desarrollado por científicos argentinos para detectar el SARS-CoV-2.
El presidente Alberto Fernández encabezó en la residencia de Olivos la presentación del test de diagnóstico rápido y económico desarrollado por científicos argentinos para detectar el SARS-CoV-2. “Estoy muy contento. Esto nos permite enfrentar el control de la pandemia de otro modo”, aseguró durante la presentación, en la que estuvo acompañado por los ministros de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Roberto Salvarezza, y de Salud, Ginés González García.
“Tenemos la mejor calidad humana científica para ofrecer estas respuestas”, destacó el mandatario y remarcó: “Esto lo han hecho investigadores argentinos y lo produce un laboratorio argentino, esto es tan importante para el desarrollo de un país porque demuestra que no dependemos de otros, que podemos hacerlo nosotros, esto es soberanía, y eso es lo que todos deben entender”.
El kit de diagnóstico rápido fue desarrollado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, el Conicet, la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación y por científicos y científicas del Instituto de Ciencia y Tecnología Dr. César Milstein (Conicet - Fundación Pablo Cassará).
Se realizó con fondos del Gobierno nacional y estuvo a cargo de un equipo de investigación del ICT Milstein- Conicet, liderado por Adrián Vojnov e integrado por Carolina Carrillo, Luciana Larocca y Fabiana Stolowicz, y Santiago Werbajh, de la Fundación Cassará.
Por su parte, el Anlis-Malbrán contribuyó con la provisión de las muestras de ARN purificado de pacientes positivos y negativos para el test de validación.
"Estoy muy contento por muchos motivos: primero esto nos permite enfrentar el control de la pandemia de otro modo. No es el mejor modo ver cuántos de nosotros estamos inmunizados, que es lo que hacemos hoy con el test rápido, sino que nos permite conocer rápidamente quién está infectado y quién no, y tratarlo a partir de allí. También nos permite conocer quién está infectado y no tiene síntomas, que es uno de los problemas de los que siempre hablamos", acotó el Presidente.
El Neokit Covid-19 permite testear muestras de ARN y no requiere equipamiento complejo (como los termocicladores en tiempo real).
El método que se usa en la actualidad para hacer el diagnóstico y el monitoreo es la Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR) en tiempo real, que conlleva una duración de siete horas, y el resultado es informado al día siguiente.
El nuevo test, que constituye un logro del Estado nacional en el marco de la pandemia de coronavirus, también tiene la ventaja de que puede mantenerse a temperaturas de entre 4 y 8 grados, sin la necesidad de un freezer.
Al encabezar la presentación, Fernández expresó: "Pensar que tenemos en una semana 10.000 tests para los barrios (más vulnerables) es de un valor enorme". "Nadie me sabe decir si sí o si no (hay tests así en el mundo), pero lo que sí es que todos los tests que nos ofrecían eran serológicos", señaló el mandatario nacional.
También participaron del encuentro la titular del Conicet, Analía Franchi, y los científicos Adrián Vojnov y Carolina Carrillo.
“Es una innovación sustantiva para mejorar lo que venimos haciendo todos los días porque este test es de muy fácil lectura, simplifica todo, hace ganar tiempo y es más económico”, explicó luego González García, que brindó detalles del logro junto a su par de Ciencia.
Este desarrollo “resolvería bastante la capacidad operativa” de las acciones que se están llevando a cabo para mitigar el impacto de la pandemia porque permitirá tener mayor velocidad para hacer los testeos diagnósticos, ya que es más simple y puede ser descentralizado de una manera más fácil", detalló.
González García, aseguró que el nuevo kit "es mucho más simple y pueden hacerlo más personas", porque no requiere de una capacitación. "Permite hacerlo más rápido, más barato, con capacidad propia y una capacidad resolutiva más importante para lo que es control" de la pandemia, sostuvo el funcionario, mientras que aclaró que aún no se ha determinado dónde se va empezar a utilizarlos, aunque señaló que "la mayor demanda está en provincia y ciudad de Buenos Aires".
