Pobres desgraciados.
Cada vez más patéticos. 
Parafraseando a un viejo Intendente peronista del Conurbano Bonaerense, afirmo que la Revolución es como un río ancho y caudaloso. Mientras resiste y avanza, deja la basura al costado.
Y eso son estos gusanetes que cantan y bailan al compás del odio y la traición: inmundicia pura.
SALUDOS REVOLUCIONARIOS 

(Gran Papiyo)