En ese sentido, se expresó contrario a las medidas de aislamiento para proteger a la sociedad del corononavirus. "Se utilizan las restricciones sanitarias para impedir la libre circulación de los personas, y sólo pueden hacerlo aquellos que estén habilitados a extender una declaración jurada que se debe someter a la consideración de las autoridades". Agregó, en la misma línea: "No se reconocen los derechos básicos de los ciudadanos para que cada uno proyecte su vida como quiera hacerlo, porque es el Estado el que aspira a decidir por nosotros. Pretende nivelar para abajo".
Casi como si fuese una repetición de las consignas que se escucharon en las movilizaciones anticuarentena, Macri deslizó una línea de defensa de las intituciones, que no se observó durante sus cuatro años de gestión presidencial: "Las autoridades al frente del Poder Ejecutivo vienen desplegando una serie de medidas que consisten en el ataque sistemático y permanente a nuestra Constitución. Para poder gobernar sin límites, violentan la ley fundamental de la Nación", escribió el exmandatario en una columna publicada enel diarioLa Nación.
Y siguió con algunos de los argumentos que utiliza su partido para entorpecer el funcionamiento del Congreso: "Se vulnera el pleno funcionamiento de la República, porque no se respetan los reglamentos de las cámaras del Congreso para debatir y sancionar las leyes. Se pretende condicionar al Poder Judicial con una reforma ", advirtió Macri en su texto, titulado "Para defender el presente y ganar el futuro".
"Se vulnera el equilibrio de los poderes del Estado para el pleno funcionamiento de la República, porque no se respetan los reglamentos de las cámaras del Congreso Nacional para debatir y sancionar las leyes", señaló en otro párrafo de la columna.
Asimismo, cuando la actuación de la justicia durante su gobierno está bajo la lupa del poder judicial, Macri -a modo de defensa- expresó: "Se pretende condicionar al Poder Judicial con una reforma que ya tiene media sanción en el Senado de la Nación y que será tratada en la Cámara de Diputados en las próximas semanas".
Sin escalas, con una diferencia de unas pocas líneas en su columna, el exmandatario pasó de reclamar el normal funcionamiento de las instituciones, a fustigar el tratamiento de un proyecto de ley en el Congreso, porque no responde a los intereses de su partido.
ARA San Juan: piden que se declare a Mauricio Macri en rebeldía y se ordene su captura
Tarde o temprano, este se iba a fugar
Una de las querellas de familiares de tripulantes del ARA San Juan pidió al juez Martín Bava que declare a Mauricio Macri en rebeldía y ordene su captura nacional e internacional. Macri debía acudir este jueves al Juzgado de Dolores para enfrentar su primera indagatoria desde que dejó el poder, pero está en Estados Unidos y recién lograron notificarlo de la citación el miércoles por la tarde.
La presentación fue hecha por Luis Tagliapietra, padre de un submarinista y abogado querellante en representación de otros parientes, momentos antes de que Bava reprogramara la indagatoria para el 20 de octubre próximo. Según Tagliapietra, Macri dio “sobradas muestras públicas de su intención de sustraerse de la Justicia”.
Bava citó a indagatoria al expresidente el viernes pasado. Pese a que su abogado Pablo Lanusse hizo declaraciones públicas, no se presentó aún en el expediente. La policía logró recién el miércoles entregar la notificación de la convocatoria.
“Ha tenido sobrado tiempo de realizar las presentaciones que la ley permite para ajustar su situación a derecho, por ello, el no haberlo hecho implica un claro desprecio y un abierto, consciente y doloso acto de incumplimiento de la medida dispuesta por Vuestra Señoría”, manifestó Tagliapietra.
La primera que deslizó que el juez podría tomar una “decisión apresurada' fue Patricia Bullrich, que el miércoles mandó un mail al juzgado para decir que Macri no iba a asistir a la indagatoria por tener “compromisos internacionales” hasta finales de mes. Esa mención de la presidenta del PRO podía entenderse como un temor a que el magistrado dictara la captura de Macri. Sin embargo, consejeros legales de Macri decían que era imposible porque había sido notificado con menos de 24 horas de antelación y aún no había siquiera designado abogado y tenido acceso al expediente.
Por su parte, la abogada que encabeza la otra querella de familiares, Valeria Carreras, sostuvo que no corresponde dictar la captura de Macri porque recibió la convocatoria formal horas antes de que debiera presentarse. “Él no se escapó, estaba fuera del país”, dijo Carreras.
Después de que Bava reprogramara la audiencia, Carreras pidió al magistrado que intime a Macri a volver al país porque está previsto, como publicó Página/12, que viaje a Qatar para participar de actividades con la Fundación FIFA que él preside. “Es importante expresar que respetaremos los plazos procesales y los derechos que le asisten a todo reo. Nuestro objetivo es llegar a la verdad y condena que le corresponda a todos y cada uno de los responsables tanto de la causa AFI por el espionaje ilegal, como la del encubrimiento, así como la del hundimiento y muerte de los 44 tripulantes del submarino”, señaló.
Cómo sigue la situación de Macri ahora que la querella mayoritaria de los familiares del Ara San Juan pidió su detención
El juez Martín Bava debe decidir si lo declara en rebeldía y ordena la detención del expresidente. Las definiciones deberían conocerse en las próximas horas.
El juez Martín Bava debe decidir si declara en rebeldía y ordena la detención de Mauricio Macri después del pedido que hizo una de las querellas tras su decisión de no presentarse a la indagatoria que estaba fijada para este miércoles por el espionaje a los familiares de los tripulantes del ARA San Juan. Las definiciones deberían conocerse en las próximas horas.