En tanto, el ministro Salvarezza, destacó que "estamos todos muy contentos porque es otra demostración de la capacidad de nuestros científicos en responder a las necesidades y urgencias de los argentinos. Hace menos de dos meses decidimos enfrentar con ciencia y la tecnología la llegada de la pandemia a nuestro país. Hoy ya tenemos desarrollos que no solo permiten diseñar nuevas estrategias para el control de la enfermedad y sino también que proveen de mayor soberanía tecnológica a la Argentina".
Salvarezza puntualizó, además, que a diferencia de los llamados "test rápidos", el Neokit-Covid-19 no identifica los anticuerpos de personas que ya tuvieron el coronavirus, sino que detecta directamente al virus, igual que los test PCR realizados por el Instituto Malbrán y otros que se sumaron luegode los problemas de los que siempre hablamos", acotó.
Time puso a la Argentina entre los países con mejor manejo de la pandemia del coronavirus
La revista Time incluyó a Argentina en el listado de 11 países con mejor manejo de la crisis sanitaria desatada por la pandemia de coronavirus. Para la evaluación de los gobiernos de cada país, el análisis tuvo en cuenta tres ejes: el manejo sanitario, la reacción política y las políticas económicas y financieras. Además de establecer “ejemplos a seguir”, el objetivo del informe fue evaluar qué países están mejor posicionados para lo que pueda suceder en un futuro cercano en la situación sanitaria global.
Destacada por el pronto aislamiento y distanciamiento social, y por la cooperación entre los distintos poderes políticos, Argentina forma parte de la lista de once países destacados por la consultora. “Sus números (en referencia a los resultados en el control de la pandemia) son considerablemente mejores que los de sus países vecinos”, remarcó Ian Bremmer, editor-at-large y columnista especializado en asuntos exteriores de la revista. Además, Bremmer es profesor en la Universidad de Columbia y encabeza consultoras dedicadas al asesoamiento en política internacional.
El caso argentino
El caso argentino es incorporado junto al de Grecia como aquellos que "superaron las expectativas con un buen comienzo pero tienen desafíos por delante". Al momento de redactarse el extenso informe, Argentina exhibía 24.761 contagiados y 717 muertos.
El autor considera a la Argentina la inclusión "más sorprendente de la lista", ya que su actuación se da en el marco de la discusión de su noveno default. Destaca que el país registró su primera víctima fatal el 7 de marzo y que el 20 ya había impuesto una cuarentena. Eso hizo que "los números argentinos luzcan mucho mejor que los de los países vecinos".
También destacó la aprobación a la respuesta política del presidente Alberto Fernández a la pandemia. Resaltó el apoyo opositor a las políticas oficiales tanto en el Congreso como a nivel de las gobernaciones y registró el importante aumento en los índices de aprobación internos (hasta un 83 por ciento), algo fundamental para el analista ya que la Argentina enfrenta al mismo tiempo el fantasma de otro default.
"Tanto Fernández como su vicepresidenta Cristina Kirchner son peronistas, y respaldan políticas económicas de izquierda. En línea con sus raíces ideológicas ofrecieron ayudas económicas de 10.000 pesos a los trabajadores con menores remuneraciones para respaldarlos durante la crisis. Pero aunque allí se puede ver sus intenciones de impulsar un estímulo interno a la economía, el estado de las finanzas oficiales y los inminentes vencimientos de la deuda los limita considerablemente (el paquete de estímulo fiscal asciende a solo el 4,9 por ciento de su PBI, mientras la apuesta de imprimir dinero puede empujarlos al infierno de la inflación", plantea el artículo que sin embargo concluye que "el deseo de cuidar a su gente aún a costa de desviar recursos destinados al pago de la deuda, incluso en medio de la amenaza de un colapso financiero, seguramente fue la mejor opción de las que tenían disponibles.
Los otros países
Con una mención de honor para Alemania, la consultora destacó el manejo de la crisis que decidió la canciller Angela Merkel, que contrastó con el resto del continente europeo. La rápida reacción y el cumplimiento del distanciamiento, además de la disponibilidad de hospitales y camas de internación, fueron las razones principales para describir la respuesta política de Alemania como un modelo dentro de Europa.
En la evaluación de las políticas públicas que consideró la efectividad gubernamental, la coordinación local e internacional, y la reacción de la población, junto con Alemania se destacan Taiwán, Singapur, Corea del Sur, Nueva Zelanda, Australia, Canadá, Islandia, Emiratos Árabes Unidos, Grecia y Argentina.
