El presidente Javier Milei llegó este martes a Israel, en el marco de la gira internacional que también lo llevará a Italia y al Vaticano, y ratificó su plan de "mudar la embajada (argentina) a Jerusalén occidental", al tiempo que recordó su apoyo a Israel en la guerra con "los terroristas de Hamas".
El mandatario aterrizó esta mañana en el aeropuerto de Tel Aviv, donde fue recibido por el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Yisrael Katz. "Para mí es un placer, es un honor poder estar aquí", le dijo el ultraderechista al descender del avión de la línea aérea israelí El Al, según puede verse en un video que compartió en X (ex Twitter) la Oficina del Presidente.
En el breve intercambio, Milei también expresó su apoyo a "la legítima defensa de Israel" respecto de "los terroristas de Hamas", y recordó que su "plan es mudar la embajada" de Argentina "a Jerusalén occidental", tal como dijo durante la campaña presidencial.
Katz, por su parte, publicó en redes sociales un agradecimiento a Milei por "afirmar el traslado de la embajada de Argentina en Israel a Jerusalem, la Capital". Y cerró, en un guiño al ultraderechista: "¡Viva La Libertad Carajo!".
Que vergüenza
Mudar la embajada en Israel: una idea a contramano de la ONU
La promesa de Milei va en contramano de las relaciones internacionales que rigen en términos geopolíticos, no religiosos, ya que Jerusalén no es reconocida como capital por 190 países de las Naciones Unidas, que por ende no tienen embajada allí.
Los únicos países que movieron sus sedes diplomáticas a la ciudad sagrada son Estados Unidos, Guatemala y Kosovo. En este último caso se trata de un Estado no reconocido por gran parte de la comunidad internacional, incluida la Argentina.
A fines de 2017 se produjo la mudanza de la embajada de los Estados Unidos, ordenada por Donald Trump. En ese momento, 14 de los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU condenaron la medida, pero el rechazo no fue efectivo por el veto estadounidense. Mientras, la Asamblea General convocó a una reunión de emergencia y propuso que los miembros del foro no reubicaran sus embajadas en Jerusalén: 128 países votaron a favor e esa iniciativa y solamente 9 en contra.
El entonces gobierno de Mauricio Macri adhirió a la postura de la ONU y rechazó que hubiera medidas unilaterales. La cuestión de fondo es que Jerusalén es un territorio en disputa. Israel ocupa toda la ciudad y los sectores ortodoxos la reclaman como la capital del país, por su connotación religiosa. A su vez, los palestinos pretenden la parte oriental como la capital de su aún no declarado Estado.
SALUDOS REVOLUCIONARIOS
(Gran Papiyo)