Bava recibió una serie de pedidos en la mañana de este miércoles. Por un lado, la abogada Valeria Carreras, que encabeza la querella mayoritaria de familiares de los submarinistas, le reclamó a Bava que declare en rebeldía a Macri y ordene su detención por su reticencia a comparecer. Por otro lado, el abogado de Macri, Pablo Lanusse, recusó al juez y pidió que se postergue la indagatoria hasta tanto se resuelva la recusación.
Como primera medida, el juez va a tener que responder al planteo de Macri que busca apartarlo de la causa con duras críticas. “Se encuentran rotas en cabeza del Senor Juez recusado las condiciones esenciales que distinguen al juez imparcial frente al caso concreto: el equilibrio, la templanza, la ecuanimidad, la limitación jurisdiccional y la distancia anímica de no involucramiento persona”, escribió Lanusse.
Todo indica que el magistrado rechazaría la recusación en las próximas horas, y allí debería resolver si fija una nueva fecha para que comparezca Macri o si toma el camino que le indica la querella y ordena que comparezca por la fuerza pública. “No es posible que el juez haga eso. La querella está mal asesorada”, responde uno de los abogados que asesoran al expresidente ante una consulta de PáginaI12.
En el macrismo, hay tranquilidad porque toman como caso testigo la convocatoria a indagatoria que cursó Bava contra el intendente de Pinamar, Martín Yeza, cuya citación ya se aplazó en tres oportunidades. Sin embargo, siempre sobrevuela el fantasma de Fabián “Pepín” Rodríguez Simón, el poderoso asesor de Macri en materia judicial que se escapó a Uruguay para no presentarse a la indagatoria ante la jueza María Servini por las presiones a los dueños del Grupo Indalo.
“El juez debería rechazar la recusación y fijar una nueva fecha”, apunta un magistrado de otra jurisdicción ante la consulta de este medio. En el escrito, Lanusse le advierte que pueden llegar con su recusación hasta la Corte Suprema y que, si convocara a Macri nuevamente a indagatoria mientras ese incidente no se resolvió, reclamarán que todo lo actuado sea declarado nulo.
Una vez que Bava responda al planteo de Macri, la defensa de Macri llevará el tema a la Cámara Federal de Mar del Plata. En caso de que los camaristas respalden a Bava, el tema irá a la Cámara Federal de Casación Penal. Allí el interrogante será si interviene la sala que tiene asignada la causa madre de todas las causas de espionaje que tramitan en Dolores, el D’Alessiogate. En ese expediente, los camaristas que entienden son Eduardo Riggi, Guillermo Yacobucci y Javier Carbajo después de una serie interminable de recusaciones y excusaciones.
A horas de la indagatoria por espionaje a familiares de tripulantes del ARA San Juan
Mala noticia para Mauricio Macri: rechazaron su recusación al juez Martín Bava
El expresidente pretendía sacar de la causa al magistrado que lo investiga con el argumento de que no es imparcial. La Cámara Federal de Mar del Plata no hizo lugar a su planteo y deberá comparecer este jueves en el juzgado de Dolores.
Horas antes de que Mauricio Macri deba presentarse a indagatoria por el espionaje a los familiares de los tripulantes del ARA San Juan, la Cámara Federal de Mar del Plata rechazó el intento del expresidente de apartar al juez Martín Bava y lo confirmó al frente del expediente que investiga uno de los escándalos de la gestión Cambiemos.
La resolución fue adoptada por los camaristas Alejandro Tazza y Eduardo Jiménez en la víspera de la declaración del jueves al mediodía. Macri, a través de su abogado Pablo Lanusse, había recusado al juez alegando que era parcial y que prejuzgaba al afirmar que existió espionaje durante su gobierno. Lo hizo el mismo día en que debía presentarse para ser indagado a fin de forzar una postergación de la audiencia por parte del juez Bava, el primer magistrado que le exige explicaciones a Macri después de haber dejado el poder.
"La forma y el estilo empleado por el juzgador de grado tal vez no sean los apropiados o estén dotados de la técnica jurídica laudable a la que lógicamente se aspira y se desea de todo acto judicial, más ello no invalida ni puede servir de fundamento para justificar el apartamiento del juez natural de la causa", escribieron Tazza y Jiménez en una resolución que se conoció a primera hora de la tarde del miércoles.
Macri sostenía en su escrito que Bava ya había determinado que existió espionaje durante su gobierno y que él, en la indagatoria, sería un convidado de piedra. Sin embargo, los jueces marplatenses le dijeron al expresidente que su argumentación no era correcta. Lo que sucedió es que Bava firmó una misma resolución para procesar a exdirectivos e integrantes de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y para convocar a Macri.
Los camaristas, de todos modos, le pidieron mesura a Bava. "No puede olvidar el a quo la circunstancia de que los Magistrados judiciales deben actuar con el recato y la mesura pertinente que las circunstancias particulares aconsejen, como especialmente ocurre en el caso de autos, donde se formula una imputación penal a un ex Presidente de la Nación Argentina, vinculado con un acontecimiento que involucra profundos sentimientos personales que afectan a los familiares de las víctimas del suceso investigado, y que son caros en general a toda la sociedad, amén de haber acaecido el mismo, en el marco de un contexto histórico determinado y puntual", sostuvieron.
