El artista Luis Manuel Otero Alcántara, condenado a 5 años de cárcel, fue detenido hace un año en las multitudinarias protestas en diferentes ciudades de Cuba

Por Andrea Farnós

Cuando Luis Manuel Otero Alcántara se grabó un vídeo incitando al pueblo cubano a salir al Malecón de La Habana el 11 de julio de 2021, nunca pensó que ni siquiera llegaría a su destino. Fue detenido en su camino a las protestas espontáneas que se habían originado inicialmente en San Antonio de los Baños, al suroeste de La Habana. Horas más tarde, y gracias a la difusión por redes sociales, el descontento se extendió a todos los rincones de la isla en lo que derivó en unas protestas históricas. Luis Manuel continúa preso desde entonces, condenado recientemente a cinco años de prisión y en huelga de hambre y sed desde el 4 de julio.

 

“No sabemos si va a poder volver a llamar. A raíz de que esto se hizo público, imagino que la seguridad del estado tomará represalias”, asegura su pareja, Claudia Genlui, a El Confidencial. Ni ella ni sus allegados pudieron visitar a Otero después de su detención y hasta el 21 de octubre del año pasado. Las autoridades argumentaron los peligros por la expansión del covid y se le denegaron varias solicitudes de cambio de medida cautelar por tratarse, según ellos, de una persona de "alta peligrosidad social". Luis Manuel tampoco pudo recibir ensayos relacionados con el arte político.

 

Los reclamos del activista cubano empezaron en 2018, con la creación del llamado movimiento artístico y social San Isidro, un pilar fundamental para explicar la crispación del país como consecuencia de la aprobación del Decreto 349. Este regula las actividades artísticas y culturales en Cuba y no permite “hacer arte en nuestras casas, el último espacio de libertad de creación que teníamos”, explicaba el año pasado una de las fundadoras, Iris Ruiz.

 

Así se fueron gestando las protestas en Cuba, que se materializaron en manifestaciones frente al Capitolio y la sensación de que todo discurso político había dejado de convencer a la población. Decenas de miles de personas salieron a las calles de más de 60 ciudades el 11 de abril de 2021 para protestar contra el deterioro de la calidad de vida y el malestar general. Muchas de las manifestaciones fueron pacíficas, pero otras se saldaron con miles de detenidos y con enfrentamiento que provocaron la muerte de una persona. En este año, más de 600 personas han sido condenadas por esas protestas.

 

La sentencia que lo cambió todo

El pasado 24 de junio se hizo pública la sentencia del Tribunal Municipal del Centro de La Habana donde, tras el juicio celebrado a finales de mayo, el juez condenaba a Luis Manuel Otero Alcántara a cinco años de cárcel por delitos de ultraje a los símbolos de la patria, desacato y desórdenes públicos. Fue su pareja, que reside actualmente en Estados Unidos, quien le informó de la decisión judicial una semana después de su resolución.

 

“Tiene la sensación de que no serán solo cinco años. Sabemos cómo funcionan estos temas con los presos políticos y siempre tratan de buscarles más causas, como que los presos comunes se enfrenten a ellos para cambiar su situación en prisión y poder aumentar la condena”, señala una de las fundadoras del movimiento San Isidro, Yanelis Núñez, actualmente bajo asilo en Madrid.

 

No es el único condenado en dicha sentencia. El rapero Maykel Osorbo -uno de los autores de ‘Patria y Vida’, la canción que se convirtió en el lema de las protestas- se enfrenta a nueve años en prisión. Ambos son compañeros en la lucha social desde hace años y han encabezado protestas y movimientos que han enfurecido al equipo del presidente de la nación, Miguel Díaz-Canel. Son algunos de los símbolos de los problemas de la Cuba comunista.

 

Las acusaciones a Osorio se centran en lo ocurrido el 4 de abril de 2021. Según la Fiscalía, Osorio se enfrentó a los agentes de la Policía Nacional Revolucionaria cuando trataban de esposarle. Núñez, una de las fundadoras del Movimiento San Isidro junto con Luis Manuel, Amaury Pacheco e Iris Ruiz, argumenta a este periódico que “todos los vecinos del barrio San Isidro salieron a la calle en apoyo a Maykel. Uno de ellos le dio una bicicleta y salió corriendo a casa de Luis y el vecindario salió a ver lo que ocurría mientras cantaban ‘Patria y Vida’".

 

La lucha continúa para ellos. Luis Manuel Otero Alcántara solo ha emitido un mensaje público en lo que va de año. El pasado 17 de mayo dio las gracias a las personas que se preocuàn por su estado de salud, después de que sus familiares informaran que sufrió una parálisis en un ojo durante su última huelga de hambre entre el 18 de enero y el 22 de febrero. Además, el cubano sentenció que no va a salir de la isla que define como "calabozo". "Todo este mes el régimen me ha dado como única salida de prisión el exilio fuera de Cuba", afirmó. Pero, a pesar de todo, aclaró que aunque le metan en "el calabozo más escondido de Guantámano o debajo de una piedra, buscaré la manera de que mi arte les llegue y seguir apostando por la libertad".

FUENTE: EL CONFIDENCIAL