Oro. Escucho. Actúo.
Tres pasos
Orar, escuchar y actuar son tres pasos sencillos que nos ayudan a resolver cualquier situación. La oración nos une a Dios. Un momento devoto aquieta nuestra mente y nuestras emociones y nos prepara para recibir la respuesta que buscamos. Orar nos aleja temporalmente de las preocupaciones. Luego de nuestro rato de oración abordamos dichas preocupaciones con nuevas ideas para solventarlas.
Escuchar a Dios es en realidad acoger las ideas divinas. Saber intuitivamente cuál curso de acción tomar y estar de acuerdo con él nos prepara para la clase de acción que nos bendice y prospera.
—Adaptado de La Palabra Diaria, 12 de agosto de 1969
“Sed hacedores de la palabra y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.”—Santiago 1:22