Algunas de las políticas más destacadas fueron la de Taiwán,con 443 casos y solo 7 muertes; Singapur, en donde solo fallecieron 25 personas; y Corea del Sur, por su respuesta rápida y agresiva, que redujo la fatalidad y por la que solo registra 276 muertes por coronavirus, y casi 12 mil casos confirmados.
Además, la evaluación señaló el manejo de Nueva Zelanda, que ya no registra casos de coronavirus, y las políticas llevadas a cabo en Australia.
¿A quién le creen los argentinos para informarse de la pandemia?
Encuesta exclusiva: ¿Cuánto apoyo tiene la cuarentena?
El amplio respaldo está basado en que el ASPO evitó muertes, sirvió para preparar el sistema de salud y evitó un descontrol de casos. Crece el temor al contagio.
Ocho de cada diez argentinos sostienen que la cuarentena cumplió su objetivo, fue un éxito, porque evitó muertes, sirvió para preparar el sistema de salud y evitó un nivel descontrolado de contagios. Es decir que los ruidosos grupos que transitaron por el Obelisco con su discurso anticuarentena representan una pequeña minoría de los ciudadanos. En ese marco, la gestión del presidente Alberto Fernández al frente de la pelea con el coronavirus tiene la aprobación de siete de cada diez personas, muy por encima de lo que consiguió en las elecciones. Un dato que surge en las últimas semanas es que hay más temor al contagio que antes, producto de que los casos son ahora más cercanos: casi todos los ciudadanos conocen ya a alguien que dio positivo. Los mensajes de los infectólogos y los del presidente son evaluados como los más creíbles, en comparación con comentaristas de radio y televisión en los que se confía muchísimo menos.
Los datos surgen de una encuesta, especial para Página/12 realizada por el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP) que lidera Roberto Bacman. En total se entrevistaron 1646 personas de todo el país, respetándose las proporciones por edad, sexo, lugar de residencia y nivel económicosocial. Las entrevistas se hicieron por teléfono.
Ruidos
En el último mes, fogoneados por el ala más dura del macrismo, se repitieron marchas y cacerolazos por distintos motivos, pero cuando se entrevistaba a los participantes, el discurso se centraba en el rechazo a la cuarentena. El propio Mauricio Macri, al llegar a su dorado ¿exilio? de Paris, dijo que allí "se respira libertad", oponiendo lo que se hizo en Francia a lo que se hizo en la Argentina. En tierras galas hubo hasta ayer 30.268 fallecidos frente a los 3600 de nuestro país. En cualquier caso, lo que se demuestra es que su discurso no impacta en la gente y que la oposición a la cuarentena es muy minoritaria.
"Si existe un verdadero protagonista entre los resultados obtenidos en esta encuesta --señala Bacman--, sin lugar a dudas es el concluyente éxito de la cuarentena. Así lo entiende la mayor parte de los entrevistados (para ser más precisos algo más de 8 de cada 10) y tira por tierra, y de manera más que contundente, cualquier especulación al respecto. Desde el 20 de marzo que el presidente decretó por primera vez el aislamiento, esa medida fue ampliada en nueve ocasiones. Mucho tiempo, más de cuatro meses; pero los argentinos siguen firmes en el convencimiento de que es el único modo de combatirla, hasta que aparezca un medicamento o vacuna".
Ideas
Desde el vamos, el macrismo duro a nivel local y la corriente internacional liderada por Donald Trump y Jair Bolsonaro se lanzaron a una furiosa campaña anticuarentena argumentando que el aislamiento no servía para nada y que lo fundamental era cuidar la economía. En esa estrategia fueron acompañados por los grandes medios y los grandes grupos económicos.
El discurso parece que no consiguió adeptos en la Argentina. Bacman lo explica así: "Cuando se le pregunta a los ciudadanos en qué vieron la efectividad de la cuarentena, las respuestas dejan al descubierto tres cuestiones que, en partes prácticamente iguales, representan a tres conceptos. Ante todo evitar un mayor número de muertes. Luego, el hecho de mejorar la infraestructura del sistema de salud en las regiones más críticas de nuestro país, y de este modo impedir su colapso y finalmente lograr que no se produzca un descontrolado aumento en la cantidad de contagiados. Ahí están las bases del éxito".