La estrategia de Macri para ganar tiempo
La recusación de Macri contra Bava fue una de las estrategias para dilatar la indagatoria y para ganar tiempo, que podría ayudarlo a llevar la causa hacia territorios más amenos como lo son los tribunales de Comodoro Py. Es allí donde Macri insiste que debe investigarse la causa, aunque aún no hizo un planteo concreto acerca de la competencia.
Bava citó a indagatoria al expresidente el 1 de octubre pasado. El juez sostiene que la AFI realizó seguimientos de los familiares de los submarinistas entre diciembre de 2017 --a un mes del hundimiento del buque de la Armada Argentina-- y hasta finales de 2018. Por estos hechos, el juez procesó a los exjerarcas de la AFI Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, al exdirector de Reunión Interior Eduardo Winkler, al jefe de la base Mar del Plata Nicolás Iuspa Benítez y a otros cinco agentes que cumplían funciones en esa dependencia, desde donde se orquestó el espionaje sobre los familiares.
Bava, además, entiende que el espionaje tuvo un motivo central: anticiparle a Macri cuáles serían los movimientos de los parientes de los 44 tripulantes y cuáles serían los reclamos que le harían frente al tema que más atención nacional e internacional suscitaba.
Macri pegó dos faltazos a Dolores, pero tiene previsto hacerlo este jueves. Lo hará con seguidores que lo acompañarán para "bancarlo", según surge de las convocatorias que circulan en redes sociales. Sus asesores legales sostienen que el expresidente declarará: no está claro si presentará un escrito, hará un descargo o responderá preguntas. El juez Bava y el fiscal Juan Pablo Curi querrán saber si ordenó el espionaje, si recibió los informes y, en tal caso, cómo era el circuito. En todas las indagatorias, la fiscalía remitió un pliego con no menos de 30 preguntas.
Mauricio Macri imaginó que su llegada al juzgado federal de Dolores sería multitudinaria, algo similar al 13 de abril de 2016, cuando Cristina Fernández de Kirchner debió presentarse por primera vez a indagatoria en los tribunales de Comodoro Py y lo hizo acompañada por una marea de gente que resistía pese a la lluvia pesada. Sin embargo, el líder del PRO tuvo una plaza local en la que los cálculos más optimistas de la policía estimaban con una concurrencia de 300 personas y un grupo de simpatizantes que lo acompañó hasta la puerta del tribunal coreando consignas. Ante el juez Martín Bava, Macri encontró una estrategia para no declarar sobre el espionaje a los familiares del ARA San Juan después de dos faltazos anteriores: su abogado hizo notar que no estaba relevado del secreto que deben guardar todos aquellos que manejan información sensible de inteligencia y el juez debió suspender la indagatoria. Rápido, el defensor Pablo Lanusse le hizo saber al magistrado que la intención del expresidente era que la declaración fuera por Zoom en una concesión de que Macri no quiere ni el palacio (de justicia) ni la calle. Antes de viajar a la reunión del G20, Alberto Fernández respondió al pedido del juez y relevó a Macri del secreto, por lo que Bava podría fijar fecha para una nueva audiencia.
Macri entró a la Municipalidad de Dolores cuando casi no había gente en la Plaza Castelli. En un vértice del parque, habían dispuesto un palco pequeño revestido con una bandera argentina. Subió y, desde una de las ventanas de la planta superior, espió por las cortinas para ver cuánta gente se había reunido. Con él, estaban Hernán Lombardi, el ideólogo de la movilización, y Patricia Bullrich, la presidenta del PRO, entre otros.
Dos vendedores caminaban por el perímetro de la plaza mientras ofrecían unas banderas a los simpatizantes que buscaban algún asiento a la sombra. Eran banderas nacionales, algunas llevaban la leyenda “Sí se puede”; otras decían “Salvemos la república”.
--¿Cómo viene la venta?-- le preguntó este diario a los vendedores.
--Más o menos. Esperemos que llegue gente.
Cuando Macri se subió al escenario, debió ensayar su propia explicación ante la falta de convocatoria. “Hay gente que lamentablemente está en la ruta porque había más controles policiales que los normales”, dijo, y después salió caminando hacia el juzgado en el que subroga Bava.
Detrás del escenario, estaba su secretario privado Darío Nieto, quien desde junio del año pasado está siendo investigado en otra causa de espionaje bajo la acusación de recibir información de los espías conocidos como Súper Mario Bros a través de la exfuncionaria Susana Martinengo. Nieto tiene una falta de mérito que está siendo revisada por la Cámara Federal porteña.
“Es una causa totalmente armada contra Mauricio”, protestó Nieto en diálogo con Página/12. “Es un juez polémico --dijo en alusión a Bava-- y un juzgado de Justicia Legítima”, agregó.
En otro sector de la Plaza, se paseaba Federico Pinedo mientras respondía pedidos para retratarse con algunas seguidoras. “Me parece que es un caso politizado, que ya está resuelto antes de empezar”, declaró a este diario. “No me cabe duda de que el juez lo va a procesar”, completó.
Después, llegó la (corta) marcha de Macri hacia el juzgado. Caminó las dos cuadras que lo separaban de la Plaza con sus seguidores, mientras coreaban: “Mauricio no se toca”. Al llegar al edificio de Buenos Aires 127, ingresó con su abogado Pablo Lanusse. De la vereda contraria al juzgado, colgaba una bandera: “Macri preso ya”.
Cara a cara
El trato entre el juez y el expresidente fue seco. “Buen día”, pronunció Macri. No hubo comentarios de rigor ni mucho menos. Por el calor, saltó una fase de luz del juzgado, justamente a la que estaban conectadas las computadoras. Desde el entorno de Macri, decían que no funcionaba el sistema de videoconferencia y protestaban.
