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De: TATIS-7  (Mensaje original) Enviado: 04/12/2023 03:35

"Había un joven en una ciudad del mundo,

que era muy ambicioso. Todo su afán era

 hacerse rico, amaba el dinero más que cualquier

 otra cosa. Así con ese motor que le movía, comenzó

de la nada a trabajar en su propio negocio. Compró

 máquinas de ilusiones y fortuna, las que él mismo

 cuidaba como un tesoro. Fue repartiéndolas por

 todo el territorio; las máquinas de las ilusiones

 se iban multiplicando solas, atrayendo a personas

incautas presas de sus encantos.
El joven conoció a una linda muchacha que se

encandiló de las ambiciones del chico, se

enamoraron y decidieron casarse y formar una familia.
Tuvieron cuatro hijos a los cuales no les faltaba

de nada, tenían todo lo que vosotros no alcanzáis

a imaginar, todo, todo... menos la cercanía de sus

padres, que absortos en los negocios no tenía

tiempo de jugar con ellos, verles crecer.
Pasó el tiempo y aquel joven había realizado

su sueño: "Ser el hombre más rico del mundo",

poseía la más grande de las fortunas. En el

camino de la vida había dejado atrás, los juegos,

 las risas y los sueños de sus hijos, la linda muchacha

 ya viejecita, tampoco le servía. Tan absorto en los

 negocios, olvidó encender la lumbre en su hogar

cada día y disfrutar de las cosas sencillas.


Los hijos crecieron y se marcharon, la viejecita quedó

 sola y él siguió amasando fortuna. Se había

convertido en un viejo avaro, sus días los vivía

 miserablemente, no quería ni gastar el dinero

que tenía acumulado. ¡Lo amaba tanto! que no

 podía desprenderse de él. No veía la pobreza

material de mucha gente, niños que moría de hambre...

incapaz de ayudarse a si mismo ¡como iba ayudar a

los demás! Había perdido lo más valioso de la vida,

 el calor de su hogar, sus hijos, su viejecita, hasta

su propia vida y aún no era consciente de ello. Solo

le quedaba el dinero, que no quería gastar ¡lo

amaba tanto!, que se dejaba arrastrar por él. Solo

 e infeliz, vivió el resto de sus días, el pobre


hombre más rico del mundo.
Solo vive, quien jamás se detiene".



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