Temor
Los datos de la encuesta del Ceop indican que en la sociedad va creciendo el temor al contagio: en los últimos dos meses subió del 46 por ciento que dijo tener mucho o bastante temor al contagio, a esta medición en que el porcentaje superó el 62 por ciento. En la misma medida bajaron los que tienen poco o no nada de temor. "El miedo al contagio de coronavirus es muy alto; con una tendencia al crecimiento muy marcada en relación a encuestas anteriores.Es más que evidente que existe una relación directamente proporcional entre el aumento de los casos positivos y el miedo que esto produce en nuestra sociedad. Desde una perspectiva sociodemográfica, el miedo es mayor entre los entrevistados de edades intermedias, los de nivel económico bajo, y, naturalmente, entre quienes residen en el área metropolitana de Buenos Aires", afirma Bacman.
Desgaste
La cercanía que hoy casi cualquier ciudadano tiene con algún contagiado hace que se refuerce el respaldo a la cuarentena, pero también hay un cierto desgaste por el que la opinión mayoritaria es de apoyo a las medidas de flexibilización. El 70 por ciento está de acuerdo en avanzar, pero hay un porcentaje elevado, el 28 por ciento que se inclina por mantener una cuarentena estricta.
Este cuadro de situación fue percibido por el presidente, el gobernador Axel Kicillof y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta: al unísono mantuvieron los grados de apertura establecidos hasta ahora, pero no dieron pasos hacia más flexibilizaciones. Lo indicaban los números de la pandemia y el sistema de salud, pero también el estado de la opinión pública.
Gestión
Pese a los ruidos de los grupitos anticuarentena, la aprobación de la gestión del presidente Alberto Fernández sigue estando en niveles altísimos. "Desde el punto de vista estructural --explica el titular del Ceop--, la gente reconoce la decisión y actitud del presidente de establecer la cuarentena y todas las medidas iniciales, aun frente a la campaña en contra. Eso decanta en una alta aceptación de su gestión al frente de la lucha contra la pandemia, donde redondea un 70 por ciento de aprobación. Los que en mayor medida impulsan esta aprobación son los que tienen entre 16 y 24 años, los pertenecientes al nivel socioeconómico bajo y obviamente los residentes en la región más golpeada por la pandemia: el área metropolitana de Buenos Aires, compuesta por la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense".
Parece evidente que se ponderan los niveles de consenso que logró el mandatario con los gobernadores y los resultados muy diferentes, por ejemplo, a los de Brasil, país con el que se suelen hacer casi todas las comparaciones. Hasta ayer, en la administración Bolsonaro se registraron 93.000 fallecidos y todo indica que superarán los 100.000 muertos en la semana que comienza, 33 veces más que la Argentina. El 17 de marzo, Brasil y la Argentina tenían, los dos países, un fallecido, o sea que partieron del mismo número.
En ese marco, el 70 por ciento de aprobación de Alberto Fernández indica que consigue la opinión positiva de muchos votantes de Juntos por el Cambio ya que en las elecciones la fórmula Fernández-Fernández obtuvo el 48 por ciento y ahora suma 22 puntos más. Eso significa que retiene a los adherentes del Frente de Todos y suma una parte importante de quienes votaron a Mauricio Macri.
Creer
El Ceop también preguntó sobre los niveles de credibilidad de la información sobre la covid-19. Es evidente que existe un gigantesco aumento de la valoración de la ciencia, tan golpeada por la gestión del macrismo. Incluso hubo una ofensiva centrada en insólitas afirmaciones como "es el gobierno de los infectólogos" o los asombrosos cuestionamientos al doctor Pedro Cahn. Nada de eso caló en la sociedad sino que ocurrió todo lo contrario: la información más valorada es la de los médicos-especialistas.
En segundo lugar, relativamente cerca de los científicos, aparecen los mensajes del presidente. Seguramente se aprecian las explicaciones cuidadosas, muy al estilo de sus años como profesor universitario, en cada oportunidad en que se anunció una nueva etapa de la cuarentena. "Se supo rodear de profesionales idóneos a los que escuchó y aceptó sus consejos. Eso le dio credibilidad a sus comunicaciones, ya sea en las conferencias de prensa o en las apariciones en los medios", redondea Bacman.