El secretario del juzgado leyó los cargos y el juez lo interrumpió para aclarar que no estaba dando por sentado nada, después de la recusación que presentó la semana pasada Macri y de la advertencia de la Cámara Federal de Mar del Plata de las últimas horas.
-- Comencemos-- dijo Bava. Sin embargo, el secretario recordó que faltaba dar lectura de la resolución que había enviado el 6 de octubre pasado la interventora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Cristina Caamaño, en la que decía que no le correspondía a ella relevar del secreto a Macri --por el cargo que él ostentó-- y advertía que, en caso de que el expresidente diera información de inteligencia, debería quedar bajo reserva.
Allí saltó la alerta y Lanusse dijo que Macri no estaba autorizado para declarar. El secreto fue una piedra basal de la gestión Cambiemos en inteligencia y Macri se aferró a ese libreto. Antes, los asesores de Macri habían dicho que el líder del PRO iba a hacer un breve descargo ante el juez, a quien le iba a decir que no era competente para juzgarlo y también negaría el espionaje. Después, presentaría un escrito.
Ante ese panorama, el juez le preguntó al fiscal Juan Pablo Curi cuál era su opinión y éste dijo que era necesario un decreto del Poder Ejecutivo. Lanusse coincidió. Bava quiso fijar audiencia para el próximo jueves y Lanusse le preguntó si estaba seguro de que para entonces iba a estar el decreto. Entonces pidió que la próxima audiencia fuera por Zoom.
--¿Puedo retirarme?-- preguntó Macri, fastidiado, y salió sin saludar.
El fiscal advirtió que no habían firmado el acta y Lanusse salió a correr a su defendido, con quien esperaron a que estuvieran los papeles en una sala contigua. Al fiscal y a la secretaria les pidieron que aguardaran el acta en un pasillo.
“Un bochorno, un escándalo, canallesco”, repetía Lanusse mientras se alejaba del juzgado. Macri emprendió la vuelta de Dolores y, a los pocos minutos, Bava pedía al presidente Alberto Fernández que firmara un decreto autorizando a Macri a declarar sobre cuestiones de inteligencia. Pocas horas después, el decreto estaba firmado. El decreto --rubricado por el Presidente, el jefe de Gabinete Juan Luis Manzur y el ministro de Justicia Martín Soria-- deja en claro que Macri tenía posibilidad plena de ejercer su defensa, tal como lo establece la Constitución, y decir lo que fuera necesario. Sin embargo, decidió ampararse en la figura del secreto y por eso se lo relevaba para que no existiera impedimento. Macri ya perdió ese argumento y el juez Bava está en condiciones, ahora sí, de indagarlo por el espionaje a los familiares de los 44 tripulantes del ARA San Juan.
“No tuvo voluntad de declarar el imputado Macri”, había denunciado horas antes la abogada querellante Valeria Carreras.
La dilación como estrategia
Bava citó a Macri a indagatoria el 1 de octubre pasado, cuando el líder del PRO estaba en Miami Beach presentando su libro Primer Tiempo. Macri debió presentarse el 7 de octubre, pero, después de una serie de fracasos para notificarlo, Bava postergó la declaración para el 20 de octubre. Ese día, el expresidente también faltó. Horas antes de la audiencia, recusó al juez Bava y pidió la postergación de la indagatoria. La tercera no fue la vencida. En realidad, no hubo dos sin tres, y Macri tampoco declaró este jueves.
El expresidente tiene dos objetivos a corto plazo: sacarse de encima a Bava, a quien lo acusa de perseguirlo, y llevar la causa hacia Comodoro Py. En el entorno de Macri siempre dijeron que la declaración debía posponerse hasta después de las elecciones del 14 de noviembre --y parecen decididos a lograrlo--.
Bava puede fijar fecha para una nueva audiencia en las próximas horas. Allí también deberá decidir si la indagatoria será presencial o telemática --como pidió el abogado del expresidente después del show deslucido del jueves al mediodía--.
Una maniobra de patas cortas: Mauricio Macri ya tiene fecha para volver a Dolores a declarar
El juez Martín Bava citó al expresidente para el 3 de noviembre, luego de que Alberto Fernández lo relevara de cumplir el secreto sobre cuestiones de inteligencia. La audiencia será presencial y no vía Zoom, como pretendía la defensa de Macri.
Mauricio Macri no se salvará de un nuevo viaje a Dolores. Después de que el presidente Alberto Fernández firmara el decreto que releva a Macri del deber de guardar secreto en cuestiones de inteligencia que su defensa invocó el jueves para no avanzar en la indagatoria, el juez federal Martín Bava volvió a citarlo para el miércoles próximo a las 12. El magistrado, que quiere interrogar a Macri acerca del espionaje a los familiares del ARA San Juan, desbarató la otra estrategia de Macri: dijo que la audiencia deberá ser presencial, justamente por la sensibilidad de la información que se ventila en la causa. Desde Córdoba, Macri anunció que concurrirá y le atribuyó intencionalidad política a la causa. "Creen que con mi procesamiento van a dar vuelta la elección", dijo el líder de Juntos por el Cambio. No queda claro si desde el PRO planean reeditar la experiencia de la magra movilización de seguidores que se congregaron en la plaza central de Dolores.
