"Su señoría, me impliqué en la actividad que me ha traído ante usted por que obedecí a mi conciencia más que a la Ley. La política de nuestro gobierno hacia Cuba es injusta y profundamente hostil. Me siento moralmente obligada a ayudar a la isla a defenderse contra nuestros esfuerzos por imponerle nuestros valores y nuestro sistema político.
Hemos dado prueba de intolerancia y de desprecio hacia la isla durante 4 décadas. Nunca hemos respetado el derecho de Cuba a construir su propio camino hacia sus propios ideales de igualdad y de justicia. No entiendo como seguimos tratando de imponer a Cuba la manera como nosotros entendemos que debe seleccionar a sus dirigentes, quienes no deben allí ser sus dirigentes y que leyes son más propicias para esa nación ¿Porqué no dejamos que Cuba siga su propia vía interna como lo hace Estados Unidos hace 2 siglos?
Mi manera de responder a nuestra política hacia Cuba fue quizás moralmente reprehensible.
Puede ser que el derecho de Cuba a existir sin presión política y económica no justifique haber dado a la isla información clasificada para ayudarla a defenderse. Solo puedo decir que hice lo que creí correcto para contrarrestar una grave injusticia.
Mi mayor deseo sería ver surgir una relación de amistad entre EE.UU y Cuba. Espero que mi caso estimule de alguna manera a nuestro gobierno a abandonar su hostilidad a Cuba y a trabajar con La Habana en un espíritu de tolerancia, de respeto mutuo y de comprensión.
Hoy vemos con más claridad que nunca que la intolerancia y el odio, de parte de individuos o de gobiernos, solo propagan dolor y sufrimiento. Espero que Estados Unidos desarrolle hacia Cuba una política basada en el amor por el prójimo, una política que reconozca que Cuba -como cualquier otra nación- quiere ser tratada con dignidad y sin desprecio"
Arrestada en 2001 y condenada por espionaje, Ana Belén Montes fue internada en un hospital psiquiátrico militar, bajo régimen de aislamiento. Las autoridades estadounidenses limitaron sus relaciones sociales a breves paseos con personas violentas y asesinos.
No tenía acceso a diarios ni a televisión.
Sus condiciones de encarcelamiento fueron crueles y degradantes.
Red Voltaire