Muy pero muy lejos quedaron, en materia de credibilidad, las redes sociales, los medios escritos y, en último lugar, los comentaristas de radio y televisión.
Pese al hostigamiento de los grandes medios y el macrismo contra la cuarentena y el gobierno, el ciudadano común ve razonable todo lo que se hizo, valora los resultados, y la encuesta del Ceop demuestra que los que hacen ruido expresan a unos pocos, hoy referenciados en el líder de Paris.
La mascarilla tiene triple capa de protección -antibacterial, antiviral y antihongos- y una durabilidad equivalente a 15 barbijos descartables, señaló la UNSAM en un comunicado.
A su vez, se trata de un tapabocas de larga duración, reutilizable y autoestirilizante. Esto significa que dura 8 horas seguidas, resiste 15 lavados sin perder efectividad y es capaz de dejarse estéril en pocos minutos.
Cómo son los superbarbijos
La primera capa de la mascarilla es impermeabilizante, ya que se adhiere a la primera tela para frenar el ingreso de fluidos y la salida de partículas de la boca.
La segunda capa, por su parte, fue realizada con diferentes tipos de nanopartículas que destruyen el virus, bacterias y hongos.
En tanto, la tercera capa es el soporte de las anteriores y está hecha de una tela de algodón-poliéster que absorbe la humedad emitida al hablar y respirar.
Por el momento, los barbijos pueden adquirirse en la fábrica al por mayor o a través de su tienda en línea . Se envían por correo o vía cargo a todo el país.
No sé si el título de este Tema que inicié allá por abril del año pasado, ha quedado un poco "fuera de foco".
Me temo que a estas alturas, no somos un ejemplo para el mundo si lo medimos en muertos por millón de habitantes. El tiempo nos lo dirá, y la historia confirmará.
Lo cierto es que empezamos más o menos bien. Pero a medida que pasaron los meses y ante las constantes dificultades que se le fueron presentando al Gobierno argentino, con el agregado de los palos en la rueda que fue poniendo, día tras día, la oposición de la Derecha reaccionaria, desestabilizadora y criminal... faltó firmeza en las decisiones que fue tomando el Presidente.
El primer y gran error fue permitir candorosamente que todos los argentinos que estaban en el exterior entraran al país como perico por su casa. Ellos introdujeron el virus.
Tanto en una guerra, como en una Pandemia, la tibieza no es lo recomendable. Tiene sus consecuencias. Esta permisividad, se cobró muchísimas vidas.
No obstante, sigo reconociendo el tremendo esfuerzo que están haciendo nuestros gobernantes.
Están bailando con la más fea. ¿Qué duda cabe?
A 16 meses del comienzo de la pandemia
Argentina superó los 100 mil muertos por covid
Lo que se hizo bien, lo que se hizo mal y lo que podría ocurrir en el corto plazo. Las muertes que duelen y las vacunas como las principales aliadas para culminar con la pesadilla.
"La pandemia nos vulnera de manera tal que nos convierte en números. La única manera de saber lo que está ocurriendo es a través del recuento de las muertes. Se produce una situación paradójica: es necesario saber cuántas personas fallecen y, al mismo tiempo, el proceso de conteo insensibiliza y banaliza la muerte. De una u otra manera, se trata de muertes evitables que no pudimos evitar. En el marco de la globalización, el recuento es global, continuo y en tiempo real, por lo que genera una especie de pánico constante", reflexiona el docente y ensayista Alejandro Kaufman.
Tras más de un año de pandemia, Argentina contabiliza 100.250 fallecidos por covid. De acuerdo al sitio Our World in Data --que recoge estadísticas acerca del avance del coronavirus en el mundo-- el país ocupa el puesto n° 12 en cantidad de muertes por millón de habitantes. A comienzo de 2020, el mundo quedaba atónito frente a un fenómeno de excepción que amenazaba con trastrocar el conjunto de sentidos políticos, económicos y sociales. Un patógeno que --reportado en Wuhan-- se propagó con velocidad por Europa durante enero y febrero. Las naciones del otro lado del Atlántico, pronto, se convirtieron en ese espejo cuya imagen se buscaba evitar en Latinoamérica. Sistemas de salud colapsados, personal de salud extenuado que, como nunca, debía decidir a quién salvar con un respirador y a quién no, en la medida en que las tecnologías no eran suficientes para todos y todas.