Hasta ahora, las únicas explicaciones sobre las tareas ilegales de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) sobre los parientes de los submarinistas fueron dadas por Macri en los medios de comunicación o ante escenarios amigables. Desde hace casi un mes, viene evitando hablar ante el juez Bava. El jueves, Macri finalmente se presentó ante Bava pero encontró una estrategia para no declarar: dijo que no había sido relevado del deber de guardar secreto en cuestiones sensibles de inteligencia. El juez suspendió la audiencia y le pidió a Fernández que lo hiciera. Antes de partir hacia Europa, el Presidente firmó el decreto para que Macri declare sin más dilaciones.
La efímera maniobra de Mauricio Macri
En la resolución de este viernes por la mañana, Bava dejó en claro que él no creía que Macri necesitara el relevamiento del secreto para declarar. El juez que subroga en Dolores citó a Macri a indagatoria el 1 de octubre pasado. Ese mismo día, le consultó a la interventora de la AFI, Cristina Caamaño, si era necesario relevarlo del secreto. Cinco días después, la funcionaria dijo que no era ella quien podía hacerlo y que, en caso de que Macri declarara sobre cuestiones de inteligencia, esa información debía quedar reservada.
Pablo Lanusse, el abogado de Macri, pidió que la próxima audiencia fuera por Zoom después de que Bava decidiera suspender la indagatoria ante el pedido de la defensa y del fiscal Juan Pablo Curi de que le requiriera un decreto al Poder Ejecutivo para que Macri declarara. Sin embargo, Bava descartó la pretensión de Macri de declarar desde casa y evitarse el viaje hasta Dolores. Dijo que en la causa hay información sensible de inteligencia --y, además, el propio Macri sostuvo que necesitaba autorización porque lo que pudiera decir podría afectar la seguridad del país--.
La defensa del ex presidente
Después de la visita a Dolores, Macri viajó hacia Córdoba, donde este viernes participó de una reunión en la Bolsa de Comercio con empresarios locales. “Mi gobierno no ha hecho espionaje ilegal. Jamás tuve documentación sobre familiares del ARA San Juan ni de ningún otro buque. El miércoles iremos a decir eso frente a un procesamiento que ya está escrito”, dijo el líder del PRO, que aprovechó para decir que fue poco seria la citación y que era víctima de una persecución.
Bava acusa a Macri de haber ordenado y posibilitado que la AFI realizara tareas de seguimiento, infiltración y ciberpatrullaje sobre los parientes de los submarinistas entre diciembre de 2017 y finales de 2018, cuando finalmente se halló el submarino que se había hundido un año antes. Según el juez, el accionar de la AFI estuvo orientado a anticiparle a Macri cuáles serían los movimientos de los familiares y qué reclamos le harían en un tema tan sensible que concitó la atención nacional e internacional.
Las tareas ilegales fueron hechas desde la base Mar del Plata de la AFI. Por estos hechos, Bava ya procesó a nueve personas: los exdirectivos Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, el exdirector de Reunión Interior Eduardo Winkler, el exjefe de la base Mar del Plata Nicolás Iuspa Benítez y cinco agentes que reportaban en esa delegación de la exSIDE.
No es una novedad que Macri busque politizar la citación ni atarla con las elecciones., Juntos por el Cambio organizó un magro acto en la Plaza Castelli de Dolores, a dos cuadras del juzgado, para acompañar a Macri. La policía estimaba que no se habían reunido más de 300 personas. Los familiares de los tripulantes habían solicitado que no se movilizaran. "Ellos piensan una cosa y nosotros otra", dijo Hernán Lombardi, organizador de la manifestación, a este diario. La estrategia de la manifestación tampoco entusiasmó demasiado a los asesores legales del expresidente.
En el entorno de Macri, decían que el expresidente iba a hacer una breve exposición ante Bava: le iba a decir que no era competente para juzgarlo y que no había ordenado ningún espionaje. Después, entregaría un escrito y se iría. Pero, la defensa vio la oportunidad y dilató la declaración del exmandatario.
Desde que Bava lo citó, Macri pegó dos faltazos y, cuando finalmente accedió a presentarse, no habló al encontrar ese argumento sobre el secreto de inteligencia. La del miércoles próximo será la cuarta citación al expresidente. Es probable que antes la defensa insista con recusar a Bava.
"Preguntale al de C5N por qué me lanzó el micrófono a mí, qué sé yo"
Macri y sus excusas después de haber tirado al piso un micrófono
Consultado sobre el incidente del pasado miércoles en Dolores cuando le quitó el micrófono a un periodista del canal C5N, el expresidente Mauricio Macri ensayó una extraña explicación: "¿Qué pasó? Una persona normal que llega preocupada por la tensión que significa ir a declarar y cuando baja de la camioneta ve una lluvia de micrófonos y uno que se me viene a la cabeza directo". Un relato que contradice las imágenes de ese momento.
Ante la alusión de su entrevistador en Chubut de que justo era el micrófono de un canal crítico de su figura, reaccionó así: "Preguntale al de C5N por qué me lanzó el micrófono a mí, qué se yo". Algo que en los hechos no fue así. "Yo venía de costado, que se me venía uno, lo agarré y lo tiré", siguió sobre lo ocurrido cuando ingresaba a declarar por la causa de presunto espionaje a los familiares de la tripulación del submarino ARA San Juan.
Nicolás Munafó, el periodista de C5N que sufrió la agresión, recogió el guante en Twitter. "Cada vez que Macri habla, queda más en claro cómo fueron las cosas. Los videos y fotos evidencian que no fue así como narra", escribió, al tiempo que negó haberle tirado el micrófono, ya que el expresidente "podía caminar tranquilo, lo hizo porque quiso. Con esto, demuestra que sus 'disculpas' no fueron sinceras, todo forzado".
Le reclamó que presente la invitación y explique el motivo de su salida del país
El juez Bava autorizó el viaje de Mauricio Macri a Arabia Saudita
Las querellas se habían opuesto por considerar que podría acarrear riesgos para la causa. El fiscal, por su parte, no opuso reparos, aunque pidió al expresidente que acreditara el regreso.
Mohammed bin Salman y Mauricio Macri
Mauricio Macri podrá viajar a Arabia Saudita entre el 15 y el 25 de noviembre. Así lo resolvió el juez Martín Bava, que esta semana lo indagó por el espionaje a los familiares de los 44 tripulantes del ARA San Juan y aún debe resolver si lo procesa. Mientras tanto, el presidente Alberto Fernández firmó este viernes un decreto para relevar del deber de guardar secreto en cuestiones de inteligencia a todos los testigos que Macri pidió para que declaren en el juzgado federal de Dolores.
Antes de presentarse a la indagatoria del miércoles, Macri --a través de su abogado Pablo Lanusse-- solicitó autorización para viajar a Arabia Saudita un día después de las elecciones. El letrado explicó que había sido invitado por el príncipe saudí, aunque no dio más detalles del viaje.
El juez Bava permitió la salida de Macri, aunque reclamó que presente la invitación y explique el motivo del viaje. El expresidente deberá enviar, además, copia de los pasajes de salida y de regreso y presentarse 48 horas después del retorno para acreditar su llegada.
Las querellas se habían opuesto por considerar que la salida del país de Macri podría acarrear riesgos para la causa. El fiscal, por su parte, no opuso reparos, aunque pidió que acreditara el regreso. "Después de esta resolución, ya no podrán tildar de arbitrario al juez Bava", sostuvo la abogada querellante Valeria Carreras.
El 1 de octubre, cuando lo llamó a indagatoria por las tareas ilegales desplegadas desde la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) sobre los parientes de los submarinistas, Bava le dictó la prohibición de salida del país a Macri. Esa decisión fue apelada por su defensa y aún está pendiente de ser revisada por la Cámara Federal de Mar del Plata.
Ese tribunal autorizó en las últimas horas un viaje de la exsubdirectora general de la AFI Silvia Majdalani, que había sido inicialmente rechazado por Bava. "El proceso penal no puede convertirse en un castigo para el imputado por el solo hecho de estar sospechado de la comisión de un hecho delictivo", escribieron los camaristas. En los hechos, a Bava le quedó poco margen para tomar otra decisión con respecto a la salida de Macri.
Una semana clave
Macri estuvo unos 40 minutos ante Bava el miércoles pasado. No declaró, aunque presentó un escrito en el que niega haber ordenado el espionaje sobre los familiares. Sus únicas palabras hacia el juez fueron para chicanearlo y acusarlo de querer procesarlo antes de las elecciones del 14 de noviembre. Después, se subió a una camioneta hacia el Golf Club de Dolores, donde aprovechó para ejercitarse, antes de subirse a un helicóptero.
Sin embargo, las últimas medidas que tomó Bava parecen demostrar que los temores de Macri no están acreditados. No sólo le autorizó el viaje a Arabia Saudita, sino que también convocó a los testigos que pidió para la semana próxima.
El miércoles, Bava les tomará declaración al exministro de Defensa Oscar Aguad y al exsecretario general de la presidencia Fernando de Andreis, de quien dependía la Casa Militar, encargada de la seguridad del presidente. Macri pretende explicar en la causa que la AFI pudo haber producido informes sobre los familiares porque estaba trabajando con la Casa Militar para garantizar su seguridad. Ese argumento ya lo introdujeron otros imputados en la causa y Bava lo desestimó.
El jueves, Bava continuará con declaraciones de los exjefes de la custodia presidencial y de la Casa Militar durante el gobierno de Macri. Además, el juez pidió a las partes que envíen un pliego de preguntas para que declaren la interventora de la AFI, Cristina Caamaño, y el diputado macrista Cristian Ritondo, quienes, por su función, pueden responder por escrito.
Este viernes, todos fueron relevados del secreto por decreto del Presidente, como había pedido Bava el jueves. El decreto deja a salvo que se levanta el secreto pese a que en la causa "se investiga la posible comisión de delitos de acción pública vinculados a actividades de inteligencia prohibidas por la ley, y no a actividades o información que haya sido necesarioclasificar en interés de la seguridad interior, la defensa nacional o las relaciones exteriores de la Nación". En otras palabras, es para evitar otras maniobras dilatorias como las que ensayó Macri como imputado.
Mauricio Macri fue procesado por el espionaje a familiares del ARA San Juan
Por primera vez un magistrado federal le asigna responsabilidad directa a Macri en las denuncias por el accionar ilegal de la AFI durante la era Cambiemos. La defensa del expresidente insistirá en su intento de que la causa vaya a Comodoro Py, un terreno más conocido y amigable para el macrismo.
Mauricio Macri se reunió por primera vez con los familiares de los 44 tripulantes del ARA San Juan el 20 de noviembre de 2017. Habían pasado cinco días desde que desapareciera el submarino. Entre diciembre de ese año y fines del siguiente, las familias fueron víctimas del espionaje ilegal: seguimientos, infiltraciones, fotos. Por estos hechos, el juez federal Martín Bava procesó al expresidente. Si bien las denuncias por el accionar ilegal de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) durante la era Cambiemos fueron múltiples, ésta es en la que, por primera vez, un juez federal le asigna responsabilidad directa al exmandatario.
"El gobierno nacional que el imputado encabezaba espió ilegítimamente a los protagonistas de una de las mayores tragedias que se vivió en su gestión. Ello se hizo, entre otras cosas, con el objetivo de anticiparle a Mauricio Macri, cuáles eran los movimientos y los reclamos que existían en ese colectivo de familiares", escribió el juez Bava en la resolución.
El magistrado, además, embargó al expresidente por 100 millones de pesos y le prohibió la salida del país. Macri recibió la noticia de su procesamiento desde Chile, donde pidió viajar para participar supuestamente de una cumbre sobre el cambio climático. En conversación con unos periodistas, acusó a Bava de encabezar una "persecución" en su contra.
"No es un día de alegría, sino de confirmación de algo que sabíamos y denunciamos en 2018", dijo la abogada Valeria Carreras, que encabeza la querella mayoritaria en la causa. "Significa probar lo que siempre las señoras presintieron: que les adivinaban lo que iban a preguntar. Este fallo es un alivio. Tenían razón", añadió.
Luis Tagliapietra, abogado querellante y padre de un submarinista, describió la resolución de Bava como un gran paso. "A pesar de las presiones se hizo justicia", resaltó.
Un camino de obstáculos
La decisión de Bava se conoce casi un mes después de que indagara a Macri. El líder del PRO fue inicialmente llamado a indagatoria el 1 de octubre. Sin embargo, no se presentó hasta el 28 de octubre, cuando no declaró porque su defensa advirtió que no le habían levantado el deber de guardar secreto que rige para cuestiones vinculadas a la inteligencia. Bava recién pudo indagarlo el 3 de noviembre.
En esa oportunidad, Macri no habló sobre la actividad de inteligencia ni sobre lo sucedido con el colectivo de familiares, únicamente le entregó un escrito al juez y le dedicó un par de chicanas: le dijo que no quería demorarlo así podía procesarlo antes de las elecciones del 14 de noviembre.
El procesamiento llega casi tres semanas más tarde de las elecciones y después de que Bava haya sorteado una segunda recusación que planteó el expresidente para intentar correrlo de la causa. Ninguno de los argumentos de Macri se verificó: ni que el juez lo llamó a indagatoria con el calendario electoral en la mano, ni que se trataba de un magistrado "anti-PRO". Por el contrario, Bava no dictó la resolución hasta recibirles declaración a los testigos que pidió Macri el 3 de noviembre.
El espionaje ilegal
Según reconstruyó el juez, la AFI --desde su delegación Mar del Plata-- se dedicó a seguir, fotografiar e infiltrar a los familiares. Lo hicieron en marchas, reuniones e incluso misas. El accionar de los espías estuvo guiado por un objetivo: anticiparle a Macri cuáles serían sus reclamos en un tema que suscitaba interés nacional e internacional.
"Estas personas no reclamaban otra cosa que justicia y no buscaban más que saber qué había ocurrido con sus seres queridos. No es posible considerar que sus reclamos representaban amenazas a la seguridad interior, a la defensa nacional o a la seguridad presidencial", escribió Bava. "La gravedad de los hechos aquí investigados constituye no solo una conculcación al sistema democrático y una violación a las garantías constitucionales, sino que vulnera los compromisos asumidos internacionalmente por el Estado", añadió.
En la causa ya había once procesados por el espionaje ilegal a las familias: el exdirector general de la AFI Gustavo Arribas, la exsubdirectora Silvia Majdalani, el exdirector de Reunión Interior Eduardo Winkler, el exjefe de la base Mar del Plata Nicolás Iuspa Benítez y cinco agentes bajo sus órdenes. El martes, Bava procesó también a los dos directores operacionales de Contrainteligencia del macrismo, Diego Dalmau Pereyra y Martín Coste, por no haber controlado lo que pasaba en la base Mar del Plata. Para el juez, la omisión no fue un error sino que obedeció a un plan pergeñado desde lo más alto del Poder Ejecutivo para tener en la mira a los familiares de los tripulantes.
Para Bava, lo que sucedió en Mar del Plata no pudo no haber sido ordenado por Macri y dejó en claro que excedió a la conducción de la AFI. Al expresidente le enrostró también haber modificado la doctrina de inteligencia, lo que habilitó el secretismo y las tareas ilegales.
La investigación por el espionaje sobre las familias del ARA San Juan se inició en septiembre de 2020 con una denuncia de la interventora de la AFI, Cristina Caamaño, ante la Justicia federal de Mar del Plata. La pesquisa estuvo en manos inicialmente del fiscal general Daniel Adler, pero el juez Santiago Inchausti entendió que debía investigarse dentro de una trama más grande de espionaje como la que se investigaba en el Juzgado federal de Dolores --entonces a cargo de Alejo Ramos Padilla--. La Cámara Federal de Mar del Plata convalidó la decisión y, cuando Ramos Padilla juró al frente del Juzgado Federal 1 de La Plata, Bava se hizo cargo de este expediente y de los otros que tramitaban en Dolores.
Macri quiere que la causa vaya a Comodoro Py
Para Macri no está dicha la última palabra. En el entorno del expresidente dan por sentado que apelarán el procesamiento, el embargo y la prohibición de salida del país. El defensor del exmandatario, Pablo Lanusse, tiene tres días hábiles para hacer la presentación, que podría concretarse en los primeros días de la semana próxima.
Horas antes de que Bava dictara el procesamiento, Lanusse le había pedido a la Sala II de Casación Penal que tratara de manera inmediata su pedido para correr al juez que subroga en Dolores.
Si pasara a los tribunales de Retiro, la revisión del procesamiento quedaría en manos de la Cámara Federal porteña, el mismo tribunal que aún dilata las definiciones sobre los 38 procesamientos por espionaje que dictó en febrero el juez federal de Lomas de Zamora Juan Pablo Augé, antes de que le sacaran el expediente .
Desde mediados del año pasado vengo pidiendo esto.
"La fuga no es un delirio, sino algo que a la luz del comportamiento 'reticente' a la Justicia, ver postergación de su indagatoria, la profusa mendacidad de sus libelos y recursos, nos ponen frente a un reo con múltiples destinos donde le darían un lugar apropiado para abstraerse de la Justicia" (Valeria Carreras)
El juez Bava le notificó a Migraciones que tiene prohibido salir del país
Macri se queda sin el placer de viajar
Además de procesarlo por el espionaje a familiares del ARA San Juan, el magistrado le dictó un embargo por 100 millones de pesos y la prohibición de salida de la Argentina. Ambas medidas fastidiaron al expresidente y su defensa las apelará junto con el procesamiento.
El juez federal de Dolores, Martín Bava, notificó este viernes formalmente a la Dirección Nacional de Migraciones la vigencia de la prohibición de salida del país dictada al expresidente Mauricio Macri, al disponerse su procesamiento en la causa que investiga supuesto espionaje ilegal a familiares de víctimas del submarino ARA San Juan.
En un oficio enviado al organismo, Bava consignó que el 1 de diciembre último "se dispuso la prohibición de salida del país del imputado Mauricio Macri", una medida que comenzó a regir desde su vuelta al país procedente de Chile, informaron fuentes judiciales.
"La fuga no es un delirio, sino algo que a la luz del comportamiento 'reticente' a la Justicia, ver postergación de su indagatoria, la profusa mendacidad de sus libelos y recursos, nos ponen frente a un reo con múltiples destinos donde le darían un lugar apropiado para abstraerse de la Justicia", sostuvo.
La estrategia de Macri
Por su parte, la defensa de Mauricio Macri ultima detalles de la apelación que presentará al procesamiento dictado por el juez federal subrogante de Dolores. El lunes vence el plazo para apelar esa decisión del magistrado, por lo cual se espera que de aquí a ese día llegue la presentación judicial por medio de su abogado Pablo Lanusse.
Macri fue procesado el miércoles sin prisión preventiva, pero con un embargo de 100 millones de pesos sobre sus bienes, por Bava, quien consideró al líder de Juntos por el Cambio (JxC) como "autor" de maniobras de espionaje ilegal contra los familiares de los marinos del submarino hundido en noviembre de 2017.
El fallo se dio a conocer cuando el exmandatario estaba de viaje en Chile. Ya en la Argentina, el expresidente no podrá salir del país, según lo establecido por el fallo, y además "no podrá ausentarse de su lugar habitual de residencia por un término mayor a los diez días sin previo aviso al tribunal".
En declaraciones formuladas a la prensa, Macri calificó como "persecución política" su procesamiento y adelantó que cumplirá el fallo "como corresponde". "Es una persecución política que terminó en esto. Ya todos lo sabíamos. Más incómodo para la propia Justicia argentina es tener jueces como el juez (Martín) Bava", respondió tras la pregunta de una periodista del canal 24 Horas TVN.
La causa por el espionaje
La causa, por la que ya hay 11 procesados además del exmandatario, se inició en septiembre del 2020, con una denuncia que presentó la interventora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Cristina Caamaño, ante la justicia federal de Mar del Plata.
Puntualmente, el juez Bava investiga las tareas de campo directas, infiltraciones, toma de fotografías y ciberpatrullaje que se realizaron desde la base de Mar del Plata para espiar al colectivo de familiares de los tripulantes del submarino ARA San Juan, que se hundió en noviembre de 2017.
Tal como contó este diario, durante el gobierno de Mauricio Macri la AFI produjo informes sobre los siguientes sucesos:
Cuando se cumplieron los dos meses de la desaparición del submarino, el 15 de enero de 2018, se hizo una misa en la Base Naval de Mar del Plata. La AFI siguió a una hermana de un tripulante y también se infiltró entre un grupo de parientes que llevaron su reclamo al Concejo Deliberante de General Pueyrredón.
Un informe del 3 de febrero de 2018 da cuenta del seguimiento a cuatro mujeres, esposas o parejas de los submarinistas, para saber cuáles serían los planteos que harían en la reunión que tendrían tres días después con Macri.
El 10 de febrero de 2018, hubo seguimientos a una madre y a los familiares que llegaron a la residencia de Chapadmalal para dejarle una carta a Macri.
El 2 de abril de 2018, fotografiaron y buscaron en las redes sociales de una hermana y una compañera de un submarinista que fueron hasta el Golf Club de Mar del Plata para buscar hablar con Macri. Había un periodista marplatense, pero la AFI no se interesó por él. Eso prueba para el juez Bava que los espías estaban enfocados en el colectivo de familiares del ARA San Juan.
Siguieron y fotografiaron a quienes se congregaron en la Base Naval al cumplirse un año del hundimiento del San Juan.
En al menos otras diez oportunidades hubo seguimientos, según surge de 22 documentos aportados por Caamaño. Los informes sobre las movilizaciones comenzaron el 28 de diciembre de 2017.