Bajo esta premisa, Argentina optó una perspectiva de salud pública. Alberto Fernández se rodeó de especialistas y pregonó que el suyo sería un "gobierno de científicos". La evidencia proveniente desde los laboratorios sería la rectora y la que orientara, de allí en adelante, la política. Pronto, la población se acostumbró a un nuevo lenguaje: las curvas que subían y descendían, los casos, la propagación viral que marchaba desde las grandes urbes hacia las periferias, la ocupación de las camas de terapia intensiva y los fallecimientos que todos los días se informaban en reportes oficiales. Si el virus circulaba y "las personas iban al encuentro del virus" --como solía destacar Pedro Cahn y repetía el presidente-- lo mejor sería el confinamiento temprano. Y así fue.
"En Argentina se produjo una paradoja: cuando las cosas funcionaron se decía que las medidas no hacían falta, pero cuando funcionaron mal es porque las soluciones llegaron tarde. De marzo a septiembre de 2020, decididamente, se aplanó la curva pero se hizo a costa de medidas que parecieran no haber hecho falta, aunque bien sabemos que sí. De hecho, la explosión que hubo en octubre/noviembre hubiera ocurrido mucho antes con un sistema de salud menos preparado", dice Ernesto Resnik, biólogo molecular y biotecnólogo argentino en Estados Unidos. Luego continúa: "Cuando la cuarentena es muy dura y parecen no hacer falta las restricciones es muy sencillo afirmar, que 'nos están matando más con el remedio que con la enfermedad'".
Por otro lado, "creo que es necesario aprender de los errores. En muchos lugares del mundo existieron válvulas de escape. Si volviéramos a tener una pandemia de estas características, habría que posibilitar desde el comienzo la chance de reunirse al aire libre en parques y plazas", sostiene. Avanzado el 2020, llovieron los misiles discursivos desde los medios opositores, lanzados por periodistas y por políticos que no desempeñaban funciones, que criticaban la imposición de la "cuarentena más larga del mundo" y la "falta de libertad". "No hay lugar en el planeta en el que se haya salido de una cuarentena peor de lo que se entró, porque el aislamiento, necesariamente, lo que hace es disminuir los casos. En Argentina hablaban de la cuarentena más larga del mundo pero era algo que se respetaba poco y, en buena parte, eso se debió a los medios opostiores", plantea Resnik.
Así fue como al Aislamiento Social Preventivo Obligatorio decretado en marzo de 2020 le siguió el Distanciamiento Social Preventivo Obligatorio, con ciertas flexibilizaciones estipuladas según las regiones. Tal vez, apunta Resnik, otro aspecto que podría corregirse es que las medidas fueron similares en todo el país. En esta línea, quizás hubiera estado bien probar un Aislamiento Selectivo Planificado e Intermitente, a partir de una planificación bien estipulada de lapsos de cierres seguidos de aperturas. "No obstante, creo que en líneas generales se hizo todo lo necesario. El sistema de salud no se saturó y eso fue un éxito; de hecho, se ve en las cifras de 'exceso de mortalidad'; nuestro país no tiene prácticamente muertos no reportados por covid, como sí tienen Brasil, Perú o México. Luego sucedió lo que en todos los países: una vez que el virus está suelto, cuesta frenarlo".
El sistema de salud no se saturó porque fue equipado durante el aislamiento estricto. La cuarentena sirvió para no propagar el virus y, sobre todo, para ganar tiempo. Tiempo necesario para recuperar un Ministerio de Salud que, durante el mandato anterior, había sido degradado a Secretaría. Aunque los respiradores y las camas se multiplicaron, lo que no pudo multiplicarse fueron los recursos humanos. De aquí que las sociedades de médicos comunicaran el riesgo inminente del colapso cada vez que la curva de contagios ganaba altura.
Aliadas
Mientras tanto, a medida que los laboratorios anunciaron el avance en sus ensayos clínicos, el otro objetivo fue adquirir vacunas. En general, las dosis se demoraron en aterrizar en Ezeiza porque las compañías anunciaron contratos que no estuvieron en condiciones de cumplir. De hecho, era algo esperable: un recurso tan estratégico se convirtió en un recurso muy codiciado y, por tanto, cooptado por las grandes potencias. Al comienzo, naciones como Estados Unidos o Reino Unido desarrollaron una táctica concreta: acaparar todas las dosis posibles (hasta cuadruplicar las que necesitaban para su población) y luego de inmunizar a la mayoría, distribuir los excedentes a las naciones más necesitadas del globo. En el presente, hay países de África que todavía no han inoculado ni una sola dosis.
El gran acierto de Argentina fue apostar por la Sputnik V, una tecnología diseñada por el Centro Gamaleya, institución creada en 1891 y con amplia experiencia en el rubro. A las vacunas adquiridas por el Gobierno (AstraZeneca, Sputnik V, Sinopharm, CanSino, Moderna), se suman aquellas en las que Argentina participa en algún eslabón de la producción (en las de AstraZeneca, mAbxience elabora la sustancia activa; mientras que en Sputnik V, Richmond se encarga de la última fase de fraccionamiento y envasado); así como también las que diseña por cuenta propia. La Universidad Nacional de San Martín, la Universidad Nacional de La Plata, el Conicet y el Instituto Leloir, cada cual por su parte, desarrollan actualmente las fases preclínicas, con buenas perspectivas de ensayos clínicos hacia 2022. Contar con una vacuna 100 por ciento local conferiría autonomía y experiencia acumulada para la producción pública de medicamentos y drogas para tratamientos específicos en el futuro.
De cara a los próximos meses, el objetivo estará en completar los esquemas e inmunizar a los menores de 18 años. Si la meta es conseguir la inmunidad de rebaño, se necesita que el 70 por ciento de la población esté inoculado. A la fecha, ya se inoculó con al menos una dosis al 45 por ciento. Falta mucho, pero falta menos.
Alivio
Cuando se inició la pandemia, a comienzos de 2020, un grupo de epidemiólogos anunciaba que la propagación del Sars CoV-2 se manifestaría en cada territorio a partir de picos, mesetas y valles, es decir, podría ser graficada a partir de curvas de contagios que subían y bajaban. "Los picos y valles se dieron tal cual los científicos de diferentes partes del mundo adelantaban. Las subidas y bajadas se vinculan directamente con la gente susceptible de ser infectada y las restricciones que imponen los gobiernos. En casi todos los casos hubo entre dos, tres y cuatro olas. Lo que sí creo es que, de aquí en adelante, los picos altos se irán acabando y tendremos picos pero de menor intensidad”, anuncia Resnik. Y cierra su planteo: “La vacunación completa en Argentina podría estar concluyendo hacia fines de año, aunque para septiembre habrá un gran alivio. Tendremos virus para rato, pero la pandemia tal cual la conocimos ya no estará más. Volveremos a un cierto grado de normalidad”.
Países como Israel o Reino Unido ya han superado el 60 por ciento de su población inmunizada y, pese a la circulación de las variantes (como delta y delta plus), los resultados que exhiben son muy positivos. Aunque durante algunas semanas los casos suben, las hospitalizaciones y las muertes por covid ya no se evidencian en las mismas proporciones de las olas precedentes. Con las vacunas --la enorme mayoría de una muy buena eficacia-- existe la posibilidad de que la enfermedad se transforme finalmente en un evento que puede ser tratable y contenido sin demasiadas complicaciones.
En Argentina, los casos disminuyen semana a semana, igual que la ocupación de camas de terapia intensiva y los fallecimientos. Los especialistas aseguran que con los cuidados pertinentes y, a medida que avance la campaña de vacunación doméstica, la primavera será un buen momento para sentir ese alivio que tanto se aguarda. De hecho, ya hay instituciones de salud del interior de la provincia de Buenos Aires que celebran no tener más internados por covid. Es cierto, aún se está lejos de que esa situación pueda extenderse hacia las instituciones sanitarias de las grandes urbes, pero el camino